Fede Valverde: «No sé si me metí en el corazón al madridismo, pero no me siento orgulloso de la falta a Morata»

-¿Cómo fue su preparación física encerrado en casa?

-Lo mejor es que nuestros servicios médicos estuvieron realmente rápidos y vieron lo que se nos venía encima antes que nadie. Estamos muy orgullosos de ellos. Desde el club también se nos alertó con antelación de la trascendencia de esta pandemia. Por eso todo fue más sencillo para nosotros. Tomamos verdadera conciencia de que esto que nos llegaba no iba a ser ni fácil, ni rápido.

-¿Qué sabían de su entrenador en todo ese tiempo, como se comunicaba con la plantilla?

-Desde el primer momento el cuerpo técnico trabajó para mantener no sólo nuestro estado físico, sino anímico. Zidane estuvo encima de nosotros y decía que no debíamos dejarnos ir, que no nos durmiéramos. El trabajo anímico del míster ha sido clave para hacer frente a esta situación.

-Al volver al campo, ¿qué ha echado de menos? ¿Galopar sin límites?

-Me faltaba eso, poder correr sin límites, ejercitarme en grandes espacios con balón, sentirme de nuevo futbolista con un objetivo, con una meta: volver a jugar un partido de once contra once y luchar por nuestras metas. Este club siempre pelea por retos.

-Jugar sin público, ¿es otro fútbol?

-El fútbol no cambiará en su esencia de juego de once contra once, pero cambiará la manera de vivirlo desde fuera, cambiará la forma de observarlo. Voy a echar mucho de menos los partidos con gente en las gradas, y no me refiero sólo a nuestra gente y a nuestro Bernabéu, sino también a la ausencia de gente en los otros estadios. Todo va a ser muy distinto, extraño y habrá que acostumbrarse.

-¿Tienen en la cabeza la Liga y esa opción clara de ser campeones?

-Sería lindo ganar la Liga. Este año está siendo muy duro para todos y especialmente para los que han perdido a alguien querido. Todos los aficionados del mundo deberían disfrutar, al menos, de ver a su equipo ganar. Pero es imposible. Sabemos que por nuestros errores estamos a dos puntos del líder y que hay que hacer un gran trabajo para superar la desventaja.

-¿Sería injusto que se diera el título al Barcelona sin jugar?

-Hay teorías para todo y cualquiera es respetable. Yo creo que lo más bonito sería terminar la Liga y saber quién es el campeón real con las 38 jornadas.

-¿Ganará la Liga quien esté mejor físicamente o quien sea un bloque?

-El aspecto físico va a marcar diferencias. Jugar como un bloque pienso que lo va a estar cada equipo, porque hay una realidad gigante: esto que ha pasado ha unido más a cada vestuario. En la fase que volvemos, con once jornadas por delante, todos los equipos nos estamos jugando algo muy importante y cada partido es decisivo.

-¿Qué significaría ser campeón?

-Sería lindísimo ganar esta Liga que, pase lo que pase, ya ha pasado a la historia del fútbol. Hay mucha gente a la que dedicaría el título, la lista es grande. Han sufrido tantas personas...

-Champions. ¿Cree en la remontada ante el City?

-Ojalá dentro de dos meses podamos jugar ese partido de vuelta. Eso sería ya una victoria para todos. Sería importantísimo, y marcaría un antes y un después en el fútbol y en todos nosotros. Viajar fuera de España para jugar un partido significará muchas cosas para todos los sectores de la sociedad. Remontar es posible porque en el Real Madrid todo es posible. Es pronto para pensar en eso, pero en nuestros códigos del club está ganar todo por complicado que se ponga.

-Van a competir cada tres días. ¿Habrá muchas sorpresas de resultados?

-Va a ser muy duro, y la preparación física y mental de las próximas semanas va a marcar mucho el destino de los equipos. Debemos tener claro que cada día que vamos a entrenar nos estamos jugando parte de nuestras opciones, por eso la concentración es clave. Es posible que haya quien piense que lo que va a jugarse es algo que no tiene que ver con lo anterior, pero no hay que afrontarlo así. Hay que hacer un ejercicio de mentalización muy grande. Y esto no va a ser fácil.

-El riesgo cero no existe con el virus...

-Bueno, también hay teorías respecto a eso. Ahora es mucho más seguro el fútbol. Las medidas que se han tomado son enormes y todo apunta muy bien en este sentido.

-¿Los test, las mascarillas y los guantes hacen el trabajo muy distinto?

-Todo es muy diferente. Conocemos las medidas que ha tomado el Madrid y la Liga para que podamos entrenarnos. Pocas cosas tienen que ver con lo que conocíamos. Todo lo que hemos hecho a lo largo de nuestras vidas es muy distinto a lo que está pasando ahora. Pero la ilusión por volver al fútbol puede con todo. El balón va a poder con el virus y con todo.

-El Real Madrid no hace ERTE. Muchos clubes sí se acogen ¿Qué opina?

-Hay mucha gente que lo está pasando muy mal y nosotros nos sentimos unos afortunados. Estamos en el Real Madrid, una empresa que se ha sacrificado, que ha podido soportar buena parte de este golpe y cuyos trabajadores han mantenido sus puestos y sus sueldos. Es otro motivo para sentirme orgulloso de mi club. Respecto a otros clubes, no soy nadie para opinar.

-El madridismo le lleva en su corazón cuando impidió aquel gol de Morata en la Supercopa de España.

-No sé si me metí en el corazón al madridismo, pero no me siento orgulloso de hacer ninguna falta a un rival. No conozco a nadie que le guste hacer faltas. Lo ideal es acabar un partido sin hacer ninguna, pero las faltas son parte del fútbol. Pero de lo que no me sentiría realmente orgulloso es de no haber hecho nada por mi equipo en esa jugada y en todas. ¡Fue una falta limpia, tirada para no lesionar, por supuesto! Me debo a mi escudo y lo defenderé desde las normas del juego. Una falta es parte de las normas.

-¿Está viviendo la temporada de su confirmación en el Real Madrid?

-No me siento como que he vivido mi confirmación. Sigo con la mentalidad del primer día que entré en el vestuario más grande del mundo. Aquí hay muchos jugadores que son estrellas, que llevan mucho tiempo confirmados y sé por ellos que, para sentirte con un hueco ganado en el equipo, antes hay que remar mucho. Yo recién que estoy remando. Mis metas están claras en mi cabeza: aprender y dejarlo todo.

-¿Quiere estar aquí para siempre?

-Es el sueño de mi vida. No quiero estar en otro sitio que en el Real Madrid. Nada me gustaría más que ser útil y necesario para el equipo soñado.

-¿Qué opina de la entrega de los sanitarios ante la pandemia, arriesgando su vida por salvar las de otros? Muchos de ellos han muerto.

-Ha sido durísimo. Muchas de las cosas que han sucedido han sido verdaderamente trágicas. Te das cuenta de que hay profesiones que son pasionales cien por cien. Todos los sanitarios que han estado tan cerca del peligro lo han hecho por la pasión a su profesión, y eso es admirable. Las han pasado muy duras y hay que hacerles un monumento muy grande a todos ellos.

-Se ha visto morir a 900 personas al día y hoy fallecen más de 100, familias que no pueden despedirse...

-Escucho que para muchas personas esto es como vivir una pesadilla, pero es que una pesadilla es el mal sueño de una noche. Llevamos 70 noches de pesadillas y eso no sé cómo se llama.