Los damnificados del método Zidane

Zizou atisbó en los líderes de la plantilla una sugerencia: jugar con su once idóneo y dejarse de rotaciones. Los veteranos no entendían algunas de sus alineaciones. Había una razón principal. El plan B ya no existe. En 2017 se ganó la Liga con un segundo equipo de lujo, liderado por Morata y James, que llegó a tener ocho variantes sin que los resultados descendieran. Ahora, el segundo once es una quimera, no existe. La diferencia entre los titulares y el banquillo es enorme. Y la consecuencia de esa revolución en favor de un equipo base es indiscutible, seis victorias consecutivas, cinco en Liga y una en la Copa de Europa, la que clasificó al Real Madrid como primero de grupo tras temer quedarse fuera de la competición. Los principales damnificados del cambio son seis hombres, Odriozola, Militao, Marcelo, Isco, Mariano y Jovic.

Jugadores como Hazard y Odegaard no han disputado ni un minuto en estos seis triunfos que han transformado el futuro del conjunto blanco, pero su situación se ha debido especialmente a sus lesiones. Los seis futbolistas mencionados sienten en sus carnes que son segundo e incluso tercer plato en la restauración estratégica de Zinedine. Excepto Militao, todos han sido transferibles, lo serán igualmente en este mercado de invierno y sobre todo el próximo verano.

Odriozola solo ha disputado 58 minutos esta temporada y sabe que su jefe le concederá pocos más, porque sus laterales derechos preferidos son Carvajal y el todo terreno Lucas Vázquez.

Otro futbolista perjudicado por la nueva táctica del francés es Militao . El brasileño estaba catalogado como «el tercer central», en palabras de Zidane, pero el rendimiento de Nacho cuando Ramos estuvo ausente elevó al canterano como primer sustituto del capitán o de Varane. El sudamericano ha perdido ese tren. Fue protagonista en tres partidos y su situación le ha afectado a nivel de selección, pues teme no ser llamado por Brasil ante su carencia de competición.

Su compatriota Marcelo también ha perdido esos dos trenes. En el comienzo de la campaña jugó alternativamente con Mendy, un partido cada uno en el lateral izquierdo, aunque el francés fuera prioritario en los grandes partidos. La derrota ante el Alavés en el estadio Di Stéfano acabó por destronar al veterano brasileño de la titularidad compartida. Marcelo no ha tenido ni medio segundo de fútbol oficial en los seis últimos encuentros.

El caso Isco es distinto. Zizou ha querido recuperarle siempre para la causa y le ha otorgado minutos en once encuentros, aunque en total ha estado 357 minutos en el campo. El fiasco frente al Cádiz, 0-1, le marcó. El propio futbolista ha dejado entrever su deseo de marcharse en este mercado invernal, porque vislumbra que también se aleja de la selección española, cuando hace dos años era el líder.

Dos delanteros natos, Mariano y Jovic, son los últimos atropellados por la nueva filosofía del preparador marsellés. Si ya lo tenían difícil ante el omnipresente Benzema, que no descansa ni en sueños, la fijación de una alineación les ha aparcado en el ostracismo.

Mariano jugó cuando el ariete francés faltó y lo hizo bien. Anotó un gol en Villarreal. Pero Karim regresó pronto y las oportunidades se desvanecieron. Solo ha participado en cinco ocasiones. Ni un minuto en las últimas seis citas. Lo mismo le ha sucedido a Jovic. Suma cinco partidos y ha desaparecido en combate en la racha de seis victorias, éxito que ha confirmado la bondad de la política monopolística de Zidane. El porvenir de estos hombres está lejos del Real Madrid.