El efecto Di Stéfano: medidas Bernabéu, cesped premium y recuerdos de novato

La entidad blanca recibió la pasada semana el visto bueno de la Liga y de la Federación para jugar en el campo donde habitualmente lo hace el filial. Sin público en las gradas y con las obras de reforma del nuevo Bernabéu en pleno funcionamiento, el Real Madrid entiende que es la mejor decisión a nivel institucional. De hecho, en su calendario de obras los meses de junio, julio y agosto de este año, de 2021 y de 2022 eran los de mayor aceleración, al unir tres meses consecutivos sin partidos como local.

Con la inauguración del nuevo estadio prevista para el inicio de la temporada 2022-23, jugar en el Santiago Bernabéu este mes de junio y julio hubiera sido un contratiempo para las obras. Ahora, encadenar casi siete meses sin parón alguno en la evolución de las mismas incluso podría suponer adelantar su finalización un par de meses, además del ahorro en costes que supone no frenar y comenzar las obras cada vez que el Madrid tenía partido en casa: «Es un estadio en el que se han jugado partidos de Segunda durante dos temporadas, tiene un césped de calidad, dimensiones de equipo top y solo habría que revisar la situación de las cámaras de televisión», explica una persona de peso del Real Madrid. De hecho,el verde del Di Stéfano es el mismo que el del Bernabéu. Un césped premium híbrido, que mezcla hierba natural y artificial y es pionero en España.

Además, el club también cree que es una ventaja tener al lado del estadio la residencia de Valdebebas, ya que es la ubicación perfecta para que todos los miembros del equipo cumplan con las medidas sanitarias que el protocolo de la Liga y del CSD han entregado al Gobierno para que la vuelta del fútbol sea una realidad en esta ‘nueva normalidad’: «En términos de salud es menos arriesgado que el Bernabéu y, además, Valdebebas es el lugar de trabajo habitual de nuestros jugadores. No extrañarán nada», asegura esta misma fuente del club.

Con el razonamiento logístico, económico y sanitario más que justificado y sensatamente ejecutado por el Madrid, solo este aspecto emocional es el que genera un mínimo debate en el vestuario. Hay opiniones variadas, y para la mayoría no sentir la carga sentimental del Bernabéu será extraño, pero también sería chocante jugar en un estadio tan grande en absoluto silencio. De hecho, el factor campo como local será una de las grandes incógnitas en este desenlace: «¿Qué es más extraño, jugar en todo un Santiago Bernabéu sin gente o en el Di Stéfano, en Valdebebas, que es nuestra casa? Yo creo que lo primero», argumenta una persona del club. «En el vestuario el corazón nos lleva al Bernabéu, pero la cabeza al Di Stéfano. Entendemos que lo que es bueno para el club es bueno para nosotros», reflexiona la plantilla.

El escenario deportivo del filial es, además, conocido de primera mano por Zidane y jugadores de peso como Carvajal, Casemiro, Valverde, Vinicius, Nacho o Lucas Vázquez . Allí, comenzaron a labrar su brillante historia en el club y el cariño es total. De hecho, toda la plantilla considera al Di Stéfano un estadio magnifico que siente como propio, y saben que las circunstancias conlleva tomar medidas excepcionales.

«A veces, hacer lo mejor y hacer lo correcto no es compatible. Lo mejor para el Real Madrid es jugar en su estadio, en el Bernabéu, como toda la vida, pero seguramente en estos momentos no es lo más correcto», explican. Por eso el equipo y el cuerpo técnico entienden la mudanza de campo y la asume con naturalidad, buena cara y una sonrisa. «Lo que realmente queremos es volver a jugar». Y así será dentro de seis semanas, si no hay orden nueva gubernamental, y con el efecto Alfredo Di Stéfano como gran novedad.