Confianza en el plan Zidane

La entidad se encomienda a la manera de sentir el fútbol del técnico francés. Con sus virtudes y defectos, sabe ganarse al futbolista que trabaja, maneja la cocina y se mueve bien ante la prensa. Es el entrenador perfecto para inyectar en el Real Madrid, foco de muchas noticias, una calma casi crónica.

La palabra que define la seguridad del Real Madrid es «estabilidad». Una característica que le hace creer en la renovación del título liguero. Hay razones para esa confianza en su potencial. Vinicius, Rodrygo, Valverde y Militao añaden un año de madurez a un rendimiento que cada temporada debe evolucionar. Se albergan mucha esperanzas en Vinicius, que paulatinamente asienta su «perfomance» para transformarse en un futbolista especial. Rodrygo, 19 años, también ha dado un salto adelante para ser un delantero que aporta una calidad distinta. Y Federico Valverde ha demostrado su valía como centrocampista y ahora debe asumir mayor protagonismo junto a Odegaard en las rotaciones de ese triunvirato de consagrados de la línea medular formado por Kroos, Modric y Casemiro.

El Real Madrid realiza la renovación del plantel sin prisa pero sin pausa. Sus otros baluartes son veteranos como Ramos y Benzema, que juegan mejor en la treintena que en la veintena, apoyados en valores seguros como Carvajal y Varane. El francés Mendy se ha integrado en ese grupo desde el principio y hoy es titular como lateral izquierdo, antes que otro consagrado como Marcelo, que lucha por recuperar el puesto perdido, perjudicado por las lesiones.

Courtois es un seguro de vida en la portería. El joven Lunin, la segunda incorporación, aprenderá mucho a su lado. Lo mejor de todos estos mimbres es que se conocen bien y los jóvenes se han integrado al ideario de Zidane. Falta que Hazard pueda integrarse definitivamente. El Real Madrid aspira al título porque sabe a que juega y cómo hacerlo.