Champions League | Real Madrid - PSG
La premonición de Ancelotti. «Te voy a regalar unos cuartos»
El italiano le hizo esta promesa al presidente el martes, día del 75 cumpleaños de Florentino. La celebración en el vestuario, a la altura de la que se vivió en la Décima
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Iniciar sesiónEl pasado martes, Florentino Pérez cumplía la icónica cifra de 75 años, solo dos días después de que el club de sus amores llegara a los 120. Seguramente no sea casualidad que el mejor presidente de la historia del Real Madrid , junto a ... Santiago Bernabéu, viniera al mundo en una fecha tan cercana a la que se fundó la entidad blanca. Ancelotti, siempre un paso por delante, sabía que ningún presente material le iba a hacer tan feliz a su jefe como lo sucedido en la noche del miércoles, y así se lo hizo saber: «Te voy a regalar unos cuartos de Champions, presidente». Dicho y hecho.
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Florentino estaba muy feliz. En cuanto se calmaron las aguas bravas que produjo la ira, frustración y el mal perder de Al-Khelaifi , bajó al vestuario para felicitar uno a uno a sus jugadores, desatados tras una de las mejores remontadas de la era moderna del Real Madrid. Había que levantar un 1-0, pero también el 0-1 que señalaba el marcador en el minuto 60 ante un PSG que, hasta entonces, había sido bastante superior. Remontada de notable dificultad que, por lo inesperada de la misma y el rival al que se le infligía, desató la locura total: «Se celebró de forma muy sentida por muchas razones, pero principalmente por haber superado a un club-estado», comentaban ayer en Valdebebas.
Recibimiento impactante
La fiesta en el vestuario estuvo a la altura de la conquista previa. Solo eran unos octavos de final, poca cosa para un club que ha levantado trece orejonas, pero hay victorias, por el simbolismo de las mismas, que valen bastante más que algunos títulos. La del miércoles se celebró como si la Copa de Europa número 14 hubiera llegado a las vitrinas del Madrid : «Hemos vivido muchos títulos, pero lo del PSG se puede equiparar a la celebración de la décima Copa de Europa», confesaba el vestuario.
Al equipo le impactó el recibimiento en los Sagrados Corazones. Muchos de ellos ya habían vivido este momento en años anteriores, pero en esta ocasión se salió del guión previsto. Ya desde la avenida de Concha Espina con la calle Serrano, por dónde el autobús del Madrid suele bajar antes de alcanzar la popular plaza, las aceras estaban a reventar de aficionados, muchos de ellos apostados desde las 17.00 horas. Según cálculos de la policía municipal, se congregaron alrededor de 10.000 personas a las 19.36 horas, momento en el que el autobús llegó al Bernabéu . Ese impulso estuvo en la cabeza de los futbolistas durante todo el encuentro. También, «la jugarreta del sorteo», recuerdan. El Madrid echó de Europa al PSG con gloria y grandeza, pero en el vestuario y en el club, así como en la afición, nadie se había olvidado que el rival que le había tocado al Madrid fue el Benfica.
Uno de los jugadores más felices fue Modric. Vivió la victoria como lo hacia Juanito en los ochenta y al entrar al vestuario dio una lección de liderazgo felicitando uno a uno a sus compañeros: «Así siempre, así siempre», le arengaba a Rodrygo ; «hoy no duele nada, no duele nada», le decía a Nacho, exhausto. Con 1-1, su carrera persiguiendo a Messi para interceptar con un ‘tackling’ una peligrosa cabalgada de Leo fue celebrada en el Bernabéu como otro gol.
El equipo acabó como una moto el partido, pasando por encima futbolística y físicamente de un PSG aplastado por el Madrid. Aquí el trozo de la tarta es para Ancelotti, que hizo lo que prometió en la previa y lo que muchos madridistas le llevan pidiendo durante la temporada. Bloque alto, cambios más tempraneros y piernas frescas de chavales como Camavinga o Valverde. Las tres semanas de intervalo entre la ida y la vuelta, las utilizó el italiano y su cuerpo técnico para hacer una minipretemporada que recuperara el tono de sus jugadores. La teoría del pero, esa que dice que el Madrid de Ancelotti siempre tiene algo que se le puede reprochar, quedó también fulminada ante el PSG. Victoria sin matiz alguno
Benzema, el MVP del partido, se llevó el balón a casa gracias a su mágico triplete en 17 minutos. En él, dedicatorias muy emotivas por parte de sus compañeros: «Eres el mejor del mundo», le escribió Modric; «Te quiero», le puso Hazard ; «Sos un crack», rubricó Valverde. El francés recibió el aplauso unánime de la prensa nacional y francesa, rendida a su actuación, y tuvo que consolar a su amigo Mbappé tras la ducha. Pronto estarán juntos.
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