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Atlético-Real Madrid

Músculo para Zidane

Valverde y Kroos formaron un dúo que presionó arriba y tuvo el balón en su poder

Un derbi sin riesgos

Valverde, ante Thomas y Koke EFE
Tomás González-Martín

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Potencia en el Metropolitano. Fuerza en el centro del campo. Presión múltiple desde arriba. Zidane cambió su dibujo habitual y sentó a James para dar paso al músculo de Valverde . El uruguayo se unió a Kroos para morder la salida de pelota del Atlético hasta encerrarlo en su campo. Se vio en muchas ocasiones que Valverde era el futbolista más adelantado del Real Madrid, superando incluso a Benzema, en la persecución del balón. Los dos, Kroos y el suramericano, controlaron el ritmo del partido. El cuadro de Zidane podía ganar o perder, pero el mando era blanco.

Ayudados por Casemiro, que también subía muy arriba a robar la pelota, Kroos y Valverde impusieron su ley del dominio territorial. El contragolpe del Atlético era peligroso, pues los visitantes jugaban muy adelantados gracias a los kilómetros que Kroos y Valverde corrieron para no dejar jugar a los pupilos de Simeone.

El suramericano salvó varios apuros a su equipo al bajar a toda velocidad y quitar la pelota de los pies de varios jugadores rojiblancos que buscaban en pase a la contra. El alemán fue el director del fútbol madridista. Templó, ordenó, repartió pases y pases , mantuvo la posesión en combinaciones constantes con Ramos y Nacho, para dar pases ofensivos a Hazard, que pedía la pelota cortita y al pie para intentar el regate.

El alemán, director

Kroos intentó la profundidad por la izquierda, su flanco natural, y varió completamente el juego con pases en largo a Bale para que el galés rompiera por la derecha. Lo hizo en tres oportunidades, sin que sus centros encontraran remate.

El alemán jugaba a gusto y lanzó tres disparos desde lejos que exigieron dos paradas complicadas de Oblak. Valverde también lo intentó una vez, en un tiro desviado. El uruguayo fue una preocupación fija para Simeone, pues jugaba entre líneas y no dejaba tocar con tranquilidad a los locales. Fue la sorpresa táctica del derbi.

La protección de Casemiro atrás era el seguro para que Kroos y Fede Valverde acosaran en la zona de ataque. Era un Real Madrid más agresivo. Podía caer por los huecos que dejaba y podía ganar por su presencia cerca del área de los caseros. Exprimido físicamente, autoexigente consigo mismo, el suramericano dejó nueva constancia de su fuerza al subir por la banda derecha como un extremo y sacar un centro que nadie cazó.

El uruguayo, inagotable

Cuando los decibelios de los pulmones descendían para casi todos, Valverde realizó otra incursión por la diestra que hizo sudar a Lodi. El muchacho lo daba todo en el Wanda. Zidane cree en él. Tiene el poderío que necesita un Real Madrid basado esencialmente en la calidad.

Kroos dormía el encuentro con paredes y más paredes . Pasada la hora de juego, Valverde continuaba presionando delante del área rojiblanca. Era incombustible.

Tras la buena labor estratégica, Zinedine relevó al uruguayo a los 68 minutos. Bale felicitó al medio y su entrenador refrendó esos méritos al dialogar con él durante varios segundos mientras le agarraba un brazo.

Kroos persistió como jefe del Real Madrid. Toda la fabricación de fútbol pasaba por sus botas. Sin Valverde ya a su lado, el alemán no dejó de subir arriba para luchar y robar el balón. Espléndido su rendimiento, después de verse discutido por la decepción general vivida durante la pasada campaña. Es el jefe del conjunto blanco en el césped.

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