Asensio y Ceballos, renovaciones o ventas

Marco ejecutó hace un par de semanas un movimiento sorprendente. Tras toda una vida junto a Horacio Gaggioli, el balear daba por finalizada su vinculación con el agente argentino para pasar a manos del Rey Midas de la representación, Jorge Mendes . Públicamente sellaban su separación con una foto de ambos y un entrañable mensaje en el que Asensio le agradecía su trabajo y «su comprensión por este nuevo paso en su carrera».

El balear quiere continuar en el Madrid y el Madrid quiere que Asensio continúe de blanco. No es cierto que el futbolista se haya cambiado de agente para forzar su marcha, pero de momento hay diferencias económicas. Ahí es dónde emerge la figura de Mendes. Marco gana 3'5 millones de euros netos y termina contrato en 2023. Es uno de los jugadores con el salario más bajo de la plantilla, y eso no le casa con ser el tercer máximo goleador de la plantilla, tras Benzema y Vinicius . De momento, el Madrid es reticente a mejorar generosamente su ficha, como ya sucedía con Lucas Vázquez la pasada temporada, pero Mendes espera hacer cambiar de opinión a José Ángel y Florentino. De no ser así, y las diferencias fueran insalvables, entonces sí que ambas partes verían con buenos ojos un traspaso, que en ningún caso el Madrid valoraría por debajo de 50 millones. Una cifra asumible para la élite de la Premier y para el Bayern, club que siempre le ha tenido en el radar.

En el caso de Dani Ceballos , el futbolista utrerano ya sabe de primera mano lo que Ancelotti y el club quieren. El técnico italiano le transmitió la pasada semana que cuenta con él para la próxima temporada, pero será el mediocentro el que tenga la última palabra y una vez tomada la decisión, la entidad actuará en consecuencia. La baja de Isco, que termina contrato el 30 de junio, dejará el centro del campo del Madrid con seis jugadores: Casemiro, Kroos, Modric, Valverde, Camavinga y el propio Ceballos, pero justamente este orden es el que hacer dudar al andaluz.

Dani ha sufrido esta temporada. Hasta enero no logró estar totalmente recuperado de la lesión en el tobillo izquierdo que sufrió el primer partido de los Juegos Olímpicos. El primer diagnóstico no fue el más acertado. De hecho, incluso se habló que estaría listo para jugar la final si el equipo de De la Fuente accedía a ella, como así fue, pero Ceballos no jugó. Y no lo hizo hasta principios de este año. De una baja de dos semanas se pasó a seis meses, un contratiempo complicado de asimilar al que se le unió la falta de minutos una vez recuperado, pero Carletto tenía sus razones.

El italiano entendía que febrero y marzo eran meses vitales para el devenir del equipo en Liga y Champions , y no le faltó razón. En el torneo doméstico distanció al Sevilla, el único rival que le plantaba cara numéricamente, y consolidaba su amplia ventaja sobre Atlético y Barcelona. En Europa, dio un golpe en la mesa eliminando, y el modo en el qué lo hizo, al PSG en octavos de Champions. La exigencia era máxima y darle entonces galones a un jugador que llevaba desde agosto parado no parecía la decisión más coherente.

Una vez que el Madrid encaminó la temporada y la carretera se puso cuesta abajo, Ancelotti no lo dudó. Ceballos al verde, y con respuesta contundente del utrerano. Jugó un partidazo en Pamplona y otro muy bueno ante el Espanyol. En Champions, también tuvo protagonismo frente al Chelsea y el City, siendo clave en ambas prórrogas del Bernabéu, y de cara a la final emerge como serio plan B. Ancelotti no le ha prometido la titularidad para la próxima temporada. Eso sería engañarle, pero si su estado de forma es el de este último mes, Ceballos jugará muchos minutos en el curso 22-23, que es justo lo que quiere el jugador, aún esperanzado con entrar en la lista de Luis Enrique para el Mundial.

Si acaba quedándose, debe aceptar la propuesta de renovación del club. En caso contrario, el Real Madrid buscará una venta. En ese escenario, Ceballos priorizaría el Betis, pero eso parece misión imposible. La economía verdiblanca no puede asumir los 20-25 millones que exigirá el club blanco por el traspaso, ni los ocho millones brutos que tiene de soldada. La Premier o la Serie A serían los destinos con mayores opciones para Ceballos, pero en estos momentos el futbolista no contempla jugar fuera de España. Otra medida sería renovarle y cederlo al club verdiblanco, pero el dique del sueldo seguiría estando ahí.