Asensio, contra los pitos de la grada

Pese a que la ejecución de los goles fue similar, con potentes disparos desde fuera del área con la zurda, las celebraciones de ambos fueron radicalmente opuestas. Tras marcar ante el Granada Asensio se despojó de su camiseta con rabia y la arrojó al césped. Por el momento en que lo logró, sabía que su acierto sería vital para lograr la victoria. Pero ante el Alavés la historia fue diferente.

El equipo de Ancelotti, que comenzó el choque con intensidad y apretando al Alavés arriba, se retiró al descanso pitado por la grada del Santiago Bernabéu, que vio cómo el abrumador dominio de los suyos no se traducía en ocasiones en la portería defendida por Pacheco.

Por eso, cuando Asensio abrió el marcador pasado el minuto 60, su celebración se convirtió en una reivindicación. En medio de la euforia, el balear reclamó al público madridista que dejase de silbar con un gesto evidente llevando la mano a su boca, y que se dedicase a animar al equipo. Unos aspavientos que culminó después agarrando con fuerza el escudo de su camiseta.

Ancelotti, una vez más una fuente de calma y sensatez, entendió el gesto de Asensio y así lo comentó tras el pitido final: «El público evalúa el partido que ve y no le gustaba lo que veía. Estamos de acuerdo en lo que piensa. Ninguno estábamos de acuerdo con lo que se estaba viendo en la primera parte».

También Carvajal se refirió a los silbidos del descanso, asumiéndolos con naturalidad: «No son nada nuevo, en este estadio la exigencia es máxima, nos piden ganar a todos, estamos acostumbrados y en la segunda parte nos dieron el plus para ganar».

Con su gol ante el Alavés Marco Asensio suma siete dianas ligueras en lo que va de temporada, siendo las dos últimas esenciales para que el Real Madrid siga aferrado al liderato.