Rahm gana en Los Ángeles y recupera el número uno mundial

Aunque sin demostrar el absoluto dominio de las tres jornadas previas, el vasco alcanzó en Los Ángeles su décimo éxito en el PGA Tour y recuperó el número uno del planeta once meses después. Para ello tuvo que deshacerse de unos batalladores Max Homa y Patrick Cantlay, que a pesar de arrancar el domingo a tres y cinco golpes de desventaja nunca se dieron por perdidos. Si a esto se le suma que Jon no embocó un `putt' en el primer tercio del recorrido, se entiende que el primero estuviera a punto de empatarle en cabeza en el hoyo 6. Fue un aviso de lo que iba a suceder minutos después.

Es cierio que en el 7 cayó el primer 'birdie' desde el de arranque y el de Barrica se tranquilizó. Vio que era cuestión de tiempo que la bola terminara entrando en las cazoletas y no tenía sentido caer en el nerviosismo. Su juego estaba más afinado que nunca y solo necesitaba recuperar el buen tono que había desplegado en las rondas iniciales. Por eso, cuando un nuevo acierto de Rahm y un pinchazo de Homa le devolvieron los tres golpes de margen en el 8, vislumbró que el peligro había pasado.

Pero nada más lejos de la realidad. Amante como es de la historia del golf, recorrer una vez más los hoyos de vuelta de Riviera iba a ser un premio para el de Barrica. Se trata de un diseño clásico (1927) en el que han jugado todas las estrellas de este deporte y, según había estado volando por sus calles, estaba seguro de quetodo acabaría de su lado.

Pero los estadounidenses no dejaban de presionarle y los dioses del golf empezaron a retirarle su favor. Las salidas que hasta entonces eran rectas comenzaron a torcerse y eso le llevó a cometer un 'bogey' en el 10 tras complicarse la vida detrás de unas palmeras y a salvar un par 'in extremis' en el siguiente. Su pájara era evidente y Max la aprovechó igualando las cosas en cabeza.

Así pues, los últimos coletazos del torneo quedaba abiertos de un modo inesperado. En el 12 el local se puso por delante y uno después el español le igualó de nuevo. Este toma y daca le favorecía y qué mejor manera de corroborarlo que embocando un `putt' de los suyos, desde la parte alta del tapete y con una caída que solo él fue capaz de imaginar. Ese 'birdie' desató su locura y con un tanto de renta afrontó, ahora sí, el final de vuelta con tranquilidad. Otro tirazo en el 16 le dio dos de margen y consolidó definitivamente su victoria final (-17), pues Homa ya no fue capaz de remontar (-15) y Cantley tampoco (-14).