OPERACIÓN GALGO
Palencia no sale del «estado de shock»
«La adoramos y merece un respeto». Es el sentir de los paisanos de Marta
RAÚL GONZÁLEZ / J. M. AYALA
Hablar de Palencia es hacerlo de Marta Domínguez. Si la autoestima de esta ciudad y su provincia ha estado en los últimos quince años unida al color rosa, el mismo de la famosa cinta de la mejor atleta española de todos los tiempos, ahora las ... tornas se han vuelto de otro tono mucho más triste. Entre la «incredulidad, el dolor y la esperanza de que todo sea un mal sueño», los palentinos lamentan profundamente la situación que vive la atleta, implicada en una red de dopaje.
Y es que la importancia de la campeona del mundo en su tierra no se limita a sus éxitos deportivos. «Es mucho más. Ha sido un referente en todos los ámbitos del a vida», explicaba ayer a ABC Antonio Merino, Hermano Mayor de la Cofradía del Cristo de la Misericordia, de la que Marta es miembro desde hace casi una década. Hasta que se aclare el caso, sus «compañeros» tienen «un disgusto terrible» y admiten haber sufrido «un shock traumático». Merino asegura que la atleta estaba «entrañablemente unida a todos nosotros». Convencido de que «no puede hacer ese tipo de cosas», insiste que «en Palencia todos la adoramos». Si como atleta es «extraordinaria», como «persona lo es aún más». Casi entre lágrimas, admite que «nos va a costar mucho reponernos» y que están pidiendo ayuda «a nuestro Cristo de la Misericordia, que seguro que nos va a oír».
«Ejemplo de superación»
El cariño por Marta es tal en Palencia que no es de extrañar que dé nombre a una calle y un pabellón deportivo en la capital, donde ya ha recibido la Medalla de Oro de la Ciudad y también es Hija Predilecta. Sin embargo, esta investigación ha pospuesto de momento la inauguración de una estatua en su honor. Tampoco estará dentro de una semana en «su» Cross de Venta de Baños, donde también es Hija Adoptiva. Su organizador, Carlos González Gordillo, la conoce como pocos. Fue en esta pequeña localidad donde inició su carrera deportiva. Tras más de veinte años de una relación que ha ido a más, González sólo puede destacar «una vida deportiva y personal intachable» y pedir que «no se tire por la borda en dos días una trayectoria lo que ha hecho, porque se ha ganado un respeto».
Similares opiniones se podían recabar entre los vecinos de la capital. Lino Pérez, que regenta desde hace más de 30 años la cafetería Viena, lo tiene claro. «No me lo creo, Marta es un ejemplo de superación y de sencillez, y tendrá tiempo de defenderse ante el juez. Creo que es inocente».
Las tertulias del café mañanero, el vino de mediodía y las cañas vespertinas han sido estos días monográficas sobre el caso de Marta, Siempre con una reflexión de fondo expresada en los siguientes términos: «¡Qué necesidad tenía de involucrarse en un asunto como este!».
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