Un mes sin curvas ni repechones

Cuatro partidos restan para llegar al peaje de la primera vuelta. Sin curvas ni repechones. Todo recta, línea discontinua y buena visibilidad. Sin tener que encontrarse hasta destino con rivales más allá del Despeñaperros de LaLiga, el décimo puesto. Getafe, mañana (décimocuarto, 17 puntos), el Gerona (duodécimo, 17), Cádiz (decimoséptimo, 15) y Elche (vigésimo, 4). Si no adelantas, incluso siendo una tartana, es que estás para el desguace.

En Linares hubo brotes rojos. Algunos temían que el equipo acabara en el mismo hule que Manolete en 1947, pero a la hora de la verdad los únicos aceituneros altivos con que se encontraron los de Sampaoli, sin Sampaoli, fueron los de la grada, empeñados en convertir el hermoso acto de solidaridad sevillista en 2018, en caridad para con ellos. Falta por comprobar si lo observado, desde una mayor solidez defensiva y desprecio del sobeo del balón a un espíritu ofensivo y rematador fue un trampantojo copero o prueba de que el técnico ha logrado revertir la mentalidad, primer paso hacia la regeneración. Ayuda que la enfermería empiece a vaciarse y la vergüenza vuelva a sonrojar las mejillas de algún que otro profesional. Toca que las sensaciones dejen lugar a los hechos y la mejoría se materialice en puntos. Ya, sin esperar a que Monchi recupere el olfato como si fuese una víctima más de ese Covid que asola a todos los estamentos de la entidad.