El momento actual del Sevilla no atiende a historias
¿Cómo ser pesimista frente el Barcelona habiendo hecho un siete de siete en sus últimos partidos, marcado dos goles de media y encajado uno sólo?
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Iniciar sesiónNo sé de que especie será la flor que crece en salva sea la parte de Ronald Koeman . ¿Ustedes que creen? Su ascendencia exigiría un delicado tulipán naranja, pero por su carácter más parece que la polinización llevara hasta allí esporas de la ... flor de la chumbera o la de la euphorbia milii, venenosa ella. Ayer lunes, seguro que el jardinero del Can Barça hubo de echar horas extras tras la espectacular germinación que tuvo el domingo por la noche en el Benito Villamarín. Ahí es nada, dejarte en el banquillo a lo más desequilibrante de tu equipo y terminar ganando el partido con un Messi descansado y gracias a la ayuda inestimable del rival.
Confesaba el entrenador holandés que había llevado a Messi, Pedri y De Jong al banquillo de salida pensando en el encuentro de ida de semifinales de Copa (del Rey, por supuesto) de mañana contra el Sevilla. Priorizó lo copero y acabó ganando el litigio liguero con el cincuenta por ciento de desgaste de sus mejores muñidores. Julen Lopetegui no se ahorró nada, ni siquiera palabras, a tenor de los exabruptos que dirigió a José Bordalás , a quien la cosa le dolió como si Djené le hubiera alcanzado el tímpano con la misma puntería y fuerza con que impactó en el tobillo de Lucas Ocampos. Las veinticuatro horas de descanso de más de que gozarán los sevillistas equilibran la cuestión.
Si las estadísticas históricas no le conceden al Sevilla más que una residual posibilidad de pase a la final, la trayectoria con la que llega el equipo a la cita minimiza lo que digan los papeles desde la época de Kubala. A ver, ¿cómo ser pesimista habiendo hecho un siete de siete en sus últimos partidos, con una media goleadora superior a los dos tantos a favor por encuentro y un solo gol encajado, concesión necesaria para no cometer la ordinariez de la perfección?
Cierto que a la cita de mañana -sin Ocampos, pero con el Papu; sin Araújo (Ronald), pero con Messi; sin Martínez Munuera, pero con Mateu «la hoz»- sucederá otra en marzo en Barcelona, escenario horribilis para los sevillistas desde los tiempos de Samitier. Pero para eso queda un mes y para lo de mañana, un suspiro: «¡Ay, y si…».
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