Lopetegui, en la salud y en la enfermedad

Que pudo ser mejor, confirmado mucho antes, con fútbol menos aburrido y mejor gestión del tramo final liguero por el banquillo es una posibilidad, pero la única certeza es que se consiguió el objetivo marcado por el club, el que le permite mantener un crecimiento sostenido. Quien lo ha logrado es Julen Lopetegui , Agote por parte de madre.

No extraña el inmenso cabreo de Monchi ante la publicación de su supuesto tanteo a Diego Martínez unas horas antes del choque en el Wanda. Similar a las que, antes de los duelos con los equipos madrileños, suelen sacar los medios capitalinos sobre el interés de estos por un jugador determinado del rival. Se trata de un clásico: crear malestar en los momentos críticos. El director deportivo logró con su vehemencia lo que los jugadores con su fútbol no lograron, la unión de un sevillismo que responde al unísono, prieta las filas, cuando se cuestiona a uno de sus miembros.

Sólo hay que acudir a las redes sociales para comprobar que Lopetegui concita adhesiones y rechazos. Incluso que las adhesiones lo son solo en función de los resultados y los rechazos llevan implícitos la admiración por los marcadores. El amor y el odio, la estadística y la estética.

Tiempo hay por delante para los análisis minuciosos, pero de lo sucedido en la segunda vuelta puede deducirse algo importante: se puede apostar por Lopetegui o por el grueso de la plantilla actual, pero no por la continuidad de ambos. Y es que o es el entrenador quien no encuentra soluciones cuando se tuercen las cosas o el plantel no sabe poner en práctica lo que se le ordena.