Fekir y Bono, embajadores de Sevilla en el mundo

Fekir, que ha establecido con Canales una carrera de relevos para que nunca le falte un referente al Betis en la medular, no necesitó de una mano divina para clonar un gol maradoniano que se quedó corto con el calificativo de mejor de la jornada, porque aspirará al de la temporada. El francés coronó su eslalon ante el Levante con unas «cachas» a Aitor, portero azulgrana, tras recorrerse el campo valenciano con el balón cosido con máquina Singer al pie para que nadie se lo quitara ni siquiera reventando las costuras al mismo tiempo que la tibia y el peroné. Anda dulce el tipo y bien que lo va a disfrutar el Betis en tiempos de torrijas, gracias a que Deschamps volvió a dar descanso internacional al talento del lionés.

Veinticuatro horas después, las televisiones de todo el mundo volvían a poner su foco en Sevilla , vía Valladolid. La versión futbolística de la periodística de «noticia es que el hombre muerda al perro y no al revés» se encarnó en Bono , el portero sevillista, cuyas paradas, por numerosas y difíciles, apenas levantan ya asombro y que concitó la atención de todos con su gol de okupa de la casa ajena. El marroquí continuó la tradición de sorprendentes arqueros del fútbol sevillano, como Palop, enemigo público número uno de Donetsk, o de Toni Prats, el único portero del mundo que marcaba más goles que su delantero centro. Esto sí que es arte y no lo del agonía de Messi .