La colina de Nervión
De la de Gelsenkirchen, desde la que se avistó al Schalke, al altozano desde donde se oteará mañana la llegada del Leganés
Adecuarse a las circunstancias que marca la vida es una de las enseñanzas que quienes peinamos menos canas de las que quisiéramos, porque nos quedamos calvos o porque el tinte no nos llega, estamos en la obligación de transmitir a las nuevas generaciones. Por ejemplo, ... en épocas de bonanza económica, hilo a la cometa como si este fuera brocheta de langostinos y cigalas; en las de depresión bancaria, papas con (poca) carne seis días a la semana y el séptimo, ayuno. Así lo ha entendido en el Sevilla su gente más fiel, no siempre más cívica dada su heterogeneidad, que ha exhortado a los aficionados a convertir mañana la 'colina de Gelsenkirchen' en la 'colina de Nervión'. Desde aquel altozano se avistó al Schalke 04 en la ida de semifinales de la Liga Europea del 2006, desde este se oteará mañana la llegada del Leganés, en la trigésimocuarta jornada liguera. Si eso no es adaptarse a la nueva situación del equipo, que venga Monchi y lo vea por la BBC.
Lukebakio va a jugar por orden del juez. Dmitrovic, no sé si Óscar o Munir, porque el Lega no tiene otros que sueñen con el partido de sus vidas, seguro. Juegan aceptable los madrileños por lo que les he visto, mucho mejor que lo ha venido haciendo el Sevilla desde Caparrós 4.0 al finiquito de Lopetegui (antes, no más, pero ganaba mucho, cierto que con un infantería experta y no con descartes de tropas de élite o reclutas). El problema de los de Borja Jiménez, su entrenador, con pinta de seminarista en prácticas (lo mismo sale del Sánchez-Pizjuán cardenal con derecho a voto en el cónclave, que quien firma lleva casi 50 años de profesión comiéndose muchas de sus palabras), es que los dueños están tiesos como mojama del paleolítico y le escatiman individualidades.
Resumiendo: a esperar que Luke tenga su día o que Dmitro repita la caganchada del 16 de marzo en Butarque frente al Betis. Para un análisis más profundo, consulten a su tarotista de cabecera, como el que fijo en plantilla, sempiterno sonriente, monaliso de ocasión, tienen ahora en la ya muy otrora planta noble del club.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete