Célibes por Nervión

Frente a Osasuna volvió a evidenciarse la falta de calidad del plantel y en especial esa media de cualidades en las diferentes facetas del juego que permiten luego la fluidez en el fútbol del grupo. Quiten a Jesús Navas, Lukebakio y Saúl, que las atesoran en mayor o menor medida, y se encontrarán que quien domina una, yerra de forma sistemática en otras, lo que hace complicado hilvanar una jugada desde la portería propia a la contraria.

Fíjense, por ejemplo, en Sow, el primer fichaje de la era Víctor Orta. El suizo costó diez millones de euros y firmó hasta 2028.Centrocampista insípido, del que es difícil recordar una jugada o asistencia, y sin embargo el que mejor lee los espacios por los que penetrar y ponerse de gol, para luego firmar estadisticas más que pírricas en el remate con todo a favor. O Isaac, un legionario que se deja la piel en el campo, a quien el balón se le convierte en cabra nada más llega a sus pies; Peque controla mejor, pero no desborda; Lokonga, Sambi en familia, está sobrado de técnica, tanto como de parsimonia; Badé es contundente, mas sufre lagunas en la concentración, y así todo el catálogo.

A cuatro jornadas del final de la primera vuelta, el sevillismo echa cuentas y se ve sumando al menos 21 puntos. El sueño de los parias que aspiran a los 42, garantía de permanencia, allá por el 25/5/25, que no es capicúa, pero sí el día de Gregorio VII, el Papa que impuso el celibato al clero.Como este Sevilla que no se casa con el fútbol.