'Blade Runner' en rojiblanco
Ocurrió que dejó de acertar y el vivir por encima de las posibilidades se convirtió en una losa. Ojalá no se convierta en lápida
Sevilla
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUsted, que tuerce en rojiblanco y disfruta los veinte años o frisa los treinta o incluso se ve amenazado por la crisis de los cuarenta, no imagina siquiera las cosas que vieron las generaciones anteriores. Ellas observaron el ataque a naves en llamas en Linares, ... rayos 1A95 brillar en la oscuridad de la Puerta de Jerez, truenos que vaticinaban ruina a pleno sol.
A usted le toca ahora presenciar otras cosas que no imaginaba que sucederían. Pañuelos blancos con que limpiarse las lágrimas cuando antes servían para echar directivas, club de unos cuantos que en su día fue de todos, gestores bendecidos hace años y hoy ahogados en la pila bautismal, millones autoembolsados sin generar riqueza, accionistas bien artillados disparando miserias por doquier, ejecutivos exitosos a los que los servicios prestados confieren inmunidad en los fracasos, jugadores condecorados que van perdiendo galones mientras trotan, la palabra perder grabada en el césped cuando tantas veces se cinceló en plata la de ganar, futbolistas que son ya leyenda recogiendo su finiquito emocional en sobrecogedora soledad.
A usted, la oscuridad y la lluvia de hoy, cuando en los últimos veintitantos años su club sólo disfrutó del sol, le parecerá increíble haber llegado a esta situación. Y no hay que acercarse a las inmediaciones de Orión para comprender el porqué del desastre. Sepa que la llave de la nave se puso en manos de un visionario, el más importante de su historia moderna, con licencia (irresponsables quienes la concedieron ilimitada) para gastar. Según su propia confesión, todo radicaba en vivir por encima de las posibilidades amparado por el acierto de sus decisiones. Hizo buena a todas las tripulaciones hasta que se fue y cundió el caos. Regresó y con él el orden y los éxitos, incluso bajo la lluvia de meteoritos. Ocurrió que dejó de acertar y el vivir por encima de las posibilidades se convirtió en una losa. Ojalá no se convierta en lápida sobre la que recordar, ¡ay!, lo mucho bailado gracias a él.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete