Sevilla - Real Sociedad: El Sevilla de Quique es otra cosa (3-2)

Los de Nervión vuelven a ganar para certificar la salvación y seguir creciendo de la mano del técnico madrileño y una fabulosa pareja de delanteros: doblete de En-Nesyri, exhibición de Isaac y gol de Ramos para abrochar el triunfo

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Sevilla - Real Sociedad, las estadísticas del partido

El Sevilla por fin se reconoce. El arranque de marzo no hace sino confirmar los notables guarismos y sensaciones cosechados en febrero. Quique, el tercer entrenador de la temporada, ha conseguido armar un equipo y taponar gran parte de las heridas por las ... que se desangraba el proyecto. La victoria ante la Real Sociedad en el Sánchez-Pizjuán lo ratifica (3-2), supone otro paso firme (y casi definitivo) hacia la tranquilidad absoluta. Un triunfo que se apoyó en otra actuación estelar de los delanteros En-Nesyri e Isaac, con doblete del marroquí. Ramos hizo el tercero y decisivo en la segunda parte. Para la Real, anotaron el exnervionense André Silva, de penalti cometido por el propio Ramos, y Brais Méndez de falta directa muy al final. Ya era hora de ver la mar en calma por Nervión después de un periodo de agobios excesivos y previsiones catastrofistas. Y, desde luego, es una pena que no dé tiempo a mirar mucho más arriba.

El 11 de 18 firmado en las últimas seis jornadas abre brecha con la zona de peligro e impulsa a los blanquirrojos hacia la mitad de la tabla. Sólo ha hincado la rodilla el Sevilla en esta serie ante el Real Madrid en el Bernabéu, y por la mínima. Y eso que el calendario ha sido harto empinado, con los merengues, Valencia, Atlético o la propia Real este sábado. No cabe duda de que el Sevilla es otro. Mérito de todos, pero especialmente de un Quique Sánchez Flores que ha sabido entender mejor que nadie la idiosincrasia del club y dónde aterrizaba.

Quique mantuvo su habitual dibujo 5-3-2 contra los donostiarras pese a las bajas por sanción de dos hombres relevantes en su esquema: Lucas Ocampos y Djibril Sow. Por el argentino entró Pedrosa en el carril izquierdo, mientras que la ausencia del suizo en la medular propició la primera titularidad del joven Hannibal Mejbri. Había ganas en Nervión de ver a la perla del Manchester United en el once inicial. Era la maniobra invernal 'personalísima' del director deportivo, aunque Quique no le ha dado la chance hasta que no lo ha visto preparado. Ni bien, ni mal, sino todo lo contrario. El tunecino tuvo algunas pérdidas. No brilló. Cumplió su papel sin demasiados alardes y fue sustituido antes de la hora de partido.

La salida del Sevilla FC fue fulgurante en ataque, con sus dos delanteros desatados. Ésta es otra de las grandes claves de la notable mejoría del equipo: la letalidad de su pareja de estiletes. Desde que se encontraron En-Nesyri e Isaac hace un mes y pico, todos los goles del Sevilla son suyos. Apenas un par de minutos tardaron en fabricar dos ocasiones clarísimas. Primero En-Nesyri cabeceó a la cepa del palo de Remiro un magnífico centro de Pedrosa, otro de los destacados de la primera parte. El balón se marchó fuera por escasos centímetros. Y sin dar respiro al rival, otra arrancada de Isaac Romero desarboló por completo a la Real. El canterano superó en velocidad a los dos centrales, Jon Pacheco y Zubeldia, pero no pudo ganarle el mano a mano a Álex Remiro, que salvó a los blanquiazules con su intervención.

La puesta en escena de los visitantes había sido desastrosa, perdiendo siempre la espalda a los sevillistas y con muchos nervios. Mérito, por supuesto, del ímpetu y el buen planteamiento del equipo de Quique. Aun así, la Real firmaría un conato de reacción a través de su hombre más inspirado, el ruso Zakharyan. El disparo envenenado del centrocampista ruso lo desvió con gran habilidad Nyland, siempre atento, clave para sostener a su equipo cuando lo necesita. Ya tarda su renovación.

El acercamiento de Zakharyan fue un mero espejismo por parte de la Real. El Sevilla siguió a lo suyo, acechando en tromba al adversario, hasta que el asedio encontró premio a los 11 minutos de juego. El primer gol de la tarde, por supuesto, lo fabricaron entre los dos arietes nervionenses en una acción iniciada por Hannibal en la frontal. Isaac fusiló al portero y su rechace lo recogió En-Nesyri para elevar el 1-0 al electrónico del Sánchez-Pizjuán. La alegría se desparramaba por el graderío.

Pero es que apenas estaba retomando la gente sus asientos cuando el Sevilla hizo el segundo… como no, en otra combinación eléctrica entre sus delanteros. El lebrijano prolongó esta vez para el marroquí en el costado izquierdo y En-Nesyri, sin ángulo prácticamente, sacó un latigazo tremendo que sorprendió a Remiro. 2-0. De alegría a locura en Nervión. El personal se frotaba los ojos. El Sevilla barría del campo a la Real Sociedad en apenas un cuarto de hora.

La respuesta de los de Imanol fue casi nula durante todo el primer acto, con un Sevilla bien plantado en el rectángulo de juego y una renta poderosa. Todo estaba encarrilado. A pedir de boca… pero en los llamados minutos psicológicos, justo en el tiempo añadido, la Real se metería en el partido aprovechando la jugada tonta de la tarde. El árbitro Busquets Ferrer señaló penalti por manos de Sergio Ramos en una pugna con el exsevillista André Silva dentro del área. No estuvo ágil el camero. Dejó el brazo extendido y el balón terminó golpeándole la extremidad y cortando el avance del delantero portugués. Penaltito absurdo y moderno, pero penalti con los manuales actuales. El propio André Silva se encargó del lanzamiento para engañar a Nyland desde los once metros y meterle emoción al partido.

Con el 2-1 enfilaron ambos equipos el túnel de vestuarios. El resultado no reflejaba para nada lo visto sobre el verde. Merecía mucho más margen en el marcador el cuadro de Quique. El final de la primera parte dejó también otra mala noticia, la lesión de Navas en su tobillo izquierdo. Juanlu lo sustituyó en la reanudación.

Por fortuna, el guion del partido no cambió en absoluto y aunque el cuadro vasco metió alguna marcha más arriba, nunca consiguió incomodar de verdad a la estructura defensiva local. Bien Badé y Ramos, pese al penalti. Soberbio el canterano Kike Salas, ojo derecho de un entrenador que entiende de esto. Por la defensa y el portero también crece el Sevilla de Quique.

Un disparo desviado de Isaac que a punto estuvo de cazar En-Nesyri pudo cerrar el resultado a la hora de juego. El gol de la tranquilidad, merecido, llegaría instantes después con la firma de Sergio Ramos, quien se redimía así de su error cometido en el tramo final de la primera parte. El camero cabeceó de manera inapelable el centro de Óliver y colocó así el 3-1 para su equipo. Ahora sí, el botín de los tres puntos no podía escaparse. Isaac, por enésima vez, a pase de En-Nesyri, pudo hacer el cuarto. Si bien lo único que llegó ya en el epílogo fue un nuevo e inesperado gol de la Real Sociedad que maquilló el marcador final. Lo convirtió Brais de libre directo, superando a Nyland por su palo. 3-2. Este Sevilla es otra cosa. La salvación es suya. Toca saborear el fútbol de nuevo, después de mucho tiempo, y seguir creciendo.

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