Sevilla - Real Madrid: Nervión echa el cerrojo a una temporada para olvidar (0-2)
Las expulsiones de Badé e Isaac Romero marcaron un duelo en el que el cuadro local lo echó todo para no verse atropellado por el subcampeón liguero
Sevilla - Real Madrid, en directo: resumen, goles y minuto a minuto del partido de LaLiga EA Sports 2024-2025
No había nada en juego, pero el Sevilla FC sabía que no había que echar más gasolina al fuego. Como era previsible, los de Caparrós volvieron a caer ante un Real Madrid en transición y cargado de suplentes, pero lo hizo dando ... una imagen por encima de la media mostrada en todo el curso. El cuadro blanquirrojo disputó la mayor parte del encuentro en inferioridad numérica y, aun así, el grupo lo echó todo para mantener su honor.
Todo, en un día en el que el fútbol fue lo menos importante, ya que la mitad de los abonados sevillistas se pasaron la primera parte del encuentro en la calle. Un año más, el final de la temporada del Sevilla ha sido una agonía para todos y el descontento sigue extendiéndose entre el sevillismo como un virus incontenible. De ahí que más de 15.000 personas decidieran no entrar en el estadio hasta el descanso y proferir cánticos contra la actual gestión del club durante 45 minutos de este Sevilla - Real Madrid.
Un partido en el que no se jugaba nada, pero en el que se cerraban varios ciclos en Nervión. Tanto Joaquín Caparrós como Suso encararon su último partido en el Sánchez-Pizjuán. El gaditano lo hizo como titular y se marchó del terreno de juego en el minuto 77 demostrando genuino cariño por el Sevilla. La afición, que ya había ingresado en el estadio durante el intermedio, dejó las protestas a un lado para corear el nombre de su capitán, que ha tirado del barco este último mes y que pone fin a cinco años en el club sevillista. Visiblemente emocionado, Suso se abrazó a sus compañeros antes de salir del césped y aplaudió hacia el público.
El momento más agradable de un partido en el que se vivió un ambiente enrarecido desde el inicio. Los primeros minutos sirvieron para que ambos equipos se calibrasen en un estadio medio vacío. Mbappé (quién iba a ser sino) fue el más activo de los blancos y el que desestabilizaría al Sevilla pasados los diez primeros minutos. El parisino quiso marcharse en velocidad por el carril izquierdo y Badé lo agarró para impedírselo. Una acción que condenó Busquets Ferrer dura y exageradamente con la expulsión del central sevillista. Los de Caparrós se quedarían con uno menos y Badé ya está de vacaciones.
A pesar de la inferioridad numérica, el Sevilla FC se tomó muy en serio el trabajo defensivo. Achicó sin demasiados apuros las llegadas de los blancos, aunque apenas podían salir de su lado del campo. Tras la pausa de hidratación, y la pertinente charla del míster, los locales se encontraron con un córner que no llegó a rematar García Pascual. Una acción que respondió Bellingham intentando sorprender a Nyland, pero el guardameta atajó el peligro sin problemas.
Se animó el encuentro conforme acechaba el descanso con tres llegadas buenas de Mbappé, Endrick y Valverde. Pero el marcador no se movía. A punto estuvo Lukebakio de aprovechar una falta que Güler hizo sobre Sow para adelantar a los suyos. No obstante, el remate se quedó corto y García Pascual intentó empujar el cuero en una jugada invalidada por fuera de juego.
Fue ya en el descuento de la primera mitad cuando se produjo una jugada que no olvidará jamás su protagonista. García Pascual aprovechó un error de Jacobo para hacerse con el esférico y marcharse en velocidad para batirse ante Lunin. El jugador tenía tiempo y espacio suficiente, pero optó por la peor decisión y el balón se marchó fuera.
La mitad de la afición entró durante el descanso para apoyar al equipo en la última parte del encuentro
Así, con la igualdad en el marcador, el duelo se marchó al descanso y la grada terminó de llenarse hasta superar los 31.600 espectadores. Sorpresivamente, Isaac entraría en el descanso por Lukebakio, pero al cumpleañero le duraría poco las botas puestas. Y es que el lebrijano vio la roja a los pocos segundos de ingresar en el césped tras una dura entrada sobre Tchouaméni. De esta forma, el Sevilla se encontró con la difícil tarea de, al menos, mantener las tablas ante el subcampeón de LaLiga durante toda la segunda mitad con dos jugadores menos.
Y estuvo cerca de conseguirlo. Los de Caparrós echaron todo el físico que les quedaba para mantener a raya el área sevillista. La grada aplaudía orgullosa cada despeje, mientras que Caparrós realizaba cambios para mantener, al menos, esa tensión hasta el final. No obstante, el partido se tuvo que detener en el minuto 66 tras una lluvia de globos amarillos, una extensión de la protesta que se vivió durante la primera mitad. Ya se verá la multa que acarreará.
En la reanudación, Mbappé siguió buscando su gol para hacerse con el pichichi, estrelló el balón en el travesaño y deambuló por el área. Los de Ancelotti lo intentaron de todas las formas colarse por alguna grieta y, en el 74, llegó el perseguido tanto del parisino. Un error de Kike Salas propició que Mbappé se viera con todo despejado para adelantar a los suyos. Una acción que ya desembocó en que el juego se centrara en la inmediaciones de Nyland para que Bellingham pusiera el segundo a pocos minutos del final. Quizás, la derrota menos dolorosa de la temporada, tanto por esperada como por intrascendente.
Ahora al Sevilla le toca retirar los globos y recoger el guante lanzado por el sevillismo. Echar el cerrojo a la temporada y no llegar a junio sin tomar decisiones que impulsen un cambio de rumbo.
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