Sevilla - Rayo: Ni la épica esconde ya las carencias (2-2)

En-Nesyri salva un punto en la última jugada del partido después de que el Sevilla tirara por completo la primera mitad dando una horrible imagen; Mendilibar señaló al capitán Fernando con su cambio en el minuto 37

Sevilla FC - Rayo: resumen, goles y ruedas de prensa del partido de LaLiga EA Sports 2023-2024

Las notas de los jugadores: del enfado de Fernando a la 'potra' de En-Nesyri

A falta de fútbol y victorias, queda siempre la irreductible compañera de viaje que nunca abandona al Sevilla FC: la épica. En la última jugada del partido, y con el portero Nyland subiendo a rematar el córner, los de Mendilibar consiguieron rescatar al menos ... un punto ante el Rayo Vallecano en el Sánchez-Pizjuán (2-2) gracias a un cabezazo imperial de Youssef En-Nesyri. Es un punto de oro con el que en ese minuto 95 ya nadie contaba por Nervión. Menos da una piedra. Hasta ese preciso instante, podría decirse que Mendilibar tenía pie y medio fuera. Su Sevilla había tirado a la basura la primera parte de manera dantesca, contra un Rayo que lo borró del campo con sendos goles de Óscar Valentín y Álvaro García. El entrenador, además, señaló a un símbolo como Fernando sustituyéndolo a los 37 minutos ante el cabreo del brasileño y de todo el respetable. En la reanudación, cambió la película como sólo sabe hacerlo este equipo abonado a los imposibles y las gestas. Sow acortó distancias con un golazo y En-Nesyri dio el puntito del éxtasis.

Pero el árbol del empate no culta el sombrío bosque. El Sevilla FC no arranca, su afición anda al límite y Mendilibar lamina su crédito. Ante el Rayo, otro resultado insulso para acomodarse en la mediocridad peligrosa. Ese pesar de la grada del Sánchez-Pizjuán trasluce: no hay derecho a marcharse a otro parón con la nave medio desnortada y oteando el descenso. Van a ser dos semanas largas. Antes del partido se vendía el relato de que el Sevilla FC estaba mejorando, progresando… Ni rastro de ello. Los resultados no aparecen por ningún lado. El equipo de Mendilibar, desde que arrancó la competición oficial a principios de agosto, sólo ha sido capaz de ganar dos partidos de once que ha disputado, sufriendo ante un recién ascendido como Las Palmas y al colista Almería.

Se cumplen ahora doce meses de que Sampaoli tomara las riendas del Sevilla para intentar enderezar el rumbo de un equipo que estaba 'muerto' con Lopetegui. Este Sevilla tiene un punto menos que aquel. Es una especie de déjà vu amenazante y las dudas son enormes. Ahora llegan la pausa, la reflexión y las decisiones. Y después, un calendario tortuoso, porque antes de que termine el mes tienen que venir al Sánchez-Pizjuán el Real Madrid y el Arsenal, con traca final en el Nuevo Mirandilla de Cádiz.

Había recibido algunos reproches el entrenador por juntar en el anterior partido en Eindhoven a demasiados veteranos en su once (el equipo acusó bastante esa circunstancia en el plano físico durante la primera mitad con el PSV), así que de un plumazo se los 'cargó' a casi todos a la hora de diseñar su alineación para enfrentarse al Rayo. Mendilibar dejó en el banco a Navas, Rakitic e incluso Sergio Ramos. Únicamente mantuvo a Fernando en el eje… aunque también lo terminó borrando del mapa antes del descanso en una decisión que levantó ampollas en el brasileño y en toda la grada del Sánchez-Pizjuán. Demasiados pesos pesados se ha echado encima el preparador de Zaldívar.

Independientemente de la alineación, no está justificado de ninguna manera el memorable baño de fútbol y agallas que le dio el conjunto de Francisco al Sevilla durante los primeros 45 minutos del choque. El Rayo dejó en evidencia a los locales en todas las líneas, empezando por una defensa de auténtica verbena que le puso la alfombra roja a los visitantes. Los madrileños incomodaron desde el principio, peligrosísimos, comandados por los puñales en los costados de Isi Palazón y el utrerano y sevillista Álvaro García. Fueron los grandes verdugos, sin duda. Una prueba de fuego que señaló a todos los sevillistas sobre el césped, con su entrenador a la cabeza.

A los 16 minutos Isi ya avisó de lo que se le venía encima al cuadro de Nervión con un disparo a quemarropa que sí pudo detener Nyland. Sólo cinco minutos después, en una falta lateral botada por el propio centrocampista de Cieza, se derramó el jarro de agua fría sobre Nervión. El despeje fallido de Gudelj se estrelló en el poste y Óscar Valentín apareció en escena para agarrar el rechace y embolsarlo sin oposición en la portería de Nyland. 0-1. Murmullo en Nervión.

Un murmullo que no tardaría en tornar en pitos con el segundo tanto de los madrileños. Raúl de Tomas puso a correr a Álvaro García y éste, con una frialdad tremenda, se plantó ante Nyland para superarlo con una 'picadita' por encima. Los pitos pasaron a bronca en el Sánchez-Pizjuán. 0-2. El Rayo, por cierto, ya había ganado el año pasado en Nervión con otro golazo de Álvaro, sevillista confeso.

Mendilibar terminó de incendiar la función retirando del campo a Fernando a los 37 minutos. Rakitic ocupó su lugar y el brasileño se marchó directamente a los vestuarios realizando gestos de desaprobación al banquillo. Diciendo 'no' reiteradamente. Ahí explotó la grada. Subieron los decibelios. El técnico señalaba a uno de los jugadores más queridos de la afición. Sólo el resultado final marcaría si su decisión era acertada o no. Es cierto que el pivote no estaba haciendo su mejor partido, pero también resultaba evidente que había otros jugadores con peores prestaciones sobre el verde… Suso, Óliver y hasta Acuña, por citar a algunos. Casi nadie del once se salvó.

Con un capitán a los pies de los caballos, la primera parte fue muriendo y el marcador de 0-2 no se movió, pese a una buena ocasión in extremis de Acuña que abortó el meta visitante Dimitrievski. Fue prácticamente el único atisbo de reacción de un Sevilla devorado. En el descanso, la charla de Mendilibar con los suyos debió ser tremenda. Los jugadores agacharon la cabeza y apretaron los dientes. Como poco, había que decorar el espanto de la primera mitad echando el resto sobre el campo. Y así fue. Al menos la imagen del equipo cambió radicalmente en un comienzo fulgurante de la segunda mitad. A ello ayudó de manera preclara el doble cambio del técnico, sentando a Acuña y Óliver Torres para dar entrada a Pedrosa y Ocampos.

Con todo, de los que más siguió tirando del carro fue el canterano Juanlu, que se dejó la piel durante los 77 minutos que jugó antes de ser sustituido por Navas. Desbordó, luchó y colocó centros de todos los colores. En la reanudación le puso la primera a En-Nesyri, que el marroquí no pudo aprovechar. Con el Sevilla volcado y, ahora sí, acorralando al Rayo, Sow logró acortar distancias con un zapatazo desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Dimitrievski. El 1-2 invocaba la esperanza de los que parecía imposible visto el primer acto.

Otro jugadón de Juanlu por la derecha estuvo cerca de cristalizar en gol de Suso, pero Lejeune se cruzó de forma providencial para salvar al Rayo. El canterano sevillista dirigía el 'levantamiento' y espoleaba con rabia a la grada. Juanlu había tenido también una de las escasas ocasiones del Sevilla en la bochornosa primera mitad. Los de Mendilibar apretaron y apretaron, hasta el punto de convertir en prácticamente un monólogo la segunda parte del choque.

FICHA DEL PARTIDO

  • Sevilla FC Nyland; Juanlu (Jesús Navas 78'), Badé, Gudelj, Acuña (Pedrosa 46'); Fernando (Rakitic 37'), Sow; Suso (Rafa Mir 80'), Óliver Torres (Ocampos 46'), Lukébakio; y En-Nesyri.
  • Rayo Vallecano Dimitrievski; Balliu, Aridane, Lejeune, 'Pacha' Espino; Pathé Ciss, Óscar Valentín (Kike Pérez 83'); Isi Palazón (De Frutos 83'), Trejo (Unai López 55'), Álvaro García (Pep Chavarría 83'); y De Tomás (Camello 69').
  • Árbitro Díaz de Mera (Comité Castellano-Manchego). Amarilla a Gudelj, Sow, Suso, Jesús Navas, Aridane y Kike Pérez. También amonestó a Joan Jordán por protestar tras el pitido final.
  • Goles 0-1 (21') Óscar Valentín; 0-2 (27') Álvaro García; 1-2 (50') Sow; 2-2 (96') En-Nesyri.
  • Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. 35.817 espectadores.

El empate pudo llegar en varias llegadas de peligro de los locales, como un disparo envenenado de Lukebakio que también fue capaz de detener el portero del Rayo. Un Rayo que hasta el final decidió ponerse el mono de trabajo y guardar con uñas y dientes su valioso resultado… no lo conseguiría. Las ganas del Sevilla encontraron al menos el premio del punto. En un saque de esquina botado por Rakitic, En-Nesyri se elevó a los cielos de Nervión y firmó con la testa el 2-2 definitivo en la última jugada del partido. La épica de este club. Punto de oro, visto lo visto. Muy sufrido... demasiado. Ello no sirve ni de anestesia para un panorama que es gris oscuro. Este Sevilla FC anda de puntos peor que el del año pasado a estas alturas, lo cual es un motivo más que suficiente para encender las alarmas.

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