Sevilla - Getafe: Jesús Navas, al rescate (1-0)

El envite duró una eternidad. El Getafe de Bordalás es un hueso duro de roer, aunque le falta mucha pólvora, algo que los sevillistas supieron aprovechar. Aun así, trabajo muy serio del equipo, al que le ha sentado bien el parón para asumir conceptos y dar oportunidades a jugadores más secundarios. Planteó García Pimienta un once diferente al acostumbrado, obligado por las lesiones y el desgaste de los internacionales que acudieron a sus citas la semana pasada. Así, Marcao volvió a ser titular en el centro de la defensa y estuvo acompañado por Nianzou ante la baja de Badé por lesión. Mientras que Gudelj, Sow y Peque estructuraron el centro del campo ante las bajas de Saúl, Lokonga y Suso. La titularidad de Peque cayó con mucho agrado en Nervión que a cada toque de balón que daba el catalán era ovacionado. Otra de las sorpresas de la alineación de Pimienta fue la ubicación de Navas en el extremo derecho, la vuelta a los orígenes.

Conscientes de la importancia de obtener la primera victoria ante los suyos y de forma inmediata, el Sevilla FC arrancó el duelo controlando con pausa el balón y con máxima concentración. Los únicos sobresaltos se dieron en algún que otro paso en falso de Nianzou. Gudelj se erigió como capitán general repartiendo el juego por el centro del campo y siendo el primer contingente defensivo. Manejaron los de Pimienta con paciencia el cuero buscando el hueco por el que sorprender a Soria en los primeros compases del partido. Fueron varias las ocasiones en las que el Sevilla se acercó con peligro. La más clara, un tiro muy flojito de Pedrosa, tras una asistencia de Peque, que chocó contra Arambarri. Seguidamente, Isaac también estuvo cerca de marcar con la zurda, pero el disparo fue bloqueado por Soria.

Cumplido el primer cuarto de hora llegó la acción más peligrosa de los azulones a balón parado. Una falta de Navas a Alex Sola que atajó la defensa sevillista. Los de Bordalás esperaban con paciencia los fallos del rival para hacerse con el balón e intentar sorprender a Nyland. El corazón de Nervión se paró cuando un error grosero de Marcao dejó a Uche solo delante de la portería de Nyland, el azulón hizo una vaselina que dio contra el palo y se marchó fuera. Otro aviso para no perder la concentración.

Parecía que el partido se les estaba yendo de control a los locales cuando apareció su capitán. Cinco años y medio después, Jesús Navas vio puerta con la elástica del equipo de sus amores. Conectó el palaciego un derechazo dentro del área imparable para David Soria y adelantó a los suyos ante de cumplirse la media hora del partido. La grada se rindió por completo al líder, que está disputando sus últimos partidos como jugador profesional. La superioridad en el luminoso pudo verse ampliada pronto, puesto que Isaac se llevó la pelota ante dos rivales y sacó un tiro raso con la izquierda que se marchó fuera.

Tras esto, el Getafe se puso a trabajar, mordiendo en la presión adelantada y buscando el error de los sevillistas, conscientes de la debilidad de éstos en la zona. No obstante, a los de Pimienta se les pudo ver más concentrados en su área, con fallos en los que debe trabajar si pretende ser un equipo competitivo, pero consiguieron irse al descanso por delante en el marcador. Algo que no habían hecho aún esta temporada. Y pudo ser por más de un gol, puesto que en la prolongación un saque de Nyland se convirtió en una asistencia a Isaac, pero la vaselina del lebrijano se marchó por encima de la portería.

En la reanudación, el partido arrancó algo espeso para ambos equipos. Los de Bordalás llegaban al borde del área de Nyland, pero se enquistaban. El Sevilla parecía estar encerrado atrás cuando el meta noruego volvió a hacerlo. Asistió a Navas con un saque de portería muy potente, el palaciego estuvo muy cerca de meter su segundo tanto, pero le faltó control para poder finalizar con éxito. No marcó, pero el efecto que surtió tanto en la grada como en el equipo fue oro. Presionaban alto los de Pimienta, con un Peque que zigzagueaba y se combinaba con el capitán sevillista amenazando al rival.

El Sevilla pidió penalti por mano de Bertug dentro del área, pero el árbitro no lo decretó previa revisión VAR. El cuadro blanquirrojo se iba haciendo grande conforme pasaban los minutos, pero por un momento todo se torció cuando Bertug mandó el cuero al fondo de la portería de Nyland. Un gol que fue anulado por fuera de juego, pero un claro aviso para no desconcentrarse. Tras esto, Pimienta metió a Juanlu y Lukebakio por Ejuke y Navas, marchándose el palaciego con la gran ovación de su estadio. También tuvo que marcharse Peque, la falta de minutos hicieron mella en el catalán que lo dio todo en los más de 75 minutos que disfrutó sobre el césped. Los minutos corrían con poco juego y muchas interrupciones por parte de ambos conjuntos.

A menos de diez minutos del final, Marcao tuvo que salir en camilla por una conmoción cerebral. Kike Salas entró por él y la grada entonó su nombre para animar al brasileño que, a pesar de todas sus faltas, se dejó la piel. La gran polémica del partido llegaría con la expulsión de Juanlu por segunda amarilla. El canterano fue derribado dentro del área de Soria y el colegiado interpretó que se había tirado. Tras esto, el partido se sumió en un descontrol que quisieron aprovechar los de Bordalás, asediando la portería sevillista. Llegó el canguelo de los últimos minutos y el Sevilla tenía que demostrar que está aprendiendo a trabajar bajo presión. La recta final fue muy accidentada, con Carmona sangrando por el cuello y Busquets Ferrer añadiendo casi un cuarto de hora extra.

Muchos aún no se creen lo que Lukebakio falló en este tiempo de prolongación. El belga se burló de la defensa azulona, pero mandó el tiro al palo. Fue la única jugada digna de mención en esa mini prórroga que sólo hizo alargar la agonía hasta el bendito pitido final.