Sevilla - Alavés: Caparrós como antídoto en el Sánchez-Pizjuán
El utrerano quiere arrancar su cuarta etapa con un triunfo ante el Alavés que relance al equipo y engache a la afición
El efecto Caparrós busca recomponer la atmósfera de Nervión, donde el Sevilla no gana desde hace cuatro meses
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Como un regreso a comienzos de siglo, cuando el Sevilla tuvo que reinventarse desde las escasez y penurias para crecer a lo grande hasta llenar de plata sus vitrinas. ¿Les suena? Joaquín de Jesús Caparrós Camino, a sus 69 años, vuelve a casa ... para intentar recobrarle el pulso a un equipo que no le gana a nadie desde hace tiempo. Es la cuarta etapa del utrerano al frente del banquillo del Sánchez-Pizjuán. Porque cada vez que el club siente que se ahoga, que le falta el aire, ahí está el teléfono del utrerano para espantar la dentellada del lobo. A Joaquín se le clava el escudo en las entrañas, le hierve la sangre roja. Siempre está. No habrá un 'no' para su familia, sus colores. En esta ocasión, la llamada de auxilio es gorda. Tiene que poner en pie al equipo, asumiendo sin titubeos el reto en medio de un complejo contexto de excitación institucional, problemas económicos y deportivos de gravedad, y bajo el yugo de una afición hastiada que le ha dicho 'basta' a sus dirigentes pase lo que pase.
Dicen que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver, lo cual es una soberana idiotez para el flamante entrenador del Sevilla FC, loco por coger las riendas del equipo de su alma como las ha cogido, presto para el 'redebut' en el templo de Nervión, con la misma o mayor motivación que su primer día de batuta en los banquillos de la Bombonera. Porque Caparrós se reivindica de rabiosa actualidad. Y es, por supuesto, el Sevilla maduro. Sabe mejor que nadie que del atolladero sólo se sale ganando. No hay otra medicina. Desde las victorias, hasta las restructuraciones profundas y los reproches (que no cesarán) se ven de otro color más amable.
Uno de los motivos de peso por los que el club encomienda de nuevo las llaves del vestuario a su 'Banquillo de Oro' es el de recuperar las señas y fortaleza de su estadio. Hace más de cuatro meses que el Sevilla FC no gana en el Sánchez-Pizjuán, desde que lo hiciera el 14 de diciembre ante el Celta (1-0), y eso, evidentemente, es una mancha inconcebible, difícil de soportar para una entidad como la sevillista, amén de despeñar poco a poco al equipo en los fangos de la tabla clasificatoria. Luego está la cara emocional de Nervión. El estadio tiene que volver a ser, como siempre, un bastión, un dolor de cabeza incesante para los rivales. Fue realmente lastimosa la escena vivida en el último choque con el Atlético de Madrid, en el que el partido estuvo cinco minutos parado por las persistentes protestas de la grada contra el palco sevillista.
Caparrós vivirá su reestreno con cuatro bajas, la del central canterano Kike Salas, quien vio la quinta amarilla en Mestalla, y las de los lesionados de larga duración Tanguy Nianzou, Rubén Vargas y el delantero nigeriano Akor Adams. Con estas ausencias relevantes y el ajustado número de futbolistas en la plantilla, no parece que Caparrós apueste por revolucionar su primer once inicial, todo lo contrario. Eso sí, el dibujo táctico podría cambiar hacia el 4-4-2 característico del estratega utrerano. Tienen sus opciones como titulares el canterano Juanlu Sánchez e incluso Suso Fernández, éste sin ningún protagonismo en la etapa de García Pimienta. La alineación no diferirá mucho de la conformada por Nyland; Carmona, Badé, Gudelj, Pedrosa; Juanlu, Agoumé, Sow, Ejuke; Lukebakio e Isaac Romero, haciendo el belga las veces de segundo punta, más cercano al delantero de Lebrija.
El Alavés llega al partido tremendamente necesitado, quemándose en la zona roja con 30 puntos, 6 menos que el Sevilla. Obvia decir que un tropiezo de los hispalenses convertiría a los babazorros en rival directísimo y haría saltar todas las alarmas en Nervión. El Alavés, además, es un adversario que se siente más cómodo cuando juega lejos de Vitoria. No en vano, los de Eduardo Coudet sólo han perdido un partido de los ocho últimos disputados como visitantes. La última salida de los vascos fue en Girona, donde ganaron por 0-1 con gol de Carlos Vicente, el mejor albiazul junto al veterano punta Kike García.
El doble reto de Caparrós
Coudet recupera a Antonio Sivera en la portería, pero pierde a gran parte de la zaga. El uruguayo Santi Mouriño no estará disponible por acumulación de amonestaciones y tampoco podrá jugar Manu Sánchez tras haber sido expulsado ante el Real Madrid. Del mismo modo, el defensa con más minutos en el Glorioso, Abdel Abqar, estará al menos un mes de baja tras caer lesionado la pasada jornada. Ante esta situación, el argentino Facundo Garcés y el canterano Pica están llamados a ensamblar el eje de la zaga, con Moussa Diarra y el argentino Nahuel Tenaglia en los laterales. En lo que respecta a la zona de creación y de ataque, el 'Chacho' mantendrá a sus hombres con la duda de Jon Guridi o Carlos Martín para acompañar a Kike García.
Ficha de la previa
- Sevilla FC Nyland; Carmona, Badé, Gudelj, Pedrosa; Juanlu, Agoumé, Lokonga, Ejuke; Lukebakio e Isaac Romero.
- Deportivo Alavés Sivera; Tenaglia, Pica, Garcés, Diarra; Blanco, Jordán; Carlos Vicente, Aleñá, Carlos Martín y Kike García.
- Árbitro Ortiz Arias (Comité Madrileño).
- Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
- Hora / TV 18.30 / DAZN.
El Sevilla FC, de la mano de Caparrós, tiene el doble reto en este Domingo de Resurrección de doblegar a su rival sobre la hierba y rebajar en lo posible el enrarecido clima que envuelve el Ramón Sánchez-Pizjuán con una hinchada cansada de sus rectores y víctima de la frustración por los pobres resultados deportivos. Hoy volverán a sucederse diferentes actos de protesta antes, durante y después del encuentro ante el Alavés. Uno de ellos, impulsado por los Biris, insta a los sevillistas en la previa del duelo a rodear el estadio hasta acabar en el mosaico de Preferencia, donde podrían llevarse a cabo más protestas al término del encuentro si el resultado no acompaña. Caparrós ha querido dejar muy claro que no ha vuelto para ser el escudo de nadie: «Conozco a la afición del Sevilla. Lo que haya fuera del campo, pues es otra historia. Los aficionados tienen su derecho de manifestarse, pero yo sólo sé que dentro del terreno de juego la gente va a estar con sus futbolistas, con su juego y con su camiseta. Seguro», sentenció ayer Caparrós.
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