Villarreal - Sevilla: Sea como fuere, mucho más cerca (1-1)
El Sevilla evitó la derrota en el minuto 95 con un gol de Koundé y se queda a dos puntos de confirmar la Liga de Campeones
Lopetegui: «Cuando consigues un punto en la última jugada siempre tienes ese poso de satisfacción y alegría»
Villarreal - Sevilla: resumen, resultado y goles (1-1)
Koundé, en el momento que hace el gol del empate, justo cuando ya no había tiempo para más
Este es un mensaje por si al entrenador del Villarreal, Unai Emery, historia reciente y para siempre del Sevilla, se acerca a estas líneas. Conociéndolo un poquito tras su experiencia en tierras hispalenses, aún debe estar pensando qué pudo ocurrir para que sus jugadores no ... se quedaran con los tres puntos ayer: fueron mejores, tuvieron las mejores ocasiones, se adelantaron en el marcador.... y sólo un gol en el minuto 95 de Kounde rompió su esquema. El de Lopetegui no sabemos cuál era. Y tampoco el de unos jugadores, los sevillistas, que si bien se marcharon con un puntito, saben mejor que nadie que jugar así difícilmente puede traer algo bueno. Hasta Acuña, paradigma durante buena parte de la temporada para el sevillismo, estuvo desencajado. Las miradas hablan. Y la del argentino, impotente, fue la de un Sevilla que, si bien tiene a tiro clasificarse por tercer año consecutivo para jugar la Liga de Campeones, se vacía con demasiada facilidad y sufrimiento.
Con sumar dos puntos de los nueve que quedan por jugarse bastará para que el Sevilla sea aplaudido; también pueda valer que el Betis no gane en Valencia mañana. A falta de tres duelos para el final, hay varios caminos para que el Sevilla cumpla el objetivo. Eso es lo más importante tras una campaña sufrida para los de Nervión. Y eso quedará marcado y escrito con galones cuando ocurra.
Lo de La Cerámica es que fue otro rollo; otra historia. Cuando el rival te supera en muchas cosas, como ayer, con un Villarreal perfecto en la presión y comiéndose al Sevilla en el centro del campo, el jugador en particular, la plantilla como familia, termina sufriendo. En el estadio del cuadro de Emery se vio un poco de esto. Había momentos en los que parecía que había más amarillos. El Villarreal se divertía con el balón, miraba al frente, y el Sevilla, incomprensiblemente, quedaba aturdido una y otra vez al comprobar lo mucho que le costaba dar tres pases seguidos. Resulta difícil entender cómo un centro del campo con Jordán-Rakitic-Delaney sufriera tanto; o cómo el ataque de un equipo Champions se resumía únicamente a algunas acciones particulares de un Papu Gómez que tiró del carro hasta que el físico le falló.
No sé si será la baja de Fernando lo que ha creado tanta ventolera en el dibujo del Sevilla. Desde que el brasileño está fuera por su maltrecho tobillo, el equilibrio de muchos se ha perdido y la ansiedad ha ganado por momentos, sobre todo, en algunas acciones en las que el Sevilla debería saber mucho mejor cómo manejarlas. El Villarreal marcó un gol, justo ya al final, en el 66, cuando parecía que Lo Celso había sentenciado al Sevilla, pero lo cierto es que pudo marcar dos o tres más.
En el minuto 3, Koundé ya salvó una ocasión a disparo de Samu; antes de que llegara el 4, Bono se encontró con un balón rematado sin fuerza; en el 10, y con Samu de nuevo como protagonista, el balón se iría a la escuadra; en el 36, Bono hizo una parada espectacular con su mano derecha cuando un rival le remató a bocajarro; en el 48, el VAR anuló un penalti cometido por Acuña; en el 54; el VAR anuló justamente un gol de Koundé en propia portería al estar Dia en fuera de juego; en el 65 y en el 70, le tocó a Estupiñán. Los amarillos se estaban comiendo al Sevilla. Así de claro. El punto parecía un regalo para los de Nervión y un escaso premio para unos locales que siguieron apretando arriba.
Sin embargo, y en la ocasión más clara del Sevilla, a punto estuvo Rafa Mir, en el minuto 83, de dar un golpetazo encima de la mesa. El delantero, que había entrado ocho minutos antes, se quedó sólo delante de Rulli pero disparó fuera. Al error de Rafa Mir respondería Lo Celso con su tanto apenas unos segundos después. Parecía que había llegado el triste final a un muy mal partido de los sevillistas. Sinceramente, no creo que los más de mil sevillistas se hubieran sorprendidos Pero siguieron animando, aún cuando sabían que el tiempo se iba. Apenas faltaban unos instantes, en el minuto 95, y los gritos eran de los sevillistas. Vamos, vamos, vamos. Córner. Sube Bono, el balón se pasea, llega a Koundé. Gol. Gol. Un punto más.
Renovación automática | Cancela cuando quieras
Ver comentarios