Prórroga a Lopetegui mirando a Sampaoli

Sin embargo, a media tarde de ayer todo dio un giro inesperado teniendo en cuenta la proximidad del partido de Champions. La plana mayor del club nervionense se reunía en el Sánchez-Pizjuán para tratar el futuro del técnico, pero cuando todo hacía presagiar que la etapa de Lopetegui en el club de Nervión concluía a sólo 48 horas de un vital partido de Liga de Campeones contra el Borussia de Dortmund, el consejo ejecutivo (formado por José Castro, José María del Nido Carrasco, Gabriel Ramos, Monchi, José María Cruz y abogados) decidía mantener al preparador vasco hasta el partido contra el equipo teutón mientras se avanza en la contratación de un sustituto. Según informaron fuentes del Sevilla a Orgullo de Nervión , la decisión se debe a que ha primado «el interés general de la entidad», después de volver a analizar toda la situación. Además de la inminencia del partido, y de la cuestión económica del cese de Lopetegui, otro de los condicionantes para la toma de esta decisión fue que no existe un acuerdo definitivo con Jorge Sampaoli, entrenador con el que se negocia para que se haga cargo del equipo y con el que ya se tienen conversaciones avanzadas. A pesar del ruido mediático que generó la reunión, ésta concluyó con la decisión de dejar las cosas como están, de modo que el entrenador se sentará mañana en el banquillo para dirigir a su equipo contra el Dortmund. El jueves ya se verá cuál es su futuro inmediato.

No es de extrañar que la destitución del técnico sea algo que inquiete a Monchi, que llegaba al coliseo nervionense con gesto serio, ya que Lopetegui llegó en el verano de 2019 como la primera gran apuesta del director deportivo en su segunda etapa en el club. Defendió su elección a capa y espada. «Mi primera y única opción era Lopetegui [...] Seré un inconsciente, porque estoy seguro de que voy a ganar con la apuesta», dijo en su día. Y no se equivocó, ya que en esa primera temporada levantó el trofeo de la Liga Europa. Además, se clasificó sin problemas para la Liga de Campeones. La siguiente temporada el equipo arrancó como una moto y desde el inicio se posicionó en los puestos altos de la tabla, zona que no abandonó en toda la temporada. El equipo había encontrado por fin un entrenador con el que crecer de manera sostenida y para valorarlo, a mitad de esa temporada, le renovaron su contrato inicial de tres años con dos más. La confianza de la dirección de la entidad, no solo la deportiva, en el trabajo del preparador era total.

Pero todo se torció cuando se creía en alcanzar el siguiente escalón. Durante el verano de 2021 el Sevilla pasó a ser candidato al título de Liga y tal y como empezó la temporada, parecía que era una realidad que podría disputarle el trofeo a los ya habituales Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid. Pero con la llegada del 2022 y la plaga de lesiones, acompañada de la Copa de África y el Covid, el vasco comenzó a tener problemas serios. Todo esto acabó notándose en el campo y en los resultados. Desde el mes de enero y hasta final del curso 21-22, sólo ganó siete partidos de los 20 disputados en la competición de la regularidad, cayó en octavos de final de la Copa del Rey ante el Betis y fue eliminado en los cuartos de final de su competición fetiche, la Liga Europa. Pero no solo los resultados alertaban de la situación, sino que no se le veía chispa al equipo y todo apuntaba a un fin de ciclo y un necesario cambio en el banquillo. Pero consiguió clasificarse por cuarto año consecutivo para la Liga de Campeones, por lo que, pese a los rumores de una salida del técnico, Lopetegui fue reafirmado en el puesto y muy defendido tanto por el presidente José Castro como por Monchi.

Comenzaba la pretemporada con una esperanzadora imagen que se vino abajo con la goleada en el amistoso contra el Arsenal. Volvieron las dudas del final de la temporada anterior y estas se extendieron hasta el inicio de la temporada. El Sevilla se mostró incapaz de ganar hasta la jornada 5ª, de hecho sólo había sumado un punto hasta entonces, y justo antes del parón volvió a empatar contra el Villarreal. Cinco puntos de 18, algo impropio de la ambición del Sevilla. Volvía a hablarse de la destitución de Lopetegui y se esperaba que se produjese antes del parón para que el nuevo técnico tuviera un breve tiempo de adaptación. Pero de nuevo el preparador estuvo respaldado por Monchi para mantenerse en el cargo. Se creía en revertir la situación y la clave era el partido del sábado contra el Atlético de Madrid. Y el equipo volvió a decepcionar a sus seguidores. La grada abroncó a todos los estamentos del club y esta vez Monchi no salió a dar la cara y a pedir a los hinchas paciencia y confianza como sucediese en tras la derrota en Almería. Parecía que Lopetegui había perdido ya el apoyo de su principal valedor y el consejo se reunía para tratar su futuro, primero el mismo domingo y después en la tarde de ayer.

Aunque se siente en el banquillo mañana, la reunión de ayer dejaba claro que la intención del club es la de separar sus caminos y buscar un nuevo proyecto que renueve la ilusión y la ambición de la mano de Jorge Sampaoli , el escogido por la cúpula del club.