El Sevilla no activa palancas, se las lleva

¿Se me escucha? Qué tontería, si esto es prensa. Bueno, me escucharán en sus cabezas, je je. Discúlpenme, pero, como comprenderán, no estoy habituado a participar de este modo en los medios de comunicación. Me encuentro en mi casa, un coqueto chalet de Montequinto donde aprovecho para descansar y recuperarme de la lesión que padezco. Cuando me comunicaron que sufría una rotura muscular en la zona de los isquiotibiales, creí que el que se había lesionado era el fichaje nuevo, porque entendí Iscotibiales, pero no, la pupita me la había hecho yo. Y nada, aquí estoy viendo DAZN y con una bolsa de croquetas congeladas bajo el muslo derecho. Los médicos del Sevilla han incidido en la importancia de que la bolsa sea de croquetas y no de guisantes, yo qué sé, cosas de ellos.

A ver si mis compañeros son capaces de conseguir la primera victoria, que a Lopetegui se le está empezando a poner cara de Lotina. Lotinegui le dicen algunos en el vestuario, pero no a la cara sino de tangaos por detrás, que el míster parece tonto, pero tiene una mano que d e una guantá te pone a cantar bulerías .

Por parte del Almería, Sadiq, su gran amenaza, salía con una venda en la cabeza, como si tuviera una cinta de tenis en la frente. Si llego a jugar yo, le tienen que vendar al pobresito como a Tutankamon.

No me había dado tiempo a abrir el paquete de risquetos... que diga, de destapar el bote de réflex para aplicármelo sobre la zona de la lesión, cuando el Sevilla tuvo la primera ocasión. Un increíble pase de 40 metros de Rekik, que se lo he enseñado yo en los tres entrenamientos que he compartido con él, dejaba a Lamela solo frente al portero del Almería. El disparo del Coco lo detuvo Fernando, que tiene nombre de portero de toda la vida y del mejor mediocentro defensivo de la historia del Sevilla, compatriota mío.

El Sevilla vio pronto dos cartulinas amarillas por soltar los brazos en un par de jugadas. Lamela y Rekik tiene aún mucho que aprender de mí, que manejo mejor las manos que el de Art Atack . Yo soy capaz de tirarle de la patilla al rival, darle un chorlito en la oreja, meterle el meñique en un ojo y darle una colleja flojita sin que el colegiado sea capaz de apreciar nada.

Mira, acaba de fallar otra clara Lamela. Buena jugada del gominas, que le dejó el balón atrás al argentino y apareció otra vez el portero del Almería, del que no había oído hablar en mi vida y nada más que termine el partido estoy hablando con la embajada de Brasil en España para nacionalizarlo carioca y que juegue el mundial con la canarinha.

El fútbol es tan impredecible que un jugador pequeñito como Óliver puede hacerte un golazo de cabeza como el que, según me han dicho, marcó Luis Fabiano en la final de Eindhoven. Álex Telles se disfrazó de Dani Alves para ponerle un balón en la cabeza a O´Liveroso y que éste haga el 1 a 0.

En una primera parte donde mis compañeros lo habían hecho todo en ataque, llegó el momento del desconcierto en la defensa. Me quema la sangre viéndolo desde casa sin poder hacer nada. Primero, Rekik no está contundente en el despeje de cabeza. Luego, Fernando la caga dándole un pasecito al rival. Después le cae el balón al delantero chiquitito de ellos, que si lo cojo yo lo levanto metro y medio del suelo y, para terminar, Bono, que siempre está impecable, hace la del probe Migué (que no sale) y el Almería hace el empate.

Empate con el que se llegó al descanso. Yo llevo aquí apenas dos meses, pero a este equipo lo ha mirado un tuerto. Le cuesta horrores meter gol y ganar los partidos ya ni os cuento. A ver si en la segunda parte el tuerto mira pa otro laíto. No me dio tiempo a ir a la cocina a abrir unas patatitas... qué diga, a por unos gatorades para recuperar sales minerales, cuando Sadiq se marcó un carrerón por banda que Rekik no logró cogerle ni subido en moto.

A los pocos minutos, en una jugada por la misma banda, Robertone, que tiene nombre de tableta de chocolate que me empataba ahora mismo si no me estuvieran leyendo los preparadores físicos del Sevilla, ponía un pase de la muerte a Sadiq para que hiciese el 2 a 1. Lopetegui intentaba reaccionar volviéndose loco, es decir, jugando con dos delanteros, o intentándolo, porque el Almería seguía apretando. De hecho, Ramazani volvió a ponerse de gol, pero, esta vez sí, Bono detuvo la intentona del menudito delantero. El Sevilla estaba como Lopetegui en su época de colaborador televisivo, totalmente grogui, a punto de pegar un pellejazo contra el suelo.

Mientras tanto, el Sevilla seguía empeñado en hacer internacional a Fernando. El portero del Almería detuvo ahora un misil tierra aire de Delaney. Ya he mandado un Cabify para que recoja al arquero y empezar a hacerle el papeleo. El Sevilla lo intentó a la desesperada y estuvo a punto Rafa Mir de hacer el empate, pero el cabezazo se le marchó fuera. Si llega a estar en fuera de juego la hubiera mandado para adentro. Ahí, nunca fallamos.

Final del partido y nueva derrota. Un punto de nueve posibles. Nada, que voy a tener que recuperarme para empezar a repartir guantás, pero a mis compañeros, a ver si espabilan.

El tuitaso