Sevilla - Manchester City: Un monstruo viene a verte

Haaland, que lleva diez goles en seis partidos, principal amenaza en la Champions para un Sevilla preocupante

Haaland, en el entrenamiento de ayer del Manchester City M. C.

Con el peor Sevilla de los últimos años, a tenor de los resultados y datos que recuerdan que sólo en cuatro campañas poseía tan pocos puntos a estas alturas, tiene la afición nervionense un miedo irreconocible. Normal. Hoy visita el Sánchez-Pizjuán el Manchester City ... con su delantero Haaland a la cabeza , y dispuesto a hacer un roto mayor. Los ingleses, con los aires que sólo tienen los que viven en el triunfo, se personarán en Nervión en el que será el primer encuentro de la fase de grupos de la Liga de Campeones de los dos conjuntos. Pero lo harán de manera muy distinta. Mientras que en el City se vive en el optimismo a pesar del empate último y el punta noruego se lleva todos los flashes con sus goles, el Sevilla sigue tratando de levantar la cabeza y olvidar, aunque sea un poquito, este estado de ansiedad y dudas en el que se ha instalado desde principios de agosto. David contra Goliat, contra Haaland, o cualquiera de los que hoy Guardiola decida poner a jugar. El juego del City, con un punto más en lo físico, da miedo. Tienen soluciones para casi todo, y en casi todos los espacios de un terreno de juego, sobre todo en las áreas. Le suena, ¿verdad? En sólo cuatro partidos, el Sevilla ha dejado que sus carencias se conozcan. En Pamplona. En Almería. Y en el Sánchez-Pizjuán contra el Valladolid, y el Barcelona el pasado viernes.

El duelo ante los de Xavi debe servirle al Sevilla para entender lo que puede sufrir hoy ante los ingleses si no tiene un acierto mayor en el área rival, y si en labores de contención no consigue frenar las embestidas de los contrarios. No vale con hacer un partido de ocho. El Sevilla necesita un duelo sobresaliente a partir de las 21.00 ante su afición en el Sánchez-Pizjuán. Hacerlo perfecto le puede dar alguna oportunidad de doblegar al City. No vale perder el balón en el centro del campo, ni olvidar la posición del rival cerca del área, ni errar delante de Ederson si llega a tener alguna ocasión.

El encuentro de esta noche, mirado con lupa por cientos de millones de personas que siguen la actualidad y frescura de la Champions League, requiere a un Sevilla muchísimo mejor. Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que visitar el estadio Sánchez-Pizjuán era un suplicio para cualquiera. Y en la Premier League lo saben . El todopoderoso Arsenal de Wenger se fue de Nervión con un 3-1 en 2007. El Liverpool de Kloppp se fue con sólo un punto tras haberse puesto con un 0-3 en el descanso. Sevilla y Nervión siempre fueron sinónimos de dolor de cabeza para el rival. Los reportajes de la fuerza del equipo en Nervión se repetían con asiduidad, y los medios de comunicación internacionales se encargaban de analizar la estabilidad de un equipo emocionalmente muy fuerte para mantener el «nunca se rinde».

Hoy es noche de todo eso, de lo que ha faltado en los cuatro encuentros, exceptuando algunos minutos buenos. Contra el Barcelona, de hecho, y hasta que llegó el primer tanto, el de Raphinha, a los sevillistas sólo les faltó el gol. Las triangulaciones rápidas fueron continuadas con un estelar Isco, rey del pase. Junto a Carmona, el canterano que no para de tener muy buena pinta cada vez que juega de central o la derecha, el malagueño fue una de las pocas notas positivas que dejó el encuentro ante el Barcelona. El delantero, a medida de que ha ido ganando en lo físico, dejó destellos en modo de pases al hueco. Pero debe ir a más. Como los puntas. Si bien Lopetegui no ha querido dar ninguna pista durante estos días, no habría que descartar que fuera Rafa Mir el que juegue como referencia arriba.

El murciano, que no jugó nada ante el Barcelona, se ha entrenado con normalidad, y podría estar preparado para «pelearse» con los defensas del City. En las bandas, Lamela, que ha jugado en varias ocasiones contra el City en la Premier, podría salir de nuevo si remiten sus molestias físicas , ídem que Álex Telles, rival de los de Guardiola en los últimos años con el Manchester United. Sea como fuere, y con los problemas añadidos del Sevilla para hacer un once competitivo, sobre todo, en labores defensivas, el equipo está concentrado y preparado para afrontar una nueva final. La imagen de la grada de Gol Norte aplaudiendo y cantando al término del partido ante el Barcelona no se les ha olvidado a algunos, y sienten que deben responder a lo grande. El escenario, en casa, con la motivación a tope, con la musiquita y luces de la Champions, no puede ser mejor. Otra cosa es el rival, el poderoso City, construido con dinero y más dinero y la sapiencia de Guardiola. O también el propio Sevilla. Para qué nos vamos a engañar, un equipo miedoso y que cada vez que recibe un golpe parece entrar en fase de desquiciamiento.

El reto para el Sevilla esta noche es muy claro, pasar del insuficiente de las cuatro primeras jornadas a un sobresaliente inmaculado en el primer acto de la Champions. Sólo así podrá disponer de alguna oportunidad para sacar algo positivo de la visita del Manchester City.

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