Sevilla FC

Las líneas claras del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán

A la espera del informe de Legends, la idea de base explota el concepto urbano con un aforo para 50.000 espectadores

Vanguardia, máximo confort para los aficionados y servicios: la unidad de negocio generaría ingresos todo el año

Panorámica del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán durante los preparativos para la final de la Europa League EFE/Julio Muñoz

Fran Montes de Oca

El sevillismo aguarda expectante el informe de la consultora Legends sobre el estadio y el grado de aplicación que club le da al mismo para reformar o proyectar la construcción de un nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán . Será cuestión de días y lo lógico ... es que en el próximo mes de julio el planteamiento quede ya definido y pueda ver la luz con detalles. En este sentido, el comité ejecutivo del club fijará antes una nueva reunión inminente con la asociación Accionistas Unidos del Sevilla FC para tratar de manera específica las opciones de futuro del Sánchez-Pizjuán, toda vez que este colectivo (que ha presionado desde el principio para modernizar el estadio) fue el que consiguió en el marco de la pasada junta de accionistas el compromiso de la entidad para techar el coliseo de Nervión o empezar de cero con una nueva infraestructura que contemple, por supuesto, la demandada cubierta.

Todo va a depender de las claves del proyecto que le presente al club la consultora internacional, si bien entre el comité ejecutivo y los accionistas hay varias líneas que parecen meridianamente claras y que han de cumplirse. En cuanto a la capacidad, las primeras ideas esbozadas, y a falta de la conclusión de Legends, recomiendan que el nuevo estadio sevillista ronde o no exceda los 50.000 espectadores. La tendencia general en el fútbol y la evolución de las tecnologías y los medios de comunicación hacen aconsejable no incrementar demasiado esa cifra. En la Premier, por ejemplo, estadios de equipos punteros como el Liverpool o el Manchester City se sitúan entre los 50.000 y los 55.000 asientos.

También es una línea roja el concepto de estadio urbano. En ello coinciden prácticamente todos los actores implicados. El propio presidente, José Castro, dejó claro en ABC de Sevilla que la casa de los sevillistas debe estar siempre en Nervión. La actual ubicación céntrica del estadio es un factor importante de presente, pero también clave en cuanto a los usos y la explotación de futuro que se le quiere dar a la infraestructura. A este respecto, no sería tan rentable el concepto del nuevo Sánchez-Pizjuán en un entorno interurbano como pudieran ser, como ejemplo, los terrenos de la ciudad deportiva. Se pretende evitar, por tanto, un caso como el del Wanda Metropolitano en Madrid, muy alejado del casco urbano. El Sevilla FC quiere y debe seguir estando en pleno corazón comercial y administrativo de la ciudad. El nuevo estadio apunta a convertirse en una unidad de negocio que oferte servicios, más allá de los partidos de fútbol, durante 365 días al año.

Haya estadio nuevo o reforma integral, otra premisa obligada es la de la modernización y comodidad, aspecto por el que empujan especialmente los pequeños accionistas y socios. En definitiva: asientos más espaciosos, filas amplias y accesos múltiples a la localidad. Sea como fuere, el club ha de tomar primero la decisión más crucial: una reforma total o derruir el actual estadio y levantar uno nuevo sobre los actuales terrenos. La segunda opción sigue siendo la más viable. Sencillamente porque una reforma integral, aparte de resultar muy costosa, no mudaría la vieja estructura y precisaría después de otras dos macrointervenciones de mucho calado, como son la instalación de la obligada cubierta y, posiblemente, un tercer anillo en subterráneo, hundiendo el actual terreno de juego, para ganar capacidad.

En lo relativo a la ejecución de las obras, el club ya ha planificado la posibilidad de seguir jugando en su estadio mientras se lleven a cabo las intervenciones. Sin embargo, esta opción que se contempla implica igualmente importantes costes en materia de seguridad y organizativa, además de una serie de incomodidades evidentes para los socios y aficionados. Técnicamente es posible, pero no parece a priori lo más razonable. Tanto si se ejecuta una obra nueva como una profunda remodelación, se presenta como alternativa más que viable el traslado temporal al Estadio de la Cartuja.

Dependiendo de la dimensión del proyecto que elija el club, el Sevilla FC podría estar jugando de dos a tres temporadas en el coliseo cartujano. Es ahí donde entran de nuevo grupos como Accionistas Unidos para reclamar que, si se da esa tesitura, se acondicionen debidamente los accesos y comunicaciones al estadio olímpico para garantizar a todos los sevillistas una movilidad fluida los días de partido. Los últimos grandes eventos celebrados allí han corroborado las virtudes de la infraestructura para albergar citas de gran nivel, pero por el contrario volvieron a evidenciar significativos problemas de tráfico y transporte.

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