Sevilla - Girona
Mendilibar también sufre resacas (0-2)
El Sevilla rompe su racha triunfal y cae ante un ordenado Girona que sí busca ya los puestos europeos. El técnico sevillista reacciona tarde a su error de alinear a un inoperante Papu Gómez
Ocampos protesta al árbitro ante la mirada de Gazzaniga
Hay borracheras que provocan duras resacas. El entrenador del Sevilla ha demostrado este lunes que no es inmune a ese pernicioso efecto del jolgorio y que la fiesta de la que ha venido disfrutando por méritos propios tiene también resquicios traicioneros en cuanto uno se ... despista y no está atento a lo que toma. Esta vez ni él ni su equipo lograron mantenerse en pie y caminar un par de metros en línea recta frente a un Girona muy bien plantado, ordenado, curtido y eficaz que puso imposible enlazar un éxito más. Sobre todo porque el planteamiento inicial de los locales tampoco fue acertado y cuando se quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Ni Papu Gómez está para aportar soluciones en un sistema de la velocidad y el utilitarismo del usado por el vasco ni en el tramo final del choque el aluvión de balones colgados desde las bandas puede hacer mella en un oponente que espera paciente a despejar por arriba sin problemas. Demasiado básico esta vez.
El golpe a la ilusión por la escalada clasificatoria es duro porque llegaban los de Nervión con una racha de tres triunfos consecutivos en Liga y con un entrenador invicto que sumaba cinco victorias y dos empates desde que fuera presentado como relevo de Sampaoli, pero quizás el 'azúcar' había sido excesivo y el enemigo de esta vez, muy bien pertrechado por Míchel y con calidad más que suficiente, conocía bien los caminos para detener al cuadro sevillista, más lento y menos atinado que en los partidos anteriores.
Sorprendentemente, el técnico vizcaíno diseñó un once al que volvía meses después el Papu Gómez -su última titularidad fue en el derbi, el 6 de noviembre- en teoría para tener más la pelota y ganar en generación de fútbol ofensivo, quizás el único lunar de esta nueva etapa; con dos bandas muy profundas con Ocampos y Bryan Gil por las que, finalmente, se intentaba casi todo al estar bastante perdido el argentino. Al equipo le costaba un mundo mantener la posesión e hilvanar juego fluido frente a la presión catalana y la enorme habilidad posterior para mover el esférico de Riquelme y Castellanos, los dos mejores futbolistas rivales. De sus botas, de hecho, llegó peligro desde el principio y trabajo a destajo para los centrales. Uno de ellos, Gudelj, muy condicionado por una amarilla desde el minuto 4. Llegaba con más claridad a la zona de la verdad el conjunto visitante y en el minuto 22, un córner lanzado hacia el segundo palo precisamente por Riquelme se lo tragaba Dmitrovic sin que ningún compañero, especialmente Acuña, lograra tampoco despejar ante la llegada inapelable de Juanpe, que con su derechazo sin dejar caer el esférico ponía el 0-1. Antes, los sevillistas habían pedido penalti por un pisotón a Ocampos tras un despeje y los amarillos exactamente lo mismo por un desvío a córner de Gueye que arrastraba al oponente cuando se iba al suelo. Ni el árbitro ni el VAR reparaban en nada punible, aunque en la primera de las acciones bien pudo señalar una pena máxima que habría cambiado mucho el duelo.
Los de Nervión agotaban sus recursos siempre por el mismo sitio, intentos de acceso por los costados, muy bien tapados por los defensas gerundenses. Obligados en todo momento al pase largo, en uno de ellos, en el minuto 35 de Montiel desde la derecha, estuvo a punto de llegar el empate, pero el zurdazo a bocajarro de Bryan Gil lo detuvo con agilidad felina Gazzaniga. El barbateño tuvo otra tres minutos después en una incursión, pero también lo echó fuera. Espeso y previsible, sin capacidad alguna de desborde, el Sevilla se fue al descanso con derrota por la mínima que pudo ser peor si, en el 45, Riquelme coloca entre los tres palos un buen chut que se fue ligeramente alto con el que había culminado un contragolpe tras recortar a Montiel.
Atasco por el centro
Empecinado, Mendilibar no movió ficha en el descanso a pesar del evidente atasco por el centro y la inoperancia de Papu, manteniendo en el campo a los mismos hombres en busca de alguna grieta del entramado defensivo del rival. No era posible. Con todo, Suso, Rakitic y Lamela calentaban dejando patente la necesidad de soluciones diferentes en el centro del campo ante la ralentización de las acciones que provocaba el fútbol de Papu hacia ninguna parte. Cuando quiso reaccionar el entrenador del Sevilla, su equipo ya tenía dos goles que remontar. Y ni siquiera fue en una contra visitante sino en una jugada pésimamente defendida. El fallo de repliegue y la actitud contemplativa de los zagueros la aprovechó Riquelme para llegar al borde del área y lanzar un derechazo magnífico al larguero. El rechace cayó a los pies de Tsygankov, que cedió a Castellanos para que éste remachara con un zurdazo imposible para el meta sevillista. Con el 0-2 se actuó desde el banquillo local y quitó del campo a Papu y Fernando, inoperantes. Entraron Rakitic y Suso, quien nada más pisar la hierba ya vio puerta con un buen zurdazo bloqueado por el arquero al que respondió el Girona con una gran contra rematada fuera de cabeza por Castellanos.
Con Suso en el terreno de juego, al menos se generaron más acciones claras de ataque al imprimirle el gaditano un juego más vertical por el centro y mejores conexiones con las ofensivas por las bandas. A falta de un cuarto de hora entró también Rafa Mir en lugar de Gueye y cinco minutos después a Lamela por Bryan Gil para echar el resto a la desesperada. Pero la vieja fórmula de los centros laterales y balones parados colgados al área pequeña no iban a funcionar siempre y este lunes no era, desde luego, el día de consagrar ese pragmatismo, derrotado ante la eficacia defensiva de un Girona que sí busca ya los puestos europeos y que saca al Sevilla tres puntos (más uno del emparejamiento particular). La ilusión de la remontada ha sufrido un frenazo, pero si se mira un poco atrás y se recuerda dónde se estaba hace apenas unas semanas...
Renovación automática | Cancela cuando quieras
Ver comentarios