Sevilla - Getafe: el triunfo del dominio silencioso (1-0)
El conjunto de Julen Lopetegui se impuso con un gol de Rafa Mir en un nuevo ejercicio de control del rival
Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Rafa Mir ante el Getafe
Suma y sigue del Sevilla FC , que volvió a lograr un nuevo triunfo en esta temporada en la que está llevando con enorme entereza cualquier adversidad que le venga. El conjunto de Julen Lopetegui volvió a ejercer ese dominio silencioso que ... lo caracteriza, ese que parece que no es brillante, pero que es todo lo contrario, puesto que domina todos los conceptos del juego para hacer que un equipo correoso y bien trabajado como el Getafe apenas tirase una vez a portería. Un gran gesto técnico de calidad de Rafa Mir le dio el triunfo a los sevillistas, que afrontar el derbi de la Copa del Rey del próximo sábado como segundos en la tabla clasificatoria.
El once de Lopetegui salía de inicio con la novedad principal de Fernando, que volvía al once titular tras sus problemas físicos. El Sevilla salió dominador, aunque sin crear excesivo peligro. Y cuando lo hizo, fue en un gol anulado a Rafa Mir por fuera de juego claro. Sí fue claro un error de Koundé , que se confió sacando el balón y provocó una ocasión que abortó a última hora, providencial, Fernando. El duelo entró en unos minutos de precipitación, de prisas en uno y otro lado, que provocaban pérdidas y errores indeseados. Acuña solventó uno de ellos que dejaba a Enes Unal solo con Dmitrovic .
Y el tanto inaugural llegó de la manera más insólita. Ocampos se llevaba la pelota medio de rebote para poner un centro al área que Rafa Mir tocaba con la espuela para sorprender a un David Soria al que se le colaba el balón entre las manos para ver cómo encajaba el 1-0 para los de Lopetegui. La parte más complicada estaba hecha, ya que el Getafe venía con una racha defensiva nada desdeñable. El Papu Gómez también estuvo cerca de conectar con Rafa Mir en un disparo cruzado que casi toca el murciano con la punta de la bota.
El gol le dio confianza a un Sevilla que dominaba con más sentido el juego, no de la forma alocada de antes. Eso sí, el duelo se perdió en caídas en el área de Ocampos, y otras más dolorosas como la de Koundé que alargaron el tiempo acumulado del primer acto. Sólo una falta de Jordán que se marchó alto fue digno de mención hasta la marcha a vestuarios. Koundé acabó renqueante tras una mala caída y el inicio del segundo acto ya mostró que el francés no pudo continuar y se quedó en el vestuario para dejar su sitio a Gudelj , que ocupó su posición.
Arrancó el segundo tiempo como le suele gustar a este Sevilla. Con la ventaja en el marcador, dominaba el juego, impedía las contras de su rival y percutía por las bandas en busca del segundo tanto que le diera la tranquilidad. A los 60 minutos Óliver Torres dejaba su sitio en el campo a Rakitic . Hombre por hombre. No ocurría nada digno de mención cerca del área, lo cual no desagradaba al Sevilla y no parecía angustiar mucho al equipo de Quique Sánchez Flores, que prefería ser paciente o, simplemente, no le dejaban ser algo más en el partido.
Casi encuentra el tanto de la tranquilidad el Papu Gómez en una acción personal que acabó con un disparo muy cerca del palo derecho. Marcos Acuña se gustaba por su banda, sobrado hoy, arrancando la ovación del público de Nervión. A pesar de todo, estaba en la grada ese clásico runrún del que no las tiene todas consigo. Esa especie de dolor preventivo por lo que pudiera ocurrir. Sobre todo porque las fuerzas al final iban a ser mayores en el Getafe, más fresco durante la semana. La entrada de Vitolo al campo terminaba de añadir picante al asunto. La bronca al canario debió sonar en media ciudad. No ocurrió nada más desde ese instante, porque el Sevilla así lo quiso, porque domina siempre, o casi siempre, desde el silencio, para llevarse siempre la victoria. Ahora, el derbi de la Copa del Rey, casi nada.
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