Sevilla FC Femenino: El día a día de un equipo profesional
Las jugadoras del Sevilla entrenan cinco días en semana en la ciudad deportiva
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Iniciar sesiónEl reloj marca las ocho de la mañana cuando comienzan a llegar los componentes del equipo femenino del Sevilla F. C. a las instalaciones de la ciudad deportiva José Ramón Cisneros Palacios. No son las jugadoras las primeras en aparecer, es el cuerpo ... técnico. «Somos los primeros en llegar», señala el médico del equipo Julio Llamas . «Esperamos a las chicas en consulta por si tienen alguna patología o han tenido algún mal por la noche». Las chicas suelen llegar sobre las nueve o nueve y media de la mañana. Algunas desayunan allí casi a diario, mientras que otras llegan directamente para el entrenamiento. Antes de salir al campo las futbolistas realizan un preentreno con la fisioterapeuta Carmen Márquez . «Dependiendo de las necesidades de cada una hacemos un poco de movilidad o tratamiento que no interfiera en el desarrollo posterior de trabajo», comenta. A las diez y media las jugadoras se dirigen al campo de entrenamiento. Los miembros del cuerpo técnico las esperan con todo preparado para la sesión. Mientras se cambian el calzado, charlan y bromean con el entrenador, Cristian Toro . Como cualquier equipo de fútbol, antes de comenzar los ejercicios, reciben una charla del técnico, en la que les da indicaciones sobre el entrenamiento que realizarán. Cuando el argentino acaba la charla, el preparador físico, David Barrachina, reparte a las jugadoras en dos equipos para el trabajo que van a realizar.
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Comienzan con el calentamiento, carrera y movilidad para preparar los músculos y articulaciones para el trabajo físico. Como esta semana no tienen partido, la sesión discurre de un modo más distendido y el trabajo se centra más en juegos que mejoran la coordinación, la colocación, la reacción. Empiezan con un poco de fútbol-tenis, un ejercicio que consiste en pasar el balón de campo a campo por encima de una red. La dificultad añadida del ejercicio es que una vez ganen un punto tienen que cambiar de campo, tienen dos redes para jugar. Durante todo el ejercicio reciben indicaciones del entrenador que va animando y presionando a las futbolistas para comprobar su reacción. Después pasan a otro juego, esta vez con porterías, pero jugando con las manos. Posteriormente, disputan un partidillo amistoso en el que ponen en práctica aspectos tácticos del juego. Mientras están en el campo siempre están supervisadas por miembros del departamento médico por si necesitasen asistencia en algún momento de la sesión, o por si alguna necesita un trabajo específico con el recuperador.
Una vez concluido el trabajo de campo, las jugadoras se marchan al gimnasio que comparten con el resto de futbolistas de la cantera del Sevilla. Ya ha pasado el mediodía. Allí realizan trabajos de fortalecimiento y de recuperación. El esquema de trabajo que desarrollan es prácticamente el mismo que realizan los chicos. «Los tipos de tarea y las situaciones son las mismas y el tiempo de entrenamiento igual, sólo controlando el tipo de carga y las intensidades», señala Cristian Toro.
Con un poco de suerte, y si no requieren de atención médica, las chicas finalizan el trabajo sobre la una de la tarde, hora a la que algunas se marchan corriendo para comer e ir a clase mientras que otras tendrán que ir a trabajar, no sin antes preparar un batido de suplemento nutricional, que les proporciona David Martos, el nutricionista del equipo. «La labor de la suplementación en este caso es para favorecer a su recuperación y su rendimiento deportivo. También hay casos diferentes en los que habría que suplementar en función de si necesitan determinados requerimientos de vitaminas y demás», afirma.
Algunas volverán a pasar por las manos de la fisioterapeuta. «El postentreno es en función de las demandas de cada una o si necesitan algún tratamiento. Algunas jugadoras llegan a pasar hasta dos horas y media al día conmigo», señala Carmen Márquez. «El fútbol femenino ya es profesional por suerte y ellas se dedican a esto y eso implica un cuidado del cuerpo especial . La atención y el tiempo que se le dedica es el mismo».
Las futbolistas tienen revisiones de peso y composición muscular al menos una vez al mes, como el resto de jugadores de la cantera. «Controlamos que estén un peso óptimo de competición, que tengan una composición corporal adecuada y un porcentaje de grasa adecuado a su peso para favorecer su rendimiento», señala el nutricionista.
Cuando se marchan de la ciudad deportiva siguen conectadas a su trabajo como deportistas, pues lo que coman y lo que descansen influye en ello. «Intentamos inculcarles la importancia que tiene una alimentación saludable en su día a día, qué comer y cuándo comer. También qué es importantísimo antes de entrenar, durante, después del entrenamiento y del partido. Les damos unas pautas a principio de temporada que se adecuan a sus gustos o necesidades a lo largo de la temporada».
También tienen disponible a los médicos a cualquier hora por si surge alguna molestia o dolencia que les pueda afectar. «Una vez que finaliza el entrenamiento es más difícil que haya cualquier patología osteomuscular, pero una fiebre, dolor de garganta o una gripe eso es más habitual. Raro es el día que no viene alguna que tiene algo de esto», puntualiza el doctor Llamas.
Entrenan cinco días en semana, juegan partido uno y descansan otro, pero para las futbolistas no es ningún sacrificio, les gusta lo que hacen y disfrutan entrenando, como dice una de las porteras sevillistas, Noelia Ramos: «Trabajamos y dedicamos el mismo tiempo que le pueden dedicar los chicos, pero haciendo lo que te gusta pasa muy rápido el tiempo y cuando te das cuenta ya estás acabando tu jornada».
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