Erik Lamela, su feliz reencuentro con el gol y una doble meta a lograr

El tanto de Lamela le sitúa al frente de la tabla de goleadores del Sevilla, empatado con su compañero Rafa Mir , sin ser el delantero centro en ninguna de las ocasiones en las que hizo alguno de sus tantos. Es la habilidad que tiene el argentino, la que todos ansían explotar para sacar lo mejor de él en pro del equipo. Calidad en el pase, no exento de regate y con un gran remate con ambas piernas, los cuatro goles le sitúan a uno solo de mejorar la mejor cifra anotadora en una temporada liguera con el Tottenham . Con el conjunto inglés logró perforar la meta rival en un total de cinco ocasiones en la temporada 2015-16. Eso sí, el gran reto del canterano de River Plate es acercarse a su mejor temporada anotadora en su carrera, precisamente la que le propició que el Tottenham hiciera un esfuerzo económico para llevárselo de la Roma . En aquella campaña 2012-2013 acabó la Serie A con un balance de 15 goles en los 33 partidos que disputó, casi a medio gol por partido.

Los cuatro goles que suma hasta el momento no le sirven para ganarse un puesto de inicio en el esquema habitual de Julen Lopetegui , que suele optar más por un equipo titular con Suso y Ocampos . Precisamente al gaditano sustituyó en Mallorca un Lamela que intenta ganar protagonismo y más minutos en el Sevilla. De los 10 partidos que suma hasta el momento, sólo ha sido titular en tres de ellos . Jugó de inicio en el empate ante la Real Sociedad, en la victoria ante el Valencia y en la derrota en Granada. Salvo ante el conjunto de Bordalás, en los otros dos no tuvo su mejor versión, algo que le sirvió para ser reemplazado en el descanso en San Sebastián, y en el minuto 64 en el Nuevo Los Cármenes. Esto pone de manifiesto también que sus goles los ha logrado saliendo al terreno de juego como revulsivo, un rol que le gusta a Lopetegui cuando el equipo adversario está cansado. Aprovecha así la rapidez, el regate y el disparo de Lamela para romper los partidos en su favor. Obviamente, para la ambición de un futbolista, el papel de revulsivo no es del agrado si es mínimamente ambicioso, porque desea jugar la mayor parte del tiempo.

De hecho, Lamela está cansado de esa etiqueta de revulsivo que arrastra de su poca continuidad en sus últimas campañas en el Tottenham. En Sevilla ha entrado con buen pie pero su reto está en seguir ganando más opciones de agarrar el «peto» de titular en los entrenamientos previos a los partidos. Por ejemplo, en partidos como el del próximo martes ante el Lille en la Liga de Campeones , competición en la que fue titular por última vez justo días antes de que se parase el fútbol por la pandemia por la Covid-19. Fue en un RB Leipzig-Tottenham que culminó con un contundente 3-0 para los germanos.

Una meta mucho más lejana para Lamela está a nivel nacional. Lionel Scaloni ha demostrado que confía en un grupo ya consolidado, sobre todo tras la conquista de la Copa América, pero hay cupos que siempre dejan la posibilidad de entrar a jugadores que estén destacando en sus clubes. Eso sí, no es muy probable que el seleccionador de la albiceleste llame a un jugador que no es titular habitual en su equipo, por lo que deberá revertir primero la situación en su club para poder tener opciones de cara a un Mundial para el que cada vez quedan menos opciones. Sea como fuere, Lamela se está reencontrando con el gol, y esa era su primera meta a lograr.