Contrastes de un año atípico

En las 17 jornadas disputadas en la segunda mitad de LaLiga Santander el Sevilla suma hasta el momento 25 puntos , fruto de cinco victorias, diez empates y dos derrotas. Unos números pobres y propios de equipos que merodean por la zona media de la tabla que han frenado la espectacular primera vuelta de los de Lopetegui. Esos 25 puntos convierten (a falta de lo que pase en las dos últimas jornadas) esta segunda mitad de temporada en la tercera peor de la última década . Para localizar dos campañas cuyas últimas 19 jornadas fueran menos prolíficas en puntos hay que irse a la 2015-16 (año que acabó con un título de la Liga Europa ante el Liverpool), con Unai Emery en el banquillo, en la que el Sevilla sumó 23 puntos . La siguiente menos productiva fue la de la 2011-12, en la que aquel equipo entrenado por Marcelino , primero, y por Míchel después sumó 24 puntos.

Más que la caída de puntos del Sevilla de esta segunda vuelta, lo que más está preocupando a dirigentes y aficionados es el claro descenso de prestaciones del equipo, que no da la sensación de ser claramente superior a rivales inferiores, cuyo juego se ha vuelto poco reconocible y que ofensivamente le cuesta un mundo hacer un gol.

Pero los datos, como decíamos al principio, tienen muchas interpretaciones, y siempre se pueden sacar aspectos positivos de la marcha de un Sevilla que, no hay que olvidarlo, está a un único punto de cerrar su tercera clasificación consecutiva para la Liga de Campeones. Y es que el conjunto de Nervión también está completando la temporada con menos derrotas cosechadas desde la liga de 20 equipos. Por comparar con lo más reciente, el equipo de la pasada temporada, que también merodeo mucho tiempo la pugna por LaLiga, acumuló un total de nueve derrotas, cifras a las que esta temporada no se va a acercar por muy mal que le vaya en este colofón. Con Juande Ramos , cuando estuvo a dos jornadas del final peleando por ser campeón del torneo de la regularidad, también fueron nueve las derrotas cosechadas. ¿Y dónde está el problema? Pues, obviamente, en los empates. Es la campaña con más partidos saldados con reparto de puntos de la última década (15). Sólo la 2019-20, la primera de Lopetegui en el Sevilla, se le acercó con 13 empates en 38 jornadas. Por más que no sea perder, tampoco es ganar y los dos puntos de margen respecto a un triunfo influyen en la consecución o no de los objetivos.

Con estas circunstancias, el Sevilla afronta la visita al Wanda Metropolitano con la mente puesta en lograr el triunfo o, como mal menor, engordar esa cifra de empates que, sin ser el mejor resultado, si le daría el respiro de alivio de un objetivo cumplido, y propiciaría una última jornada de relax ante el Athletic . Una derrota (acompañada de una victoria del Betis ) sí que sería un caldo de cultivo demasiado tentador para el triunfo del estado de nerviosismo del Ramón Sánchez-Pizjuán al que nadie quiere llegar. Los números en el recinto del conjunto rojiblanco no son los más alentadores, como bien recordó el propio Sevilla, que tuvo que cambiar el enfoque de su noticia en redes sociales al «desanimar» a sus seguidores al recordarles que eran ya 13 los años que acumula el conjunto de Nervión sin ganar al Atlético en su estadio.

Los balances y la búsqueda de culpables de esta caída de prestaciones del equipo se hará concienzudamente una vez se logre el objetivo primordial de un club que siempre eleva su exigencia y que hizo una apuesta importante en invierno por dar un pasito más en esa exigencia que ahora no desean para no cargarle una presión a los jugadores que saben que se juegan mucho en estos dos partidos. Monchi no se ha puesto a cerrar reuniones con agentes ni nada a la espera de lo que ocurra tras la jornada 38, pero entonces será el momento de tomar decisiones con la plantilla, cuerpo técnico y directiva. Por el momento, la clave está en Madrid, nada más.