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Sevilla - Betis: El derbi de las 1.000 palabras

Lopetegui, en el Sevilla, y Joel Robles, en el Betis, 'narraron' un encuentro marcado por En-Nesyri con su gol

Los jugadores del Sevilla hablan con Mateu Lahoz MANUEL GÓMEZ
Roberto Arrocha

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Fue el partido de las 1.000 palabras. De las gafas de En-Nesyri . Del contraste entre la locura de Lopetegui y el perfil reflexivo de Pellegrini. De la raza del Sevilla y del empuje del Betis ... para intentarlo hasta el final. Del show de Mateu Lahoz (¡vaya personaje!). Aún debe resonar en el Sánchez-Pizjuán el grito del colegiado valenciano al técnico sevillista cuando ni siquiera se había llegado al minuto cinco: «Julen, Julen; todos callados. Mandas tú», le dijo desde el centro del campo mientras que Ocampos y Canales, muy cerca, miraban con sorpresa. Mateu Lahoz, en su salsa. En el tercer derbi sin público, el segundo en el Sánchez-Pizjuán, el fútbol se volvió a escuchar. El partido, desde el césped, fue narrado en el Betis por Joel, ávido por adelantar a sus compañeros lo que podía pasar: «Atentos al Papu», o «encara, Emerson, encara» fueron algunas de las reflexiones que hizo en voz alta. Sin embargo, nada pudo hacer cuando vio llegar a En-Nesyri como un autentico poseso cerca de su área y decidió ir a buscarlo para cortar una jugada que había iniciado Navas. En una acción que no parecía traer mucho peligro, y que se inició con un robo de balón por parte del Sevilla, el capitán le echó el balón al marroquí para que hiciera lo que más le gusta, correr con espacios, y romper la bien plantada defensa del Betis. Con el único gol del partido los gritos que más se escucharon fueron los de Lopetegui. Revolucionado, y tras permanecer de pie prácticamente todo lo que se llevaba de partido, 26 minutos, Lopetegui lanzó un grito de los que dejan marcado a cualquiera que tengas al lado. Los suplentes, a varios metros y en la grada, se levantaron ipso facto para ver cómo En-Nesyri hacía el gesto de unas gafas. El delantero, parco en palabras, apenas se atrevió después a mirar con disimulo a sus compañeros mientras era abrazado.

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