Sevilla - Athletic Bilbao: Hasta donde duró el físico y el fútbol (1-1)

Una segunda lectura puede ser que en tan sólo dos jornadas de trabajo al de Casilda al menos le ha dado para levantar anímicamente al grupo. Tras lo visto en el inicio del partido de ayer. Por momentos, parecía un Sevilla totalmente distinto. No sólo por el gol inicial, sino también por el juego. Había mejor colocación de los jugadores en el terreno de juego. Se veía más verticalidad de centro del campo hacia adelante y también acciones al primer toque. Decía Sampaoli en su primer mensaje a la plantilla antes del entrenamiento del jueves que el equipo tenía que jugar mejor. Y en esos primeros veinte minutos de juego se veían cosas positivas.

Pero el físico que ha heredado de la etapa de Julen Lopetegui el preparador santafesino hizo que el Sevilla fuera perdiendo fuelle, también en lo mental, que además afectó a los conceptos futbolísticos. No se alocó su equipo sobre el terreno de juego, pero sí que fue perdiendo metros hasta ser arrinconado durante varias fases, principalmente en los segundos cuarenta y cinco minutos, por el rival. A esto también colaboró Sampaoli. Porque hizo sustituciones, con el momentáneo 1 a 0, para colocar una defensa de tres centrales y un carrilero en cada banda, que además de mandar un mensaje al equipo contrario de que el Sevilla daba un paso atrás, hicieron que el rendimiento global de sus futbolistas fuera empeorando con el paso de los minutos.

Otra lectura es que cualquier mejoría, en este caso muy necesaria, es mejor empezar a hacerla con una victoria o, como poco, con un empate. Sin perder, al menos. Tiene mucho trabajo Sampaoli por delante, pero no es menos cierto que con los pequeños brotes mostrados en el partido de ayer ya es un pequeño paso adelante, además, en una fase de la temporada con partidos cada tres o cuatro días entre LaLiga y la Liga de Campeones, y la Copa del Rey, puesto que antes del parón por el Mundial de Catar, el Sevilla tendrá que afrontar su primera eliminatoria copera el fin de semana del 11, 12 ó 13 de noviembre.

Ante el Athletic, el inicio fulgurante del Sevilla de Sampaoli le permitió ponerse 1-0 en el minuto 4 de juego gracias al tanto de Óliver Torres -sin ficha para la competición continental-. E incluso, también, para que el Papu Gómez tuviera un mano a mano con Unai Simón, que el portero internacional con España resolvió saliendo a los pies del argentino y salvando el tanto con su cuerpo. Pero ahí se acabó el Sevilla. El partido fue cayendo de lado vizcaíno por acumulación de ocasiones. Dmitrovic y la defensa nervionense aguantaron todas las andanadas posibles. Marcao, que debutó y jugó el partido completo, tapó algún disparo peligroso. Excepto el de Vesga que empató el choque. Al final, tras la roja a Ander Herrera, el equipo sevillista dispuso de una falta al borde del área que Lamela mandó al limbo.