El rincón de Cazón Palangana
Betis - Sevilla: Esta peli ya la he visto
Como Gladiator, la he visto 20 veces y la sigo disfrutando
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Iniciar sesiónSi creyera en la reencarnación estoy seguro de que hoy me tocaría ser oveja. He sido agraciado con una de las 600 entradas que ha sorteado el Sevilla para acudir al estadio del Betis y nos lleva la policía de paseo guiándonos con sus caballos ... y sus porras (las de la policía). Al pasar por el murito de Bami conviene llevar casco porque, como si del Gran Poder se tratara, nos llueven los pétalos desde el otro lado del murito, pero en forma de pequeñas piedras que los chavales nos lanzan con todo su cariño. Ya en la fuente de la avenida de La Palmera, detrás del que fuera el Don Ángelo, comienzan las carreritas y las posteriores aglomeraciones a las puertas del estadio, como si de histéricos fanes de Justin Bieber se tratara. Una carrerita por la escalera aguantando la respiración para llegar arriba con los ojos como Pellegrini por los gases lacrimógenos, y a berrear por tu equipo y por los tuyos.
Si el Sevilla normalmente tiene menos gol que el Osasuna, hoy menos. Ni En-Nesyri ni Suso podían ser de la partida por sendas lesiones. Hoy se confiaba en la magia de Lamela y Ocampos, en la sevillanía de Rakitic y en el acierto de Patrico Mir.
Comenzaba el Sevilla con la personalidad del que sabe que va a ganar, de hecho Koundé, hoy con las trencitas del mulato de Orishas, hacía una filigrana para irse de un delantero del Betis y sacar el balón jugado. El conjunto sevillón parecía entrenado por Xavi, tocando y tocando. En una buena salida de balón, Rakitic le escondió el balón a Guido que, deslizando como un chiquillo en una rampa de Sierra Nevada, le hizo un entradón que le costó la primera amarilla del encuentro.
La primera gran oportunidad del partido llegó con un centro chut de Ocampos que paró Claudio Bravo, que es muy bueno a pesar de cumplir esta semana 78 años. Diego Carlos, celoso por la amonestación de Guido, salió a por un mandao a destiempo y vio la primera cartulina amarilla del Sevilla.
A pesar del dominio insulso del Sevilla iba a ser el Betis el que se iba a poner por delante. Un pase en profundidad dejaba a Bellerín, que lleva el pelao del cantante de Los Delinquentes, y que batía a Bono por donde arrastran las sotanas. El Betis se habría adelantado en el marcador si no fuera porque está prohibido marcar en posición antirreglamentaria.
Antes del descanso el Betis se iba a quedar con uno menos en Canarias. Guido, que debía haber aparcao en Manuel Siurot en doble fila, se iba a ganar la segunda amarilla para irse antes de tiempo al túnel de vestuarios. Con los equipos desequilibrados, como una mesa de bar coja, llegaba el descanso.
Como dijo aquel, con uno menos se juega… peor. El Sevilla salía en la segunda parte dominando y llegando. Acuña, que parece que tiene la derecha solo pa apoyarse, probaba disparo con la diestra desde fuera del área haciendo intervenir al abuelo Bravo. En el segundo intento de mi huevito, golazo del Sevilla. Acuña aparecía corriendo desde atrás, como llegando desde su casa, y hundía el esférico en la red verdiblanca. `No vale buji ´, debió decir Bravo tras tremendo cañonazo.
Rafa Patrico Mir iba a hacer cantar gol a los sevillones en otra ocasión clara del Sevilla. El delantero engominado remataba en el área chica un centro de Montiel (el hijo de Sara) y la mandaba increíblemente fuera.
La segunda mitad era gustosamente aburrida, con un Sevilla como David Broncano, dando un monólogo sobre el terreno de juego. Lopetegui daba descanso al mejor del encuentro, Joan Juan Jean Jordán Yordán Covirán, que se marcó unos setenta y pico minutos de categoría. Salían Oliver y el Papu en uno de estos cambios que piensas que solo pueden empeorar al equipo.
El Betis iba a empatar, ah no, que Bellerín se la metía en propia meta. Al Betis no le bastaba con ir con uno menos, sino que también se iba a marcar un gol en la portería de Bravo. Era momento de los 600 sevillones en la grada. Cánticos, risas y sorna, mientras los béticos desalojaban el Villamarín como si de un simulacro de incendios se tratara, abandonando el estadio de manera ordenada.
Final de un derbi que se anunciaba como un partido equilibrado y fue desigualado a favor del de casi siempre. Este derbi ha sido como Gladiator, que la he visto 20 veces y la sigo disfrutando. Los aficionados sevillones nos volvemos a casa con la garganta rota, las pedrás del murito de Bami en el costao , y el corazón contento habiendo demostrao que el Señor de Sevilla ya está en su casa.
El tuitaso
El Señor de Sevilla.
— Pepe (@Lobo41015) November 7, 2021
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