Real Sociedad - Sevilla
Mirando al futuro, con ilusión desmesurada
El Sevilla campeón mantuvo el tipo en el Reale Arena pese al enorme cansancio y jugar con suplentes y canteranos; cayó por la mínima (2-1) en el broche a una temporada histórica y ya otea la siguiente, cuarta seguida en Champions
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Iniciar sesiónEl broche final a la ya histórica temporada 2022-2023 lo echó el Sevilla FC en el Reale Arena, en un partido en el que era difícil motivarse, por su escandalosa intrascendencia y porque el equipo campeón de Mendilibar ... apenas tuvo medio entrenamiento para prepararlo después de dos días de festejos e intensas celebraciones. Con un once repleto de suplentes y los canteranos Bueno y Hormigo, el cuadro de Nervión compitió y terminó cayendo por la mínima (2-1) ante la Real Sociedad . Brais y Cho marcaron para los de Imanol, mientras que Lamela acortó distancias avanzada ya la segunda mitad. El Sevilla ha despedido en Anoeta una campaña que durante ocho meses fue un verdadero calvario, pero que en los últimos dos, desde la llegada de Mendi, mudó a excepcional para el club. Inolvidable en todos los sentidos. La manera de terminar tocando plata en Budapest encarnó el espíritu más puro de lo que significa el sevillismo, reunió toda la esencia y atributos de esta institución: la inalterable capacidad de sufrimiento , el levantarse con orgullo y no rendirse jamás en el camino hacia la gloria.
El Sevilla FC pasó de temblar por el descenso a coronarse otra vez como rey en Europa , protagonizando una de las reacciones más impactantes de la centenaria historia de este deporte, que ya es decir. Ahora toca descansar, paladear con justicia el esplendor de un título increíble y, por supuesto, reflexionar y aprender de los errores que casi hipotecan el futuro de manera preocupante. Deslices cuyos máximos responsables supieron subsanar a tiempo, de forma grandiosa. Los Castro, Del Nido Carrasco y Monchi metieron al Sevilla FC abajo con sus decisiones defectuosas pero luego derrocharon toneladas de valentía y conocimiento del peliagudo escenario al envidar todo a una ficha que podía parecer arriesgada desde afuera como la de José Luis Mendilibar. Lo bordaron. Un éxito mayúsculo. Incontestable.
A falta de la oficialidad de la impepinable renovación del entrenador vasco, el Sevilla FC, desde ya, mira hacia adelante guiado por la ilusión con su nuevo patrón de banquillo. El Zorro de Zaldívar no sólo le ha cambiado la vida esta temporada al club de Nervión, sino que ha puesto las bases de un futuro mejor, por cuarta temporada consecutiva en la élite de la Champions , algo impensable hace un par de meses. Entonces, el club parecía abocado en el mejor de los casos a salvar la categoría y pasar un año en blanco fuera de las competiciones europeas. El golpe económico y su incidencia en la próxima planificación de Monchi habrían sido durísimos. No ocurrió así. El triunfo de Budapest supone una inyección de prestigio y dinero. Los cálculos hablan de 60-70 millones por la suma de los logros deportivos en la Europa League, las variables asociadas de market pool y las clasificaciones para la Supercopa de Europa y la fase de grupos de la Champions. Otro mundo. Otro Sevilla FC.
El equipo viajó a San Sebastián en el mismo día y plagado de bajas. Como se esperaba, Mendi aplicó una rotación masiva en su alineación y le dio chance a los jugadores menos habituales y a jóvenes de la cantera como Manu Bueno y Diego Hormigo , éste último en el lateral izquierdo. Por el otro costado de la defensa fue titular Gonzalo Montiel , pero el héroe del penalti decisivo en el Puskas Arena se lesionó a los pocos minutos del arranque y tuvo que dejar su sitio al gran capitán, un Jesús Navas que en los instantes previos al choque fue nombrado mejor jugador de la UEFA Europa League 2022-2023. El currículum del palaciego, a sus 37 años, no para de engordar, no se le ven límites. Impresionante.
La Real Sociedad, en su particular fiesta de Champions, le hizo el pasillo al campeón sevillista , bonito homenaje, y también al colegiado Del Cerro Grande, que pitaba su último partido en LaLiga. Ya sobre el césped, los locales salieron con una marcha más para intentar brindarle la victoria a su parroquia el día de la despedida. Más o menos, el mermado Sevilla pudo aguantar el ritmo aunque no evitó marcharse al descanso con la mínima desventaja en el marcador por el gol de Brais Méndez. Los rojos acusaron el cansancio lógico de su fiesta y el hecho de jugar casi 150 minutos el miércoles y llegar hasta los penaltis. Además, Imanol sí tiró de la mayoría de sus titulares.
Dmitrovic fue el mejor de los sevillistas en esos primeros 45 minutos. Pese a todo, el que pudo adelantarse en el partido fue el equipo de Mendilibar tras un gran balón de Lamela que Rafa Mir no acertó a controlar cuando encaraba al portero realista. A partir de ahí, el cuadro donostiarra cogió las riendas y asedió a los nervionenses, apoyado sobre todo en la velocidad de Barrenetxea, Brais y Kubo, que hicieron estragos en el improvisado sistema de contención visitante. Dmitrovic se hizo grande para evitar primero el gol de Sorloth y después el de Barrenetxea. Nada pudo hacer, en cambio, a los 27 minutos ante el latigazo desde fuera del área de Brais Méndez que se supuso el 1-0. Ni Gudelj, ni Jesús Navas (el capitán se resbaló en la acción) anduvieron finos a la hora de cortar el avance de Barrenetxea antes de asistir a su compañero.
Con el 1-0 se marchó el partido al descanso y Mendilibar lo aprovechó para agitar su banquillo y mejorarle la cara al equipo. Quitó al chaval Hormigo y a Gudelj, y dio entrada a Telles y Nianzou. La defensa mejoró y los de arriba se soltaron. No en vano, en la primera jugada de la reanudación Óliver estrelló un balón en el palo a servicio del propio Telles. El Sevilla agarró confianza y se lanzó a por el empate. Lo acarició tras una jugada ensayada en la que Manu Bueno provocó con su lanzamiento de media distancia una gran intervención de Remiro. Y posteriormente pudo marcar también Lamela . Lo impidió otra vez el cancerbero de la Real desviando a córner.
Mendi metió más pólvora con Suso y Tecatito. Sin embargo, el jarro de agua fría llegaría con el segundo de la Real Sociedad, justo cuando el Sevilla le había cogido el aire al partido. Sorloth asistió entre los centrales nervionenses y Cho definió con un derechazo cruzado imposible para Dmitrovic. Con el 2-0 la historia parecía finiquitada. Pero este Sevilla lo que hizo fue enrabietarse más y al menos obtuvo el premio de maquillar el marcador con orgullo. Mereció el gol en esta segunda parte y lo consiguió por medio de Lamela , quien recogió arriba el gran pase de Suso para recortar dentro del área y batir con solvencia a Remiro. 2-1. Poco más de sí dio la tarde de Anoeta, la fiesta final de dos equipos de Champions… la despedida de un Sevilla campeón que, tras un curso que pintaba a drama, supo levantarse como un titán de la mano de Mendilibar para ofrecer a su gente una de las alegrías más inmensas de su historia .
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