Rayo Vallecano - Sevilla: Pero qué difícil es entender algunas cosas (1-1)
El Sevilla sólo pudo conseguir un punto en Vallecas tras sufrir un mal arbitraje; Delaney hizo el tanto del empate
Lopetegui: «Se ha rearbitrado desde el VAR y nos ha perjudicado claramente»
Rayo - Sevilla: resumen, resultado y goles (1-1)
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Iniciar sesiónLo mejor que hizo ayer Martínez Munuera fue escuchar. Lo malo es que sólo lo hizo al final, a las 15.55, cuando optó por quedarse durante unos minutos departiendo con el entrenador del Sevilla, Lopetegui, afligido y molesto por todo lo que ... había ocurrido en Vallecas en un duelo tan extraño como polémico. Vaya manera de cargarse el fútbol. Cuando todos pensábamos que el VAR había venido para ayudar y dar transparencia, resulta que cada acción a revisar es un «no sé qué va a pasar». Los aficionados ya no saben cuándo es o no penalti; los jugadores ya no saben qué hacer con las manos, y los colegiados parecen perdidos. ¿Para qué está el VAR? ¿Puede rearbitrarse un partido desde el VAR? ¿Sí o no? Sería bueno saber a qué atenerse para evitar polémicas mayores e indignaciones como la que ayer vivieron los jugadores del Sevilla. También los aficionados, perplejos ante tanta confusión y activos en las redes sociales para denunciar unos errores arbitrales que terminarían afectando a los de Lopetegui.
Por partes: ¿de verdad hay una imagen repetida en vídeo en la que se vea claramente que Rafa Mir le dio con la mano en la jugada del primer gol? Ojo, que igual la hay, y sólo la han podido apreciar Gil Manzano, ayer responsable del VAR, y alguno de sus ayudantes. La rapidez con la que decidieron anular el tanto así al menos lo atestigua. O no. Segundo, ¿puede el VAR llamar al colegiado para decirle al colegiado que el empujón no fue tan grave e intenso como para penalizarlo? ¿No es rearbitrar eso? No sé. Cada vez sé menos. Tercero, ¿de verdad que nadie en el VAR vio el pisotón de Bebé a Augustinsson justo antes de marcar el gol?
El Sevilla se fue de Vallecas con un punto insuficiente, y con la sensación de que así es muy difícil competir. Además, sigue aumentando la racha negativa de más de dos meses sin ganar fuera de casa. Hoy hay pocas cosas positivas que añadir. También en materia de lesiones hubo un nuevo capítulo, en esta ocasión con el dolor de Acuña a los doce minutos de haber entrado al terreno de juego. El argentino comenzó a jugar en el minuto 54 tras sustituir a Augustinsson, y en el 66 ya estaba pidiendo el cambio. Fue otro de los capítulos chocantes de una tarde para el olvido en Vallecas. La primera parte del encuentro despertó a pocos. Sólo Martínez Munuera, asumiendo el protagonismo, levantó a la afición. Para el enfado, claro. El Sevilla no atacaba con claridad, y el Rayo, con la presión que acostumbra, optó por romper los espacios que pudieran aparecer. Así se llegaría a la segunda mitad, a la espera de que el equipo sevillista diera un paso adelante de una vez por todas. Sin embargo, el primero en tocar la campana del gol sería el Rayo Vallecano con un gol de Bebé desde la derecha tras caerse Augustinsson. Minuto 46. ¡Qué latigazo! Bono, que no se esperaba el trallazo, ya sólo miró atrás para coger el balón dentro de la portería.
Lopetegui, que veía que el partido se le escapaba, hizo pronto un triple cambio metiendo a Acuña, Martial y Tecatito por Augustinsson, Navas y Munir, respectivamente. A las primeras de cambio, el lateral argentino rompería por su banda y a punto estuvo de crear una ocasión muy clara. Luego, se acabó. Acuña pidió el cambio al sentir molestias, y el entrenador sevillista le dio el puesto a Carmona. Entraron las prisas en el cuadro nervionense. Así sería, en una jugada rápida, y tras un buen robo de balón de Rafa Mir, como llegaría el tanto del empate del Sevilla, obra de Delaney tras recibir un gran centro de Tecatito. El mexicano es de los que encuentra agua en el desierto, esa clase de futbolista que es capaz de sorprender a sus propios compañeros con acciones de una calidad extrema.
El ataque del Sevilla se hizo más potente, apasionado. Con En-Nesyri en el campo, que había entrado por Óliver Torres, al partido le quedaría aún el último esperpento tras anular el VAR un penalti señalado a Catena al derribar a Rafa Mir. E l Sevilla se creció en la injusticia y a punto estuvo luego de doblegar a Dmitrievski con un disparo de Martial que se colaba en la escuadra y con un cabezazo de Delaney. La gestión de los últimos segundos no fue la mejor, y el punto supo a derrota, a dolor y a crispación, la que trajo una actuación arbitral pésima en Vallecas.
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