Papelitos y papelones

—Tú sigue así, miarma. ¿Pues qué iba a poner? Que aguantáramos como se pudiera, que rezáramos lo que supiéramos, que avisáramos a Montiel de que había empezado el partido hacía una hora, algunas instrucciones sobre cómo acercarse a la defensa del Barça, la traducción para Pepe Gueye, el parte médico de Adelaide y cómo han quedado definitivamente el horario y los recorridos del Martes Santo y la Madrugá.

—La Bofetá, ¿no?

—Eso es. Pero gorda. Una guantá.

—Vaya papelito el de vuestro amigo Jordán otra vez, vaya papelito.

—¿Cómo que otra vez? No empecemos con la película del derbi...

—El palito, el palito, sí. Otro papelito.

—Lo que tú digas, compadre. Tú sigue defendiendo al animal que lanzó la vara. Retrátate, retrátate.

—Bueno, tampoco estuvo mal el cuchillo que tiraron en aquel derbi en Nervión. Sería de juguete, ¿no?

—Mira que eres antiguo, quillo.

—Más que el hilo negro.

—Negro estás tú después de los cuatro que os metió el Celta. ¿Y esos defensas tan buenos que habíais fichado dónde se metieron? ¿Y al Ingeniero, qué le pasa? ¿Se le ha gripado el motor? ¿La bujía? ¿Y el revulsivo quién es, Joaquín, ese juvenil que acaba de debutar? Se os ven los costurones.

—Mala suerte, mala suerte y punto. ¿O es que no es un caso de brujería el balón que echa fuera el niño Abner con toda la portería vacía delante suya? Yo ya estaba abrazado al tío que se sienta detrás mía celebrándolo.

—Eso te pasa por ir siempre de listo. El karma. Lo tenéis bien empleado por vacilones. ¿Que tocaba ganar, no? Pues toma, cuatro.

—Si seguimos padeciendo a árbitros como los españoles, no me extraña en absoluto, querido. No se puede ser más malo. Con lo que me gusta a mí un barrio y las tostadas en Afán de Ribera y la manía que le estoy cogiendo a Del Cerro.

—¿Pero de verdad que le vas a echar la culpa al árbitro del meneo que os pegaron los gallegos?

—No digo yo tanto del marcador, pero seguro que viste lo de Aspas. ¿O no? ¿Ni la repetición? ¿Hiciste como el del VAR, que ni la repetición?

—Lo vi, lo vi. Muy bien ahí don Iago ahí en el suelo tres minutos...

—Eso no fue papelito sino papelón. Me han dicho que se presenta a los Goya el fin de semana que viene. Como son en Sevilla, quiso el tío reforzar su candidatura. Qué vergüenza.

—Hombre, es verdad que fue más exagerado que el termómetro del Prado una tarde de agosto, pero el defensa del Betis va como un loco. Y si le ha tocado, le ha tocado.

—A teatreros veo que no os gana nadie. Si renovasteis a Jordán una semana después del palito, hijo. ¿Vais a repescar a Aspas, verdad? Como te gustan tanto estos jugadores...

—Pues mira, ha vuelto Paquili, ha vuelto Ocampos, ahora ha vuelto Bryan Gil con su flequillo... ¿Por qué no?

—Yo he escuchado incluso que vais a traeros de vuelto a Rony Lopes, ese pedazo de negocio del León.

—Deja eso quietecito, deja. Por el camino que vamos, ya estamos llamando a Gnagnon. Y a Makukula.

—Tienen más años que un bosque, pero están en vuestro nivel de hoy en día, no nos engañemos.

—Sigue, tú sigue con la guasa. Ya llegará mayo.