La derrota del Sevilla FC contra el Lille en el partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo G de la fase de grupos de la Champions League pone al conjunto de Julen Lopetegui último con tres puntos, después de tres partidos empatados y uno ... perdido, y deja un poco cuesta arriba la clasificación para los octavos de final de la máxima competición continental, objetivo primordial para la entidad esta temporada.
Las cuentas están claras. O mejor dicho, para que el Sevilla no tenga que hacer ninguna cuenta extraña, el conjunto de Nervión debe ganar los dos partidos que le quedan, el próximo 23 de noviembre de nuevo en el Sánchez-Pizjuán, esta vez frente al Wolfsburgo, y el 8 de diciembre en su visita al Salzburgo, para poder pasar a la siguiente fase de la competición europea, los octavos de final. Con esos posibles nueve puntos, alguno de los equipos que tienen cinco puntos, o los alemanes o el Lille, ya no podrían alcanzar al cuadro de Lopetegui y los de Nervión al menos podrían asegurarse la segunda plaza del grupo siempre que el equipo austríaco sume un triunfo más.
Con sólo cuatro puntos de los seis en juego, el Sevilla quizás tendrá que estar pendiente a resultados de otros partidos, deseando sobre todo que el Wolfsburgo y el Lille sumen los menos puntos posibles.
Si el Sevilla suma sólo dos puntos, es decir, empata frente a los alemanes y al equipo austríaco tendrá muy complicado el pase a la siguiente fase de la competición, siempre y cuando tanto el Wolfsburgo como el Lille sumen algún punto y ganen algún partido más.
En resumen, y aún quedando seis puntos en juego con todo abierto y con muchas posibilidades para que el Sevilla se clasifique para los octavos de final de la Champions, se le ha puesto cuesta arriba avanzar al equipo sevillista para la próxima fase de la máxima competición continental.
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