La experiencia del Sevilla con las segundas partes

Remontándose hasta los años 90, las dos etapas de Carlos Bilardo como sevillista son difíciles de olvidar. La primera fue en la temporada 1992-93, cuando se hizo cargo de un equipo en el que estaban Simeone y Diego Armando Maradona. El equipo acabó en séptima posición aunque tenía plantilla para más. Le faltó sólo un día para hacer un año completo en el Sevilla y disputó 42 partidos de los cuales 19 fueron victorias, incluyendo una contra el Real Madrid en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. En la campaña 1996-97 el Sevilla estaba en manos de José Antonio Camacho, un entrenador que llegaría a ser seleccionador de España pero que no tuvo éxito en su etapa como sevillista. En el mes de febrero de 1997 fue destituido tras haber sido eliminado de la Copa del Rey y dejar al equipo en 19ª posición. En ese momento volvió Carlos Bilardo, esperando que pudiera obrar el milagro de revertir una situación que abocaba al equipo a Segunda división, pero sólo estuvo en el banquillo tres partidos antes de darse cuenta de que no sería capaz de levantar la situación. Finalmente, el equipo bajó a Segunda división.

Entre las dos etapas del bonaerense, vivió su primera época como entrenador del Sevilla el exjugador Juan Carlos Álvarez . Llegó al club en octubre de 1995, tras la destitución de Toni Oliveira. Tras algo más de 100 días, fue destituido el 25 de enero de 1996 por los malos resultados ligueros. Entre diciembre de 1997 y enero de 1998 se hizo cargo del equipo durante un mes mientras el club encontraba un sustituto de Vicente Miera, que finalmente fue Fernando Castro, que no consiguió el ansiado ascenso. El asturiano volvería a hacerse cargo del equipo en el curso 1999-00 cuando volvía a militar en Primera división. Lo cogió en el mes de marzo de 2000, tras la destitución de Marcos Alonso cuando el equipo era el último clasificado. Poco pudo hacer Álvarez para revertir la situación, y el cuadro blanquirrojo acabaría descendiendo.

Fue justo quien tomaría las riendas después de Juan Carlos Álvarez el tercero de los hombres que se sentaría también hasta tres veces en el banquillo sevillista. Este hombre es Joaquín Caparrós . El utrerano es uno de los artífices de ese Sevilla triunfador del siglo XXI, si bien lo cogió en la categoría de plata, conseguiría el ascenso su primera temporada. En los cuatro años siguientes, el equipo nunca terminó la temporada por debajo de la décima posición, e incluso se clasificó dos veces para la Copa de la UEFA , aunque no llegó a ganarla porque dejó el equipo en el verano de 2005 año en el que se puso al frente Juande Ramos que ganaría en esa primera temporada el primer trofeo continental del club. Tras la destitución de Montella en abril de 2018, Caparrós volvería para conseguir una nueva clasificación para la Europa League. Disputó apenas cuatro partidos porque en el verano se pondría al frente del equipo Pablo Machín, entrenador al que tendría que sustituir cuando fue cesado tras caer de la competición europea en octavos de final contra el Slavia de Praga. En esta última etapa volvió a conseguir meter al equipo en Europa para que otro preparador se hiciese cargo del grupo, en este caso Julen Lopetegui, y tocase plata el verano siguiente.

Suele decirse que la segundas partes no son buenas, y a tenor de lo vivido con Bilardo y Juan Carlo Álvarez, puede creerse que tampoco lo será para Sampaoli pero la cuestión está en que Caparrós y, sobre todo, El Padrino 2 demuestran que no tiene por qué ser así, el sevillismo tendrá que tener esperanza y si algo le ha devuelto el de Casilda a la afición ha sido eso a tenor de lo visto en la grada el sábado ante el Athletic.