Espanyol - Sevilla: Un canterano salva el «match ball» (2-3)

Julen Lopetegui, desde luego, fue valiente desde la misma confección del once incial. Carmona como lateral derecho, un centro de la defensa compuesto por Gudelj y Kike Salas, y la aparición de Jordán y Óliver Torres en el centro del campo. Podía significar puerta grande o enfermería. Y pronto se le abrió lo primero gracias al tempranísimo gol de Lamela. Apenas se había sentado el público en su asiento cuando el argentino recibió un pase en profundidad de Carmona para, con la pierna izquiera, batir por bajo a Álvaro Fernández. En un partido tan importante para todos, empezar con un 0-1 nada más arrancar invitaba al optimismo.

Reaccionaba enrabietado el Espanyol, con más ímpetu que argumentos futbolísticos, pero el Sevilla supo contener y crear más opciones en errores del rival. Un pase cortado por Jordán acabó en un pase en profundidad del catalán a En-Nesyri que el marroquí aprovechó para sacar un disparo escorado que el meta local desvió a corner. También Jordán protagonizó una nueva opción para los sevillistas, pero su disparo desde la frontal lo detuvo el meta perico. El peligro lo llevaba un Sevilla que encontró el premio del segundo gol en la actitud atenta de José Ángel Carmona. El defensa aprovechó el rechace de un cabezazo de En-Nesyri en un saque de esquina para empujar el balón al fondo de la portería. Gol y asistencia para el canterano.

El Sevilla jugaba a contraestilo, sacando contragolpes peligrosos, como el que inició Óliver Torres pero no pudo culminar Lamela. Joselu casi recortaba distancias con un remate al poste, pero Carmona estaba empeñado en completar su noche y le robaba la cartera a Cabrera para meter la puntera y hacer el 0-3. Se relamía el sevillista con el marcador hasta que Cuadra Fernández pitó una mano de Acuña en el área de esas que ya no se iban a señalar. Joselu puso el 1-3 antes del descanso.

En la reanudación, se rumiaba la opción de que los locales se metieran en el partido gracias al regalo arbitral. algo que constató Braithwaite al marcar el 2-3 en el minuto 62. Se encendía la grada local y apretaba el Espanyol en el momento más trascendente del partido. Lopetegui movía fichas metiendo en el terreno de juego a Rekik y Nianzou, que acabaría completando con la entrada de Navas y Rakitic minutos más tarde. Funcionaron las modificaciones porque los catalanes ya no eran tan intimidantes, pero la expulsión de Lamela por una entrada excesiva a juicio de Cuadra Fernández dejaba a los de Lopetegui con diez hombres en la recta final. En-Nesyri pudo darle la puntilla pero su remate lo desvió Álvaro Fernández, y los problemas físicos de Fernando convirtieron los 11 minutos de descuentos en un acto heróico. Al final, tres puntos y «match ball» salvado.