Espanyol - Sevilla: Un punto con demasiadas consecuencias negativas (1-1)

El once sevillista planteaba algunas dudas que se despejaron con el pitido inicial. Tecatito iba a actuar de lateral derecho, Koundé y Diego Carlos como centrales y Augustinsson en la izquierda. Ocampos daba un primer susto a los dos minutos en un mal apoyo que acabo en caída sobre el césped y gestos de dolor del argentino. Por fortuna, pudo continuar. De hecho, inició un buen contragolpe que no supieron cerrar bien ni él ni Rafa Mir. No tenía un dominador claro el partido, con dos equipos anulándose mutuamente y con problemas para acercarse al marco rival.

Sin embargo, el Espanyol fue gozando de más méritos en ataque y un remate de RDT obligó a lucirse a Bono, con la fortuna de que el rechace no lo enganchó bien Vilhena. El Sevilla jugaba demasiado cerca de su área, incapaz de encontrar dos pases que superasen líneas, abusando del horizontal. Martial se tenía que marchar lesionado para desesperación del sevillista, que empieza a creer en cosas extrañas para intentar explicar el motivo de tanto infortunio. La buena noticia: que entraba el Papu Gómez. En este guión cien veces repetido en el que se convierten los partidos del Sevilla de Lopetegui, en la primera pizca de inspiración, apareció el gol sevillista. Cambio de juego de Fernando a Papu Gómez, que se orienta en carrera el balón para encarar a Óscar Gil y sacar un centro al segundo palo donde Rafa Mir remató al fondo de la red. Magia, una vez más, del argentino. El partido donde lo quería el Sevilla. Al tanto sevillista respondió inmediatamente el Espanyol con una buena acción colectiva con apertura de Darder a la subida de Óscar Gil cuyo centro al punto de penalti lo remató alto Yangel Herrera. La gran diferencia, la pegada. Y el duelo se fue al descanso.

Se le torció de nuevo al Sevilla el duelo anda más arrancar el segundo acto. Óscar Gil entraba por la derecha con una lejana oposición de Augustinsson para poner un balón al área que un solitario Darder peinó de cabeza para hacer el 1-1 a los cinco minutos de la segunda parte. Remató demasiado solo. Lopetegui tardaba en darse cuenta de que no había un pase vertical casi nunca, por lo que metía a Rakitic para buscarlos, quitando a Jordán. También se cargaba a Augustinsson y metía a Óliver Torres, pasaba a jugar con tres en el medio y con carrileros largos.

Yangel Herrera casi completa la remontada en una acción de RDT cuyo centro envió cerca del poste. Respondió el Papu Gómez con una acción en la que llegó Óliver a línea de fondo y su pase al área lo envió alto el argentino. El duelo estaba roto, ya no eran tan sólidas las defensas, se miraba más hacia adelante. Lopetegui movía por última vez el banquillo y metía en el campo a Navas y En-Nesyri, en sustitución de Tecatito Corona y Rafa Mir.

Sin embargo, el duelo guardaba un nuevo giro de guión y Koundé veía la roja directa por soltar el brazo en una acción con Javi Puado. Demasiado castigo para un jugador que también había visto una amarilla antes que no era. RDT estuvo a punto de poner por delante a los locales, pero un pie salvador de Diego Carlos desvió su remate a córner. Ocampos veía la quinta amarilla, con lo que se sumaba a la lista de bajas para el derbi. Por fortuna, el Sevilla supo mejor jugar los últimos minutos en inferioridad que el Espanyol con un hombre más, y el punto lo amarró como mal menor. Muchas consecuencias negativas para el próximo fin de semana con un apasionante derbi en Nervión.