Alavés - Sevilla
A cuartos con un remate a portería
El Sevilla hace lo mínimo para superar a un combativo Alavés y se planta entre los ocho mejores de la Copa gracias a un gol de Rakitic
Alavés - Sevilla: resumen, resultado y gol (0-1)
Rakitic celebra con En-Nesyri y Lamela su tanto decisivo en el Alavés - Sevilla de la Copa del Rey
El Sevilla FC , un club en crisis institucional y deportiva, ya está en los cuartos de final de la Copa del Rey. Entre los ocho mejores de este torneo que tendrán protagonismo en el sorteo del viernes aparece el conjunto de Jorge Sampaoli. ... En descenso en LaLiga, inundado de dudas por su fútbol, necesitado de fichajes y carente de brillo pero ahí anda tras superar a un Deportivo Alavés al que el ímpetu y el acoso no le sirvió más que para lamentar su suerte en los 90 minutos porque en cuestión de merecimientos quizás debió pasar el grupo vitoriano pero aquí lo que importa es inflar las redes y el único que lo logró fue Rakitic. Sólo un disparo a puerta hizo el Sevilla y le fue suficiente para este 0-1 que genera una ilusión sobrevenida en una temporada tan marchita. Aburrió el Sevilla, fue hasta mediocre por fases , temeroso otras tantas y quizás si hubiera tenido ante sí a otro rival más cualificado la historia sería diferente, pero hacerse cábalas sirve para poco. Lo único cierto, lo único real, lo que sucedió en Vitoria es que el Sevilla ganó y está en cuartos de final.
No fue un partido fácil para el Sevilla. Y sobre todo se vivió una versión fea, plana y especuladora, pero suficiente. Y la historia la escriben los ganadores y ahí está el Sevilla donde todos quieren aparecer, en cuartos de final. Eso sí, en el arranque todo pudo ser peor. La lección de Nianzou no estaba aprendida y nada más empezar a rodar la pelota Gudelj cae en la trampa de los delanteros y Jason casi hace fiesta en Mendizorroza. Era el segundo 50 y ya afloraban los nervios. El Alavés calentaba a su gente con dos córners seguidos, un contragolpe de Sylla que tuvo que tapar ¡En-Nesyri!, un tiro de Jason, otro de Toni Moya... El atasco de los de Sampaoli (hoy en la grada con Desio en el área técnica) era una evidencia. Sacar el balón desde atrás comenzaba a ser un galimatías . Hasta los suplentes de un Segunda lo detectaban y ahí que iban a plantearle problemas a Badé, Gudelj y Rekik. Una arrancada de Sylla fue frenada en falta por el serbio, que no era último hombre porque andaban flanqueándole los otros dos centrales. En el Alavés pensaban que sí, les molestó la amarilla y eso elevó la temperatura del choque, asunto que sufrió Acuña en sus carnes.
Era el argentino el mejor recurso ofensivo y también uno de los que más peligro veía por su zona defensiva. Poco que destacar en un Sevilla plano, que sólo se sintió cómodo con el balón cuando domesticó el ímpetu inicial de los locales con una pócima de horizontalidad y cansancio. Y ni así pudo coleccionar ocasiones porque no había velocidad en la circulación . Fue tan aislada la de Lamela, un disparo alto, en un robo adelantado que pasa a ser anécdota en una primera parte. A falta de noticias, el club aprovechaba para hacer oficial el regreso de Ocampos.
Jesús Navas y Fernando suplen a Suso y Gudelj tras el receso y la bienvenida a la segunda mitad fue una recuperación de Jordán, una apertura a Navas y un centro fuerte del palaciego para el remate de cabeza de Rakitic llegando desde atrás y 0-1. Premio para la nueva disposición y montaña para el Alavés, que empieza a cometer más errores no forzados y el Sevilla gana en comodidad en este tramo, con las líneas más juntas, aplicando orden ante el ímpetu y el contragolpe como motivo de temor. Y si los vascos hacían algo, como una falta directa de Jason, ahí estaba Dmitrovic con una mano. Cierto es que para mandar necesita el equipo de Sampaoli más balón, imponer la jerarquía de sus jugadores y sentenciar. Pero esto no acaba de suceder, el duelo continúa abierto cuando el reloj marca la hora.
El balón sobrevuela el área de Dmitrovic y eso no deja de ser inquietante pero, claro, es el Alavés. Quiere el Sevilla que no suceda nada más en el encuentro , si acaso concluir algún contragolpe pero Lamela no es precisamente generoso con En-Nesyri cuando debe. El Sevilla no es el dueño del partido, sí del marcador. Al final es lo que importa. Badé estaba advertido y el cambio ante el acoso vitoriano es sacar a Nianzou por En-Nesyri . Hay más espacios en la retaguardia del Alavés pero Sampaoli no quiere lujos, sino asegurar el exiguo pero suficiente botín. Balones en largo para alejar las opciones de empate y lo justo para arañarle al cronómetro un par de jugadas.
Se enreda el Alavés en los robos más altos del Sevilla, que si no le puede aplicar un fútbol superior al partido sí le receta contemporización, una circulación algo más rápida y la cuota de imprecisión de un equipo de Segunda ya ponía el resto. Sin exponer casi nada, el Sevilla se hacía poco a poco con el partido ante la desesperación de los locales, que creyeron que con sus llegadas iban a acumular méritos pero el único que logró mover el marcador, lo que importa, fue el Sevilla. Y eso que el Alavés apretó y apretó al final con un disparo de Salva Sevilla que salió fuera de milagro. Mata de aburrimiento y aborda los duelos casi con la ley del mínimo esfuerzo pero ahí está ya en cuartos. Un equipo en descenso, en crisis galopante y discutido en todos sus estamentos pero plantado en el sorteo entre los ocho mejores de la Copa y a tres partidos de plantarse en una final .
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