Lo imposible hecho posible (2-2)

Pero ese premio, esa esperanza, costó muchísimo sudor en Mánchester. El once que plantó Mendilibar en el tapete de Old Trafford dejó boquiabierto a más de uno. Bono fue su portero elegido y regresó Marcao, titular más de cinco meses después, curiosamente lo hizo en la misma ciudad en la que se lesionó ante el City durante la fase de grupos de la Champions. Más sorpresa que la de Marcao generó la de su acompañante en el eje de la zaga , un Nianzou que hasta ahora no había disputado un solo minuto desde el desembarco de Mendilibar. Los dos fallaron con estrépito en el primer acto para olvidar. Arriba, Bryan Gil descansó, Óliver Torres entró como interior zurdo, sin éxito, y Lamela ejerció de falso '9' intercambiando la posición por momentos con Ocampos... con menos éxito si cabe. En-Nesyri y Rafa Mir, en el banquillo de inicio. El once lo habría firmado el mismísimo Sampaoli.

Las rotaciones se le atragantaron al Sevilla nada más arrancar el partido. Con el equipo de Ten Hag apretando de lo lindo en la puesta en escena, Bono erró en la salida de balón y Antony se inventó un excepcional pase interior que Jadon Sancho convirtió en gol . Por fortuna para los de Nervión, el joven extremo inglés estaba algo adelantado y el linier marcó rápidamente su posición antirreglamentaria invalidando el tanto. El Sevilla intentaba tomar aire en esos primeros compases, pero al eje Fernando-Gudelj le costaba iniciar el juego y asociarse con Rakitic. Mientras, los tres de arriba se ahogaban en un limbo. Perdidos, inconexos, haciendo una guerra estéril por su cuenta.

Bono se rehízo de su error inicial haciéndole un paradón a Antony para evitar el primero del partido. Pero antes del cuarto de hora, lo que se veía venir llegó y el Sevilla no aguantó más el golpe. En otro balón filtrado por el medio, Sabitzer se coló entre los centrales blanquirrojos y batió a Bono de un zurdazo . Inadmisible la pasividad y falta de contundencia de Marcao y Nianzou en la jugada. Qué horror. Ésta no era la imagen defensiva del equipo dos partidos atrás. Cambiar para empeorar no tenía ningún sentido. Y ahí la cuota del entrenador era grande. Mendilibar le daba vueltas y vueltas al coco.

El centrocampista Marcel Sabitzer se convertía en un abrir y cerrar de ojos en el héroe de la noche para los Red Devils y en la más horrible de las pesadillas para los hispalenses. El austriaco entró en el once de Ten Hag por el tocado McTominay y casi sin echar a sudar ya se había apuntado un doblete demoledor contra el Sevilla FC . A los 21 minutos de juego, Nianzou protagonizó un resbalón grosero en el centro del campo y el exsevillista Martial montó una contra perfecta para desarticular a toda la retaguardia visitante con pasmosa facilidad y asistir al verdugo Sabitzer, quien no perdonó el 2-0 ante Bono.

Desalentador el Sevilla, tirando media eliminatoria en poco más de veinte minutos. Un rival puede ser superior a ti, por supuesto. Lo que no es de recibo es conceder tantísimo, extenderle la alfombra completa al enemigo y entregarle las llaves sin la más mínima resistencia. Esa degradante imagen ofreció el Sevilla en su pésima primera mitad. El saber rectificar de Mendilibar terminaría por corregirlo todo y propiciar la luz en Old Trafford. Para eso, quedaba aún un trecho de sufrimiento. Para colmo, se cargó de tarjetas sin ton ni son. Montiel vio una amarilla que le impide jugar la vuelta; Rakitic, otra, y una tercera para Lamela por un pisotón a Casemiro que casi le cuesta la roja. El VAR salvó al argentino. Lo único potable del Sevilla en todo el primer acto fue un cabezazo a bocajarro de Nianzou que obligó a lucirse a De Gea. Muy al final ya.

El Sevilla se mostró muy frágil en defensa y lo pagaba con esa renta de dos abajo cuando el alemán Felix Zwayer decretó el descanso del choque . Decepción profunda y mucho que mejorar en la reanudación para tener opciones en la eliminatoria. A la salida de vestuarios Mendilibar intentó recomponer algo el desaguisado tirando de su capitán Navas, al que le dio chance en sustitución de un desubicado e intrascendente Óliver Torres . El equipo seguía su extraña batalla sin delanteros.

La permuta de Navas sí pareció otorgarle mayor profundidad, algo más de llegada a los dominios de De Gea, pero faltaba el veneno y la finalización. El United se defendía bien y cuando se tiraba a la contra mordía, sobre todo con el brasileño Antony, un suplicio durante toda la noche para los sevillistas. Presentó un par de disparos con mucho peligro en la reanudación y el tercero lo estrelló en la madera de Bono. Pudo finiquitar ahí esta historia de cuartos.

Fernando salvó después otro gol cantado de Malacia... Y rondando el minuto 70 entró En-Nesyri y la historia cambió por completo. El Sevilla FC de Mendilibar se reencontró. Una internada de Navas, con toda la fe del capitán, sirvió para recortar distancias (2-1). El disparo del palaciego fue desviado hacia su portería por Malacia y De Gea no pudo hacer nada. En el aluvión sevillista del tramo final Lisandro Martínez se lesionó y el United tuvo que terminar con diez hombres porque Ten Hag ya había consumido todos los cambios. Sólo quedaba el descuento... y ahí mató En-Nesyri con un espléndido cabezazo que también desvió a su propia red Maguire . ¡2-2! Qué locura, qué ejercicio de fe. Lo imposible hecho posible.