Comienza la Liga: música de Champions para aliviar la marcha de Monchi

Para paliar esta orfandad, la simbólica ausencia, el club de Nervión tiene tres grandes bazas a las que agarrarse. La primera, quizás menos relevante, está en la estabilidad que ha ganado la directiva, al menos de momento, después de los éxitos en los juzgados del presidente, José Castro , frente a las acometidas de su antecesor, José María del Nido , que insiste en recuperar el poder con el respaldo de su amplio paquete de acciones. Hasta diciembre, por lo menos, la coyuntura será algo más apacible en esta faceta, lo que no es poca cosa.

Las otras dos grandes bazas de la temporada, a priori, son estrictamente deportivas. La primera, la continuidad de José Luis Mendilibar en el banquillo. El técnico vasco cayó de pie en el Sevilla, llegó con el equipo alicaído, levantó su moral a base de ánimo en la caseta y pragmatismo sobre el campo y terminó ganándose a todos con la escalada en la tabla y, muy especialmente, el gran logro de la UEFA Europa League ganando la final a la Roma tras dos eliminatorias memorables frente a Juventus y Manchester United. Su mensaje nítido, lejos de alharacas o tecnicismos vacuos tan abundantes en el fútbol actual, caló de lleno en el grupo y en la grada y el veterano entrenador tendrá su oportunidad esta vez desde el arranque de campaña y con la música de la Liga de Campeones sonando de fondo. Esa competición en sí misma es el tercer pilar en el que se sustentan los anhelos del ejercicio que comienza. No ya por los sueños e ilusiones que genera sino por los suculentos ingresos que lleva a las arcas de la entidad, tan necesitadas como las del grueso de los equipos españoles. Varios años sin grandes ventas, sueldos altos y eliminaciones de la máxima competición continental un tanto prematuras causaron un agujero financiero que sólo con la sintonía futbolera de las noches de martes y miércoles se puede paliar. Y ajustando al límite. De hecho, aún se espera entre el sevillismo una salida de cierto fuste (básicamente, una de sus dos estrellas marroquíes, el meta Bono o el punta En-Nesyri) para que se pueda afrontar una llegada ilusionante y con nombre.

De momento, los euros que se podían invertir se han destinado a contratar a Badé , el mejor defensa del año pasado que jugaba en calidad de cedido, y a Sow , centrocampista del Eintracht que tiene que aportar músculo y visión a una zona clave del equipo. A la espera de más movimientos con la Liga ya empezada, el grupo que aglutinó Mendilibar ha de ser la mejor arma del Sevilla.