¡Análisis de los últimos fichajes!

La portería está bien cubierta. Dmitrovic nació y la matrona les dijo a sus padres «señores, han tenido ustede un portero, no sé si de discoteca o de fútbol, pero portero es»;. Todo esto en serbio, que es como el español, pero con más kas, como si hablaran todo el rato de fichajes de Monchi.

Al otro cancerbero, Bono, lo de jugar le va a resultar complicado. A ver si le deja su compañero, el calvo de la lotería. Quién sabe si al marroquí le llegará su ansiada oportunidad tras una desgraciada lesión del portero titular. Él, mientras tanto, aguarda tranquilo e impasible, como el lunar de su mejilla, que parece pintao con un rotring 04.

El lateral izquierdo lo componen este año un argentino y un brasileño. Espero que se lleven bien, por su mare, porque los Argentina-Brasil son los Málaga- Sevilla de los países, que guardan las apariencias, pero no se pueden ni vé. A Acuña le apodan El Huevo. Ya descubriremos si lo de huevo es porque está colgao, porque le echa muchos idem o porque se rompe con facilidad. Lo que está claro es que tiene una cara que tira un boomerang y no vuelve. En cuanto al brasileño solo sé que viene del Manchester United y que Monchi se va a referir a él de dos maneras distintas: Áles Téllez y Ález Télles. Jaleo con las eses, asegurado.

El lateral derecho está compuesto por Gonzalo Montiel, el primer argentino de la historia que no habla (no sé cómo no le han quitado ya la nacionalidad), y por Jesús Navas, un chaval de 37 años que está empezando. Tiene buena pinta. Me dicen que el nota va y viene de los entrenamientos corriendo. Y vive en Los Palacios. Alguna vez, al llegar a la ciudad deportiva le han registrado y traía sandías en los bolsillos. Un fiera.

Este año, para el centro de la zaga, contamos con dos notas a los que se les llama centrales, pero que tienen cara de cobrar por reciclar personas, es decir, por meterlas en el contenedor adecuado. A Marcao lo vieron sin camiseta y luego le pusieron el nombre. No tiene abdominales, tiene badenes de pueblo el gachón. Rekik, por su parte, tiene toa la cara del bajista de Red Hot Chili Peppers. El holandés da miedito, por mucha gomina que se ponga. Si me dicen que ambos tienen buena salida de balón y mucho toque, no me lo creo. Tienen más pinta de recibir la pelota, agarrarla con las manos, rajarla con una navaja y decir «esto se ha acabao».

La línea medular es como un bazar chino, hay de todo. Delaney es un danés apuesto, con más pinta de verlo de modelo de relojes en las páginas del Hola que jugando al fútbol. Si no llega a las expectativas que la afición se ha creado sobre él, al menos tendremos en el vestuario a una buena persona. Típico guiri que te ríe las gracias por respeto, aunque no te haya entendido.

Gudelj es peculiar. Serbio, tatuao como la escayola de un niño, calvo y con coleta. Espero que sepa jugar al fútbol además de lanzarle cuchillos a una muchacha en la tele. Jordán tiene nombre de río donde se bautiza gente VIP, pero tiene planta de pelotero. Espero que salga bueno y pueda demostrar su fútbol porque de lo contrario sería un gran palo.

Oliver Torres viene avalado por el técnico sevillón, que ya lo tuvo en sus filas cuando dirigió al Oporto. Chiquitito, con más cuello que Victoria Federica y técnico como pocos.

El fichaje de Rakitic es un tanto extraño porque viene del FC Barcelona. Esto es como si un jugador del Sevilla fichara por el Sevilla Atlético. Eso sí, el tío es bueno. Ojalá se eche una novia de aquí, se le pegue el acento sevillano y salga de costalero de Pino Montano. ¿Te imaginas? Qué guay, quillo.

El Papu Gómez será el encargado de ponerle la magia al centro del campo. Fan de Maradona, bailón y con un Óliver Atom tatuado en la pierna. Si no triunfa aquí es culpa nuestra. Eso sí, es tan pequeñito que en el vestuario en vez de taquilla tiene una caja de zapatos.

Con Lamela los sevillones tenemos la esperanza de ver a ese que sale en los vídeos de youtube haciendo rabonas y deslumbrando a todos en el Tottenham. Si juega por la izquierda tendremos una banda de Coco y Huevo.

Buena pinta tiene este tal Lucas Ocampos. Fichaje made in Monchi. Jugador que apuntaba a crack y que lo arrecogemos tras vagar por numerosos equipos europeos. Acabo de ver a su mujer en instagram y se ma estallao la pantalla del móvil.

Monchi también está buscando el perfil de jugador mejicano que cuadre con la idiosincrasia del Sevilla. Tras probar con un perfil de jugador aguerrido como Gerardo Torrado y una superestrella como el Chicharito, viene el Tecatito Corona. Espero que este sí encaje en el equipo. Creo que se sentirá como en casa porque los aficionados de fondo, en días soleados, tienen que usar sombreros mejicanos para que no les pegue la solana.

De la escuela gaditana de talentos viene Suso, del que se espera que arranque el óle del graderío sevillón en más de una ocasión con sus filigranas. Creo que vamos a fliparlo con él si no se lesiona, que no creo porque nunca ha sufrido una lesión de gravedad en toda su carrera como futbolista. Muy mala suerte tenemos que tener, vaya.

El entrenador también podrá contar desde mañana mismo con Francisco Alarcón. Y digo Francisco Alarcón porque el tiempo dirá si trajimos a este o a Isco, aquel chaval que deslumbró a todo un país con su arte jugando a la pelota. Al que hay ponerle un buen sueldo es a su entrenador personal. Si vuelve a coger el tono ya me veo al estadio en pie tocando palmas al ritmo de «ventidó, ventidó, ventidó-ventidó-ventidó»

Y el último en la medular, un tal Fernando Reges. Muchas dudas con este. Tiene más años que las cadenas de la catedral y viene de Turquía. O mucho me equivoco o este viene aquí a pegar el mangazo y retirarse. Son muchos años viendo fútbol ya...

En la delantera, 0 dudas. Un Munir que se crió en La Massía y tendrá la disciplina de todo jugador que sale de la escuela blaugrana. Un En-Nesyri que viene de hacer 20 goles por temporada en el Leganés y que, si se cura de lo que tiene en la muñeca, puede llegar a la treintena de goles perfectamente. Y un Rafa Mir al que se rifaban los mejores equipos del país y meterla la tiene que meter. Y, además, marcar goles.

Pero, sin duda, el fichaje que más ilusiona a la parroquia sevillona es Rony Lopes. Costando más de 20 kilos, llamándose Rony y rapándose ajín líneas guapas por los laíto, malo no tiene que ser. El subidón que han pegao este año los precios de los abonos va a merecer la pena tan solo por verlo debutar. Que no os extrañe si desde voladizo vuelan billetes en forma de avión hacia el palco, porque me voy a sentir hasta mal por haber pagado tan poco.

Deseando de que empiece la liga 22/23. Con tantas caras nuevas el sevillismo mantiene la ilusión intacta.