El Tercer Tiempo: Real Sociedad - Sevilla
Acción de gracias
Ninguna derrota de esta temporada ha pesado tan poco como la de ayer. En el último vals de la liga, el corazón del sevillismo está lleno de agradecimiento. Lo mejor, como siempre, está por venir
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn una temporada de infierno y locura, ninguna derrota ha dolido tan poco como la de ayer en Anoeta. Sin nada en juego más que el honor, dos clasificados para Champions se veían las caras en una suerte de adelanto temprano de pretemporada, o de ... final de torneo veraniego. El relajo resultaba evidente, amén del buen rollo entre ambos equipos, que quedó de manifiesto en el aplauso que levantó entre la afición local la llegada del autobús sevillista al estadio y, ya dentro, el paseíllo que la Real ofreció al flamante ganador de la Europa League.
Coherente hasta el último partido de liga, Mendilibar compareció su sempiterno chándal, pero por primera vez permaneció largo tiempo sentado en el banquillo. En las celebraciones de la copa europea, el entrenador vasco nos ha ofrecido una vis cómica que muchos intuíamos pero que ha florecido en todo su esplendor. Ahora lo sabemos: Mendi es un cachondo. Pero solo cuando hay que serlo, por eso, aunque más relajado que de costumbre, mantuvo el tipo hasta el último minuto de la Liga, frente a su amada Real. Aunque palmamos, el Sevilla tuvo oportunidades para haber empatado el encuentro, rematando de forma más redonda esta inolvidable temporada.
Después de haber vivido las dos extenuantes jornadas de celebración por la séptima, saltar al terreno de juego y competir, en determinados momentos con bastante solvencia, tiene mucho mérito. La lesión de Montiel obligó a Navas a saltar al campo. El resbalón de Navas al intentar contener un ataque de la Real supuso medio gol del primero del equipo vasco. Una torpeza bastante simbólica del estado físico de un Sevilla que compitió en Anoeta entre los inevitables efluvios de una monumental resaca.
Daba un poco igual. La cuestión era salvar los trastos y no poner broche a la Liga con una actuación excesivamente lamentable. En el segundo tiempo, el Sevilla salió mucho más enchufado, con bastantes ocasiones. Por eso encorajinó que en el 73 la Real hiciera el segundo gol. Con el gol de Lamela, muy pocos minutos después, el partido ganó en pimienta, con tanto anulado incluido para los donostiarras.
El ambiente era festivo en Anoeta. Y a pesar de la derrota, por intrascendente, el aire también era festivo para el equipo visitante. Lo de menos, a la postre, era el resultado, porque en cierto modo se trataba de festejar con alegría el fin. Punto y final para una temporada loquísima, con un remate glorioso. La banda entonaba el último vals.
Así, 'El último vals', se llama la cinta que Martin Scorsese filmó del concierto de despedida de uno de los grupos de rock más míticos y singulares de la historia. The Band, que así se llamaba el grupo, originario de Canadá, se dio a conocer como la banda que acompañó a Bob Dylan en su inmersión en el sonido eléctrico, tras su etapa folk. Una vez desligado de Dylan, comenzó a volar solo, facturando discos legendarios que hoy son verdaderos hitos del country rock. Contemporáneo de grupos como los Beatles, los Who o los Stones, su principal diferencia con respecto a ellos es que en The Band nunca hubo realmente un líder indiscutible. Todos sumaban en una mezcla perfecta y virtuosa de carismas. Todo era fruto de un gran trabajo en equipo.
Su concierto de despedida fue grabado de forma impecable por Scorsese en el Día de Acción de Gracias del año 76. En él participaron, como homenaje, figuras como Eric Clapton, Van Morrison, Muddy Watters o el propio Dylan. Todos ellos, simbólicamente, querían agradecer a The Band todo lo que esta les había dado con su música. Toda la felicidad que los canadienses habían regalado al mundo con su sonido.
«Aquí está la mejor banda, aquí estamos otra vez»: así empieza uno de los cánticos más populares de los Biris, que siempre consigue contagiar a todo el Sánchez-Pizjúan. Ayer, jugando fuera, el estado no pudo cantarlo. Pero aunque la banda tocó fuera, y aunque cayó derrotada, todos los corazones sevillistas se sentían agradecidos por el último vals de la temporada. Pero esta banda, que tiemblen todos, no se retira.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete