Sevilla FC
Quique compromete al consejo de administración
El aumento del rendimiento deportivo del equipo bajo su tutela pone en aprietos la decisión del club de cambiar de entrenador en verano
Jagoba Arrasate, el favorito para sustituir a Quique
Quique: «Si los derbis no los ganas, al menos, no los pierdas»
El entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, abandona el hotel de concentración antes del partido de LaLiga entre el Betis y el Sevilla, este domingo en el estadio Benito Villamarín
No hay arma más poderosa que un buen argumento. Cargarse de razones hasta el punto de darle la vuelta a una situación. Quique llegó al Sevilla FC como el cuarto parche de un club que no sabía cómo cortar la hemorragia, pero la ... herida era más profunda de lo esperada y al técnico se le puso cara de pocos amigos. Su inicio en Nervión fue tortuoso, su elección a la hora de definir sus alineaciones, controvertida, pero llegó el 'clic' que todos esperaban a finales de enero, tras una inesperada victoria al Atlético de Madrid en el Sánchez-Pizjuán. El camino no ha sido de rosas, pero se puede afirmar que, con Quique, el Sevilla vuelve a ser un equipo.
No es poca cosa, puesto que la primera vuelta perpetrada por el Sevilla FC sólo auguraba el descenso de la categoría. Así lo dicen los números, puesto que el conjunto hispalense sólo había logrado ganar en tres ocasiones en 19 jornadas. Con el agua al cuello, la dirección deportiva optó por el pragmatismo, que es sin duda la hoja de ruta del propio Quique. Con un once muy rígido y el guión bien marcado, el madrileño ha ido sumando como una hormiguita hasta lograr la salvación, prácticamente matemática, en el mes de abril. Una trayectoria que recuerda al Sevilla FC de José Luis Mendilibar, aunque sin la guinda del pastel del título europeo.
Precisamente, esa séptima Europa League fue la que condenó el inicio de la 2023-24. Sin confianza en el entrenador renovado, el curso no podía empezar de forma recta. Con esa idea en la mente, y con la intención de no caer con la misma piedra, el Sevilla FC inició hace semanas un casting de entrenadores, que lidera Jagoba Arrasate, para iniciar el nuevo proyecto con el técnico deseado. O al menos esa era la idea del consejo de administración de la entidad hispalense hasta ahora.
Números de puestos europeos
Quique ha cosechado un total de 22 puntos en 14 partidos, una renta que lo ha llevado a salvar la categoría y, de haber arrancado así la competición liguera, el Sevilla FC sería claro candidato a los puestos europeos. Más allá de los números, lo cierto es que el madrileño ha sabido tocar varias teclas que han vuelto a dar algo de lustre a una plantilla muy gris. Por ejemplo, ha sido el único que ha blindado la defensa, acudiendo a la línea de tres centrales acompañados de dos carrileros. Aglutinar a sus hombres atrás para evitar los pasillos vacíos que antaño hicieron tanto daño. A favor de Quique jugó la recuperación de Nyland y la subida de Isaac al primer equipo en invierno. Piezas claves para que el Sevilla FC fuera cogiendo confianza y sanando el aspecto mental.
No obstante, las limitaciones actuales de la plantilla nervionense han promovido que el técnico apenas se moviera de su dibujo habitual, el que le ha ido funcionado, al menos hasta que la salvación ha estado atada. Ante el Betis, Quique varió su propuesta con la firme intención de demostrar que no es sólo un entrenador salvavidas. En el Gran Derbi, el preparador sevillista planteó un equipo más ambicioso, que aumentó su presión en campo contrario y arriesgando más de lo que viene siendo habitual. Un anticipo de lo que puede ofrecer al mando de la nave si se le da continuidad a su proyecto. De hecho, durante la rueda de prensa posterior al Betis-Sevilla, Quique aseguró que intentaría aprovechar estos cinco partidos que quedan de la temporada para que los jugadores «pierdan la rigidez» que los «ha lastrado toda la temporada» para que el equipo se vaya soltando y aproveche para probar nuevos argumentos.
El Sevilla afrontó el derbi con una propuesta más presionante y con ganas de abrirse más de lo que viene siendo costumbre
Cambiar a defensa de cuatro, probar con dos extremos... También habrá que ver cómo suple la baja de Isaac, que se pierde lo que resta de temporada por lesión, pero lo cierto es que este Sevilla FC cuenta con perfiles ofensivos de sobra para abrir el campo y dominar más los duelos. Cierto es que el conjunto blanquirrojo afronta esta recta final con más bajas de las deseadas, pero se tratará de los exámenes finales para un Quique, que de querer quedarse en el banquillo de Nervión, tendrá que bordar para convencer. En las últimas semanas, el consejo de administración había cerrado filas en torno a su entrenador, consciente de que la campaña sólo se saca ahuyentando el ruido y cerrando filas.
El técnico blanquirrojo quiere aprovechar el tramo final de temporada para mostrar cómo puede ser el equipo del curso que viene
No obstante, una vez superado el trance y con una remodelación integral del primer equipo, la dirección de la entidad debe analizar con seriedad si Quique es el entrenador que quiere para el futuro. En los meses que lleva en la capital hispalense, el club no se ha mostrado el todo cómodo con el técnico. Perro viejo en esto del fútbol, su posición en algunas cuestiones de la gestión de plantilla chocaba directamente con los intereses de la dirección deportiva. Un pulso que muchos vieron innecesario, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraba el equipo, tanto deportiva como institucional. En los últimos días, el técnico se mostró más amable con la dirección del club, asegurando que le gustaba que el Sevilla FC fuera un «club intervencionista» e incluso se presume de que mantiene una gran relación con José María del Nido Carrasco.
Tal y como adelantamos en este medio, la dirección deportiva sigue trabajando en paralelo en el fichaje de un nuevo entrenador. Quique tiene contrato hasta verano, si logra clasificar al equipo entre los diez primeros puestos, se abre la puerta a la ampliación de una temporada más. Y será el Sevilla el que tenga que decidir si el madrileño encaja en los planes de futuro. No renovarlo puede ser una decisión muy impopular, teniendo en cuenta los constantes vaivenes a los que está sometido el banquillo sevillista desde hace algo más de año y medio. Sin embargo, volver a renovar a un técnico no deseado podría abrir la puerta a otro año cargado de improvisaciones y parches. Algo que el consejo no se puede volver a permitir.
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