Las protestas dejan vacía la grada del Sánchez-Pizjuán en el Sevilla - Real Madrid

Candela Vázquez

Sevilla

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18/05/2025
Actualizado a las 19:50h.

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Lo advirtieron y cumplieron. La afición sevillista aprovechó el último partido de la temporada en el Sánchez-Pizjuán para protestar masivamente contra la directiva del club dejando la grada vacía durante la primera mitad del Sevilla - Real Madrid. De esta forma, el feudo sevillista dejó una imagen insólita con toda la grada de Gol Norte desocupada y con grandes huecos en otras zonas del estadio. Unas 15.000 personas visionaron la primera mitad de este partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga, el resto se encontraba en los aledaños del edificio.

Desde la megafonía del estadio se recordaba una y otra vez en la previa del encuentro que las puertas del Sánchez-Pizjuán permanecerían abiertas hasta el descanso para facilitar la seguridad durante esta movilización. Y es que el club era consciente de que esta protesta iba a ser secundada por un gran número de abonados y la posibilidad de que todos aguardaran en las galerías del estadio hasta el descanso suponía un problema de seguridad para todos. De ahí que se tomara dicha decisión y, por tanto, no se ha producido ninguna incidencia durante esta actuación.

Especialmente llamativa fue la estampa de los instantes antes del arranque del encuentro, cuando sonaba por megafonía el himno del centenario del Sevilla y, en lugar de resonar las voces de los presentes como es habitual, el eco retumbó por las paredes de la parroquia nervionense. Nadie cantó. Un panorama desolador en un mes plagado de efemérides de los éxitos sevillistas de las últimas décadas. Lo que sí se escucharon fueron los cánticos contra la directiva sevillista desde la calle. Gritos y protestas vehementes que penetraban dentro del estadio mientras discurría el encuentro, de aquellos aficionados que permanecieron fuera hasta el descanso.

Una nueva desastrosa temporada deportiva cosechada por el equipo blanquirrojo, que hasta esta semana no había cerrado la permanencia matemática, ha sido el detonante del ya existente malestar con el actual consejo de administración del club. A lo largo de la temporada se ha ido incrementado la tensión y la afición se ha movilizado en varias ocasiones para pedir la dimisión de sus dirigentes.

Un clima hostil, que enterró el hacha de guerra durante el choque ante Las Palmas por la importancia de la cita. No obstante, este domingo el Sevilla ya no se jugaba nada y su rival, el Real Madrid, ha hecho propicio el escenario para que el descontento general del sevillismo acaparase la atención de todo el mundo.

De esta forma, la iniciativa de Biris Norte de no entrar hasta la segunda mitad del encuentro se cumplió por una gran parte de los abonados. Dejando así una imagen desoladora e insólita en los últimos años en un estadio de Primera división. Estas protestas fueron secundadas por la Federación de Peñas y otros grupos y asociaciones sevillistas como Accionistas Unidos.