El presidente aguanta y la venta del Sevilla FC se cuece a fuego lento
Del Nido Carrasco no pierde las ganas de pilotar el club tras culminar «la peor temporada del siglo» y mientras se fragua el cambio accionarial
Del Nido Carrasco vuelve a denunciar las amenazas y no se plantea dimitir: «Tengo ilusión por darle la vuelta a la situación»

Dos meses después de su última aparición pública, el presidente del Sevilla FC, José María del Nido Carrasco, afrontó ante los medios de comunicación el balance de la nefasta temporada 2024-25 y las incómodas preguntas de los periodistas sobre el maremágnum de problemas ... societarios, económicos y deportivos que azotan a la sociedad bajo su mandato. Todo bajo el templado halo de una venta accionarial que se cierne ya de manera irremediable sobre la entidad blanquirroja, con Lappí, Quintero, los inversores y la carta ganadora de Monchi en el horizonte. El abogado le echó arrestos para dar la cara en un escenario tan peliagudo como necesario. Estaba 'cateado' de antemano. Del Nido Carrasco no tenía ayer nada que ganar, pero su afición tenía que escuchar, sí o sí, las explicaciones del presidente, que no justificaciones.
Mientras madure la venta, el Sevilla FC tiene que tirar para adelante. Y cuando mejor carbure el club en sus arcas y sobre el césped, más fértil será el negocio para todos. En eso sí hay consenso en todas las familias en estos momentos, y el principal encargado de levantar al boxeador de la lona, dentro del largo y farragoso proceso accionarial, no es otro que el actual presidente, un José María del Nido Carrasco que no piensa arrojar la toalla y al que avalan los pactos parasociales y la conveniencia de evitar remedios peores.
El dirigente asume los errores de una desastrosa campaña en la que el equipo se ha quedado a un punto de los puestos de descenso y la entidad ha tenido que sustituir al director deportivo y al entrenador después de renovarlo. «Es la peor temporada del Sevilla FC de los últimos 25 años. La calificación de la temporada es muy mala. Ha sido la peor temporada del siglo, y eso nos ha llevado a tomar decisiones como la salida de Víctor Orta y del entrenador», comenzó analizando Del Nido Carrasco.
Cuestionado por si se ha planteado dimitir, el mandatario fue rotundo: «La situación social es evidente. Está todo el sevillismo cabreado con el presidente, fruto de lo que he comentado, pero igual de evidente es que la S.A.D. la rige el capital, tenemos el respaldo accionarial, este consejo me ha designado presidente. Cuando tomé el cargo en 2023 sabía la situación a la que me enfrentaba y, si le digo la verdad, no me pensaba que iba a ser un año tan malo, pero sí de transición. Mi ilusión de que le voy a dar la vuelta a la situación es la misma que cuando accedí al cargo. El día que me de miedo la situación actual, me iré a mi casa», dijo.
También se refirió Del Nido Carrasco a las críticas de la afición del Sevilla y aprovechó para denunciar con dureza las amenazas que recibe por parte de los violentos: «Llevo toda mi vida en el Sevilla, como sabéis, soy hijo de dirigente del Sevilla. No hay nada en el fútbol que me llame la atención. Agradable no es que te piten, pero a mí no me afecta. Si la gente me pita porque el equipo no va bien, es parte del fútbol. Si hablo de que me cuelguen un muñeco de un puente, me manden mensajes o publiquen mi número de teléfono en Twitter, eso lo llevo peor. Lo voy a perseguir. Eso lo llevo mal, como cualquier persona, porque yo no he matado a nadie. No voy a permitir que me amenacen ni a mi familia, ni a mí. Si creo que tengo capacidad, no van a doblegarla porque me amenacen. El día que crea que no estoy capacitado para hacer lo que hago, lo dejaré, pero no por las amenazas», sentenció.
De su determinación por seguir comandando la nave blanquirroja, Del Nido Carrasco pasó a responder a las preguntas sobre el otro gran tema de la candente actualidad sevillista: la posible venta del club. El dirigente expuso la complejidad de una operación de tal calibre, enredada entre pactos, contratos privados de partes y un sinfín de penalizaciones… pero no negó la mayor. La venta del Sevilla se cuece a fuego lento, con un gran postor al frente, el exconsejero y empresario Antonio Lappí. Con su amigo y socio en esta denominada 'tercera vía', Fede Quintero. Con los fondos de inversión definidos. Y hasta con la capacidad de traerse de vuelta al arquitecto del gran Sevilla del siglo XXI: Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, quien por cierto rebasó ya el ecuador de su contrato con el Aston Villa. Las familias Del Nido, Carrión, Castro, Alés o Guijarro están al corriente de todo. Aguardan la oferta.
«A pesar de que ha habido personas que se han acercado para interesarse por el Sevilla FC, no hay oferta. Cuando alguien quiere comprar un club, tiene que hacer un trabajo laborioso. Es un proceso complejo. No es como comprar un lápiz. Pueden decir públicamente lo que sea, pero a día de hoy existen cero ofertas por las acciones del club», explicó ayer el presidente del Sevilla FC.
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